El mundo en Iris.

capitulo 3 parte 1

Caminamos el corto pasillo, nos paramos frente el elevador, presiona el botón de subir, trago saliva y cierro los ojos cuando escucho abrir las puertas, siento su mano en mi cintura y me da un leve empujón para que camine, su tacto quema en mí, hace que abra los ojos y empiece a mover las piernas hacia el elevador. Giro pensando en cómo actuar y que decir, si debo decir algo, pero cuando trato de preguntar cuando firmare el contrato, me toma por la cintura atrayéndome hacia su cuerpo. Su boca cae sobre mis labios dulcemente tratando de saborear. No sé qué me paso, pero su beso está expresivo y envolvente que mi cuerpo se relaja y sigue su paso, cierro los ojos y me atrevo a tomarlo del cuello para que se acerque a mí, necesito más de su comodidad tan dulce y caliente que siento. Los dos estamos perdidos en este beso, creo que ambos nos fuimos de la realidad lo cual es hermoso, pero nos separamos y unimos nuestras frentes, aún tengo los ojos cerrados. El timbre que indica el piso suena, se separa de apoco de mí y siento que me mira intensamente, al devolverle la mirada, me rio ampliamente por la situación, él eleva una ceja:

- ¿por qué te ríes? (aprieta el botón de abrir, menos mal, no sé qué hubiera pasado si se abrían por si solas)

-es todo raro todo esto, es todo, bese a mi futuro jefe. (me toco la frente, teniendo un colapso mental)

Sale del cubo ya que su reunión es el piso 2 y yo debo seguir bajando dos pisos más. Queda frente mío;

-Señorita Prince ¿le gustaría cenar con su futuro jefe? (sonríe coquetamente)

- (saco mi mano de mi frente y sonrío débil) por supuesto Señor Hale. (tengo que aclarar esto que siento)

Las puertas del cubo se cierran y yo solo quedo quieta, asimilando todo lo que está pasando entre Tomás y ahora el señor Hale.

Soy un zombi andante al salir de la empresa, actúo por inercia, no sé cómo pude llegar a casa.

Abro la puerta de casa y el olor a comida inunda mis fosas nasales y hace que mi panza empiece a rugir por ella. Voy a la cocina y encuentro a mi amigo haciendo su magia con la comida, está tan concentrado en lo que hace que no se percata de que estoy en la habitación por lo tanto subo despacio a mi habitación, no quiero que se dé cuenta que he llegado.

Dejo mi cartera en mi cama y me dirijo al ropero, saco ropa cómoda y me voy al baño, necesito que el agua caliente relaje mi cuerpo; al terminar de bañarme veo mi reflejo en el espejo y me doy cuenta que he empezado mi vida humana, tengo un trabajo y un humano que creo que se ha fijado en mí, lo cual nadie se debe enterar podría ocasionar un final no muy bonito para ambos. Pero en fin, lo que soñé se está haciendo realidad.

Unos golpes en la puerta me hacen volver, abro y es Tomás con las manos en los pantalones mirándome fijamente a los ojos:

-sé que ya tienes trabajo. Felicitaciones

- ¿cómo lo sabes? ni siquiera te dije que tenía una entrevista (camino al cuarto esquivándole)

-solo lo supe por tu padre que por cierto pide nuestra presencia de nuevo, esta noche

- (suspiro cansado) ¿a qué hora?

-a media noche (da la media vuelta para irse)

Maldita sea, sigue enojado por lo de hoy, necesito descargar estos días, matar cornudos funcionará, por ahora o tendré que comenzar yoga y no soy flexible.

Me cambio y voy a comer, Tomás no está en la cocina por lo tanto debe estar en su cuarto leyendo o escuchando música; Siempre hace eso cuando debe "trabajar", y yo como, gasto mucha fuerza y no puedo desmayarme en medio de la matanza, es por esto y porque prepara comidas excelentes y mi panza lo sabe. Miro algo en la tevé para pasar las horas y cuando es tiempo subo y me pongo mi hermoso traje negro de cuero; si esto lo herede de mi padre, amamos el cuero. Tomás ya está cambiado y adentro de la camioneta que posee todo tipo de armas, subo y me abrocho el cinturón, arranca tranquilo para no dar sospecha pero cuando tocamos ruta acelera a fondo....brujos..

Nunca se dónde vamos, solo subo, espero, bajo, mato y nos vamos, Tomás es el que sabe las ubicaciones, no quiero saber cómo llegar a esos lugares.

No tardamos en llegar, por lo que veo es un bar de mala muerte, típico e irónico. Miro a mi compañero que busca su arma y su amado cuchillo y baja serio, perfecto debo lidiar con su mal genio, espero que no me arroje a los cornudos. Respiro hondo y busco mis mini cuchillos, tengo buena puntería, bajo del auto y me ubico al lado de él:

-Bien, enojón ¿podes poner tu bronca que tienes hacia mi adentro del auto? no quiero que me mates a mí por "equivocación " (acomodo mis cuchillos en mi cintura)

-(me mira de costado y vuelve la vista a su pistola) lo pensaré (hace el ruido de carga del arma) lo pensaré, por cierto, son 20, 10 cada uno.

-(resoplo)siempre me tocan lo más gordos, pero está bien no quiero molestarte aún más o unas de esas balas (señalo su arma) tendrá mi nombre grabado (camino hacia la puerta, pero su mano me detiene) ¿qué sucede? (miro alrededor)

-sabes que no te hare daño, solo quiero que acabemos esto y luego hablamos (me mira más dulcemente, le tomo la mano y se la aprieto tiernamente)

-está bien, terminemos con esto.

Abro la puerta del bar, Tomás esta atrás mío, ya que puede predecir más rápido los ataques si le doy un margen de tiempo.

Dos cornudos se ponen de pie de sus sillas, listo esos dos serán míos, Tomás grita que me agache ya que uno de ellos empieza a tirar botellas, nos movemos rápido.

Tomás comienza a disparar a los que se van levantando para atacar y yo estoy tratando de que los 8 demonios no me coman. Necesito tomar distancia para poder utilizar mis cuchillos, pero uno de ellos toma justo mi mano cuando lo estaba por sacar, grito para llamar la atención de este y poder usarlo como mi arma personal, al mirarme lo tengo listo para que vea las imágenes que le " mando" matando a sus colegas, me permite un poco más de facilidad, hace mi trabajo. Todo pasa muy rápido, el grandote empieza a estrangular, golpear y apuñalar a los de más, casi como un robot. Yo no me detengo, trato de esquivar golpes y disparos de los que quedan para acercarme a mi compañero y ayudarlo, comienzo a lanzar mis armas a los cornudos ya que los detiene porque explotan con el toque de su piel: si es asqueroso, pero obviamente es efectivo. Tomás dispara con mucha precisión. y ya solo quedan dos, mi robot demonio a caído muerto, no duran mucho, pero ha bajado unos once, para mi es suficiente y no me ensucie las manos.



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Editado: 22.02.2021

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