El nombre de cada estrella

CAPITULO 2

Lo observo y me llama la atención que sepa mi nombre.

- ¿Hola…nos conocemos? - indago.

- ¡Claro que nos conocemos! -exclama- Anne soy yo

Sinceramente se me hace familiar, sus ojos cafés me transmiten confianza.

-Éramos compañeros en la escuela ¿lo recuerdas? - me pregunta. Eso me da lo necesario para poder reconocerlo, su nombre es…

- ¿Henry? - digo sorprendida.

-El mismo- me responde con una sonrisa- vaya, que rápido lo olvidan a uno- y se ríe un poco.

-No puedes culparme, no te he visto desde hace muchos años-recuerdo que cuando éramos niños le detectaron leucemia, y lo tuvieron que retirar de la escuela, a partir de ahí nunca más lo volví a ver. - Me gustaría seguir hablando, pero estoy en horario de trabajo, me pueden dar su orden.

-Claro, no hay problema. Yo solo quiero un café sin azúcar y un par de tostadas- me responde Henry. Anoto lo pedido y me volteo hacia su acompañante, un chico de unos 15 años, quizá sea su hermano.

-A mí me gustaría lo mismo que él. -coincide.

-Listo, en unos minutos les traigo su orden. -respondo.

Voy hacia la caja y le paso la orden a Marco, desde donde me observa de forma extraña.

- ¿Los conoces? - me pregunta refiriéndose a Henry y su hermano.

-Si- respondo casual.

-Entiendo…-me dice pensativo. -sigue con las mesas restantes.

Me dirijo a continuar con mi trabajo que resultas un poco más difícil de lo que imagine ya que llegan muchas personas, pero Marco me ayuda cuando estoy muy ajetreada. Veo a Henry llamándome en la puerta antes de irse y me acerco.

- ¿Me pasas tu numero?, me gustaría mantener el contacto contigo Anne.

-Claro, no hay problema- le respondo y le anoto mi numero en un trozo de papel-toma, escríbeme cuando puedas. - le digo con una sonrisa.

-Lo hare apenas llegue a casa, cuídate Anne-dice Henry despidiéndose.

-Igualmente-digo antes que se vaya.

Veo la hora y ya van a ser las 9 de la noche, el tiempo se va volando. Mi turno se acaba a las 10 así que como no hay muchas personas voy a la cocina para comer algo. Encuentro a Marco hablando por teléfono y se oye molesto, miro a Jeff en busca de una explicación y el solo me hace una seña con las manos de que lo deje solo. Me acerco a Jeff y me ofrece un batido con una hamburguesa.

-Tiene ciertos problemas personales, trata de no molestarlo cuando este así. - me advierte Jeff.

Asiento con la cabeza un poco confundida, pero me dedico a comer y reviso mi celular mientras tanto. Tengo varios mensajes. De mamá, de David, un par de amigos más y de un número desconocido.

“Fue lindo verte hoy”

“Por cierto, soy Henry”

Sonrió al leer eso, le respondo que guardaré su número y que también fue un gusto verlo. Guardo mi celular cuando veo a Marco acercándose, pero su semblante es diferente.

- ¿Qué tal el trabajo hasta ahora? - me pregunta muy animado.

Me confunde un poco su actitud, pero respondo.

-Todo muy hasta ahora, y ¿qué tal? ¿todo bien? - no puedo evitar indagar.

-Si lo dices por lo que viste hace unos minutos pues sí, todo bien. Ciertos problemas con mi novia, pero nada grave. –me contesta- iré afuera- y sale de la cocina.

No me esperaba que tenga novia, pero tampoco me sorprende. Marco es muy apuesto, un chico alto, cabello café, ojos verdes y se nota que es alguien muy respetuoso y atento. El sueño de toda chica, chico para el que literalmente soy invisible. No me considero alguien bonita, solo una chica promedio de cabello negro largo, ojos negros, no tan alta como quisiera y de contextura normal. Alguien común. Pero quizá ahora que estoy aquí las cosas sean diferentes, puedo empezar siendo más sociable y quizá darme la oportunidad de conocer más personas. No puedo permanecer en mi burbuja de seguridad para siempre, esa será mi meta ahora, ser alguien más accesible y todo mejorará.

Salgo de la cocina y ya no hay nadie en el restaurante, Marco me indica que debo dejar limpio el piso y las mesas antes de irme. Empiezo por hacer eso y termino exhausta, cuando culmino son las 9:55. Justo a tiempo, Marco se acerca a mí y me da la paga del día, me explica que el trabajo es así todos los días y que con el tiempo me iré acostumbrando. Me despido de Jeff y de Marco, recojo mis cosas y me dirijo a la puerta, al salir el aire esta helado. El clima aquí en Toronto es así, pocas veces son días soleados y alegres, más se siente un ambiente melancólico y nostálgico por el frio. Me voy a la parada y encuentro a una chica sentada leyendo un libro, lleva unos audífonos y se la ve muy concentrada, tanto que ni nota mi presencia. Llega mi autobús y veo que ella también se pone de pie y me saluda apenada, nos sentamos juntas y entablamos una conversación.

-…y aunque no parezca los libros son realmente increíbles-me asegura Claudia con una gran sonrisa.

-Sí, eso me han dicho, pero no soy muy amante a la lectura-digo con sinceridad.

-Espera. -me responde Claudia mientras revisa dentro de su mochila y saca un pequeño libro- ten- me extiende el libro esperando que lo tome. -lee eso, es corto y muy inspirador, te lo puedo prestar, nos veremos muy seguido ya que estamos en la misma universidad y vivimos en la misma ciudad. No te perderé de vista Anne.

-Está bien- rio un poco- lo leeré y apenas lo acabe te lo devuelvo.

-Muy bien- me responde levantándose- yo me quedo aquí, nos vemos otro día, igual te deje mi numero en la primera página del libro. Chao –y Claudia se baja.

Reviso el libro y efectivamente, hay un número de celular en la primera página. Lo ojeo un poco y noto que es un pequeño poemario. Nunca me ha llamado la atención el romance que es la base principal de cualquier poema, pero aun así tratare de leerlo.

Bajo del autobús y camino hacia mi residencia. Entro a mi departamento y dejo el bolso en el sillón de la sala y me voy directamente al baño para ducharme, mientras me baño hago un repaso mental de todo lo sucedido hoy. Es increíble lo mucho que puede cambiar la vida de una persona de un día para otro, pero así es este proceso de crecer y evolucionar. Cuando ya estoy en la cama son las 11pm y reviso mi celular antes de irme a dormir, le escribo a mamá contándole como fue mi día, y hago lo mismo con David el cual me responde muy contento diciéndome que al también le fue muy bien hoy y que la está pasando súper bien, me despido de él y veo el mensaje de Henry.




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