El Omega Que No Quería A Su Predestinado ||yoonmin||

Capitulo 39

Ahreum mantenía su concentración, dominar al alfa líder es difícil, definitivamente lo es, y más si ese omega tan patético se encontraba con él, había logrado sacarla por completo del control del alfa con ese beso, y no podía permitir que algo como eso sucediera de nuevo, y luego ese beta que se interpuso, pero había logrado dominar parte del alfa líder para que así pudiera avanzar y seguir su camino, pronto se encontraría en el palacio de la princesa Jun.

TaeYong sintió su estómago estrujarse, nada le causaba alegría en ese momento, y más al ver aquella sonrisa en esa hechicera, él sabe que esa mujer planea algo que seguramente no terminará por beneficiar a HaNeul.

—El alfa líder viene en camino —menciono en voz baja—, y está vez, mi querida hermana no podrá hacer algo al respecto, definitivamente ha sido el mejor plan —una risa corta se escuchó—, la princesa quedará encantada con este alfa, y el pobre omega sin lazo morirá a la par que el alfa líder, nada mejor que una dulce, dulce victoria.

TaeYong paso saliva al escuchar eso, tenía que irse de allí, no quería que esa hechicera de magia oscura lo descubriera, con solamente esas palabras dichas por ella, le habían provocado que su cuerpo se pusiera rígido, se sentía tan mal, si tan sólo hubiera impedido que vertieran aquella pócima en aquel obsequio que la princesa mando a realizar para el alfa líder, todo esto no habría ocurrido, era su culpa, totalmente suya.

Miro una de las habitaciones, allí estaba la princesa HaNeul, con una radiante sonrisa mientras seguía acomodando unas bellas flores en uno de los jarrones, ¿en verdad estaba feliz? Separar a dos destinados sin conocerlos, ¿eso la hacía realmente feliz? No debió ser partícipe de sus planes, debió hablar con ella desde un principio, seguramente todo hubiese sido muy distinto.

—Princesa —hablo TaeYong llamando su atención, la princesa lo miro a los ojos.

—¡Oh! TaeYong —ella le regalo una sonrisa a su sirviente—, ayúdame ¿quieres? —señalo las flores sobre la mesa—. ¿Puedes ir recortando los tallos mientras yo las acomodo?

El mencionado se limitó a dar un asentimiento como respuesta, camino hasta quedar justo frente a la princesa y agarro el pequeño cuchillo que la princesa utilizaba para rebanar los tallos y algunas hojas secas, comenzó a cortar, despacio, mientras que en su mente preparaba las palabras perfectas para poder hablar sobre lo que estaba sucediendo, necesitaba hacer que ella recapacitara sobre sus acciones.

—Princesa —la mencionada acomodaba una flor para después darle una corta mirada a TaeYong, pudo ver el semblante de preocupación en su sirviente.

—¿Qué ocurre, TaeYong?

—¿En verdad está feliz? —pregunto, TaeYong se percató de la confusión en el rostro de la chica al verla fruncir el ceño, así que soltó un resoplido antes de mejorar la pregunta—. ¿Es feliz aceptando el hecho de que está separando a dos destinados?

—Recuerda que a mí me han separado del mío —respondió la princesa, dejo de acomodar las flores para mirar de nuevo a TaeYong.

—Lo sé, pero... —apretó los labios—, eso fue un castigo por parte del destino al haber separado lazos que debían desde un principio estar juntos, majestad.

—¿A qué es lo que intentas llegar, TaeYong?

El mencionado soltó un suspiro mientras le entregaba dos flores más a la princesa.

—Debería parar con todo esto, majestad.

—¿Por qué debería? —pregunto la princesa mientras acomodaba las flores que TaeYong le había entregado con anterioridad—. No veo la necesidad de parar.

—Porque no es bueno seguir jugando de esa manera con el destino —la princesa dejo de acomodar las flores para mirarlo, pudo ver la determinación en los ojos de aquel alfa—. ¿Acaso no piensa en lo que pasará? ¿En cómo se ha de sentir el omega al percatarse que su alfa prácticamente lo está rechazando?

—El príncipe rechazo a su alfa antes —se defendió la princesa—, es muy obvio que no le interesa su pareja destinada.

—¡De todas formas el destino los quiere juntos! —la exclamación de TaeYong hizo a la princesa saltar en su sitio, jamás le había levantado la voz como ahora—. ¿Acaso no lo ve?

La princesa soltó un suave suspiro ante aquellas palabras, TaeYong sabía que sus caminos ya no estaban unidos, y por ser un castigo del destino, sus muertes no eran una solución, si no que ambos se quedaron sin su destinado, y TaeYong a pesar de saber aquello, quería intentar por lo menos pasar el tiempo con la princesa, con su destinada, a pesar de que el lazo del destino ya no les diera una nueva oportunidad de unirse.

—¿Y crees qué no lo sentí yo? —de nueva cuenta la princesa salto en defensa propia—. Cuando por fin había encontrado a mi destinado y el destino me jugo una broma, ver a aquel príncipe anterior que estaba enamorándose de una de sus sirvientas, ¡eso fue doloroso! ¡Él era mi destinado!

—No, él no lo era, nunca lo fue —menciono TaeYong, tal vez era tiempo de decirle la verdad—, usted no se percató nunca de quien era su destino… —miro a la princesa a los ojos—, yo… yo era su destinado, majestad.

La princesa entreabrió los labios al escuchar eso, por alguna razón creía que se trataba de alguna clase de broma, que sólo TaeYong quería hacerla reír, pero no, esa seriedad en el rostro del alfa, solamente la hacía querer tener más respuestas.




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