Ahreum pudo sentir el mareo al instante en que la marca había sido hecha, su mano derecha fue a dar a su cabeza, la intensidad de aquel mareo era demasiado fuerte, y pronto dejo de sentir la presencia del alfa líder, abrió los ojos sorprendida, y miro a la princesa que se encontraba frente a ella.
—¿Qué es lo que pasa? —pregunto la princesa al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Ahreum.
—¡No! —exclamo furiosa la hechicera, aparto sus manos en puños, el maldito príncipe omega lo había logrado, por fin su lazo se unió a su destinado, miro a la princesa, efectivamente ya no tenía un lazo del destino en ella, estaba como antes, si nada—. Maldita sea.
Dejo de mirar a la princesa, ese príncipe le había quitado las posibilidades de estar al mando de todo un imperio, de gobernarlo y reprimirlo como tanto había deseado, ese imperio no merecía que tuvieran un final feliz, ni siquiera ese príncipe de pacotilla y su destinado, apretó su mandíbula, nunca pensó que sus planes podían llegar a ser frustrados de esta manera.
—Parece ser que... —la furia estaba creciendo en su interior como si las cenizas del fuego pudieran sacar más flamas—, los planes han dado un giro algo inesperado, princesa.
La omega sintió un nudo en su garganta al escuchar eso, su mirada fue a dar a las manos de la hechicera, observando como de estás mismas salían apenas los picos de las flamas del fuego de un color azul turquesa, eso no era nada bueno, aquella mujer estaba a punto de invocar algo, dio un paso retrocediendo atemorizada de lo que pudiese ocurrir en ese momento.
—El príncipe omega te ha quitado a su nuevo alfa —la hechicera camino al frente para enfrentar a la princesa—. ¡quién diría que lo lograría!
La princesa se sintió feliz de haber escuchado eso, al fin ambos destinados estaban juntos, eso la tranquilizo, pero no el ver el ceño de Ahreum mostrando su enojo, no pudo mantenerse relajada, la mujer se veía sumamente furiosa, como si estuviera dispuesta a arremeter con cualquiera que se metiese en su camino.
—Pero... —de nueva cuenta comenzó a hablar la hechicera—, debo decir que esto no es una total alegría para mí, ¿sabes, princesa? —el fuego se intensifico en sus puños cerrados, la princesa temblaba ante el miedo creciente, temía que pudiese salir herida—. El plan era simple, el alfa venía a aquí, con usted, usted sería marcada por él y el alfa moría a la par que el príncipe omega, y yo tomaría el gobierno de las tierras que le hubiesen pertenecido a ese príncipe, —apretó los dientes haciéndolos rechinar—. ¡claro después de matar al emperador por supuesto!
La princesa apretó la mandíbula, así que eso era lo que quería lograr, ni siquiera la estaba ayudando a algo que ahora ya no quería, todo lo estaba haciendo para su beneficio propio, debió imaginarlo, nunca debió tener confianza a aquella hechicera.
—Ahora que ese omega logró su cometido —Ahreum detuvo su paso, la princesa podía sentir su corazón en la garganta—, no me queda más que... —miro con una sonrisa de oreja a oreja a la princesa—, deshacerme de usted, mi querida princesa.
La omega tembló al escuchar aquello. Por más que quería correr, parecía que sus piernas se habían incrustado al suelo, se encontraba totalmente paralizada ante el miedo.
—¡Ni creas que te lo permitiré! —ambas miraron en dirección a la entrada, la princesa se negó de inmediato, TaeYong estaba allí con sus puños cerrados y mirando desafiante a la hechicera, quien sonrió al escuchar eso.
—¿En verdad crees que un alfa tan débil como tú, logrará que no la haga daño a su querida y antigua destinada? —la risa de burla tan descarada de la hechicera se hizo escuchar por toda la habitación principal—. Ella te ha rechazado todo el tiempo, y sabes perfectamente que nunca llegará a quererte como lo que eras, su destinado.
—Podré no ser tan fuerte como un alfa líder o ser tan apuesto como un príncipe —trago grueso, miro a los ojos a la hechicera—, ¡pero puedo defenderla con mi vida!
—TaeYong... —la princesa quería ir con el alfa y rodearlo con sus brazos, su alfa es muy valiente, no necesita ni a un alfa líder, ni a un príncipe, solamente necesitaba de la presencia de TaeYong.
El alfa miro a la princesa dedicándole una sonrisa. Ahreum mostro una mueca al ver eso, miro de soslayo a la princesa, no permitiría que estén felices, nadie debería de estarlo, regreso su mirada a TaeYong.
—Me juré siempre protegerla —menciono TaeYong—, y eso es lo que haré, no me importa si el destino no nos ha enlazado de nuevo, no dejaré que alguien la dañe, jamás lo haría.
Una risa casi estruendosa se escuchó de parte de la hechicera, en verdad que ese alfa es un tonto, el amor le había cegado por completo, su corazón estaba totalmente entregado a la princesa Jun HaNeul.
—Bien, si es así como lo quieres —menciono la hechicera—, en ese caso espero que sepas como defenderla, alfa tonto —y entonces estiro su brazo izquierdo, abriendo su mano y lanzando el fuego azul que había creado.
Dasom abrió sus ojos atemorizada, su respiración era acelerada, miro a su alrededor, ya no estaba nada de lo que había presenciado, paso saliva mientras trataba de volver a regular su respiración, no podía permitir que Ahreum les hiciera algún daño, su hermana estaba siendo controlada por su enorme furia y deseo de venganza, y es peligroso cuando se utiliza en las magias oscuras, podría matar a la princesa e inclusive a aquel alfa que le está defendiendo, tenían que ir a rescatarlos de inmediato antes de que sea demasiado tarde para ambos.
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Editado: 22.12.2023