Capítulo 3: Detalles

Heriberto junto con sus compañeros del escuadrón de los oscuros avanzan por las calles del reino Albeka, pudiéndose apreciar que miles de ciudadanos; siguen su rumbo como es de costumbre. Se observa que todos los Albekanos son casi similares a los humanos del planeta pilar a diferencia de que, todos ellos poseen la capacidad de poder invocar hechizos o inclusive; tienen bastante fuerza. Un arma de doble filo que puede usarse en su contra si llegara a existir una rebelión por parte de algún general bastante poderoso.

Heriberto mientras avanza junto con sus compañeros, comienza a meditar acerca de su siguiente estrategia para poder obtener alguna prueba que demuestre que han observado a esas extrañas criaturas.

«Muchos ciudadanos de diferentes rangos, pero cada uno está enfocado en obtener su recompensa y beneficio », medita el líder del escuadrón, viendo que varios hechiceros avanzan por las calles del reino juntos con algunos caballeros, arqueros entre otros rango de guerreros.

Logrando darse cuenta Eufemia de su situación, ya que sabe que algo extraño le ocurre a su líder.

«Heriberto está pensando en pedir apoyo de más gente, de seguro quiere hacer nuevamente una expedición hacia el bosque este mismo día, hmm y yo que quería descansar. Lo más probable es que esté pensando en pedir ayuda en la taberna », piensa Eufemia, viendo que Cleto se acerca hacia Heriberto para poder hablar.

—Heriberto, perdón por ser descortés, pero será mejor que no te lo tomes muy en serio esto —dice en voz baja Cleto, llamando la atención de su líder.

—¿A qué te refieres? —inquiere Heriberto, buscando a varios guerreros aptos para la próxima expedición por medio de su mirada.

—La próxima expedición, necesitamos descansar varios días para que podamos contar con todas nuestras fuerzas, sé que estás buscando a posibles candidatos para que nos puedan ayudar, pero por favor, solamente te voy a pedir que podamos descansar uno o dos días.

Recordando Heriberto que anteriormente han estado saliendo continuamente a las expediciones sin tener buenos resultados. Entendiendo él que por ahora deben de descansar.

—Tienes razón —dice Heriberto, añadiendo—. Descansaremos un día para estar preparados para la próxima expedición.

Logrando ver todos que se acercan a la tradicional taberna del reino, ya que esta está construida a base de mármol, posee un grabado de un gran tarro de cerveza que fue elaborado con ayuda de varios hechiceros y sus puertas son de madera de acacia. No es tan lujoso, ya que ha sido construido para dar el descanso a todo ciudadano del reino que regresa de sus expediciones.

Generalmente el reino Albeka prohíbe que miles de extrañas criaturas como los elfos, minotauros, vampiros, elefantauros, humanos entre otros puedan ingresar, ya que están en continuas guerras entre sí. Existen días o años en que algunos reinos pactan un acuerdo de paz, pero generalmente esos acuerdos duran a lo mucho algunos meses, ya que siempre surgen conflictos políticos que obligan a que el acuerdo se cancele inmediatamente.

Entrando Heriberto y sus amigos por medio de la puerta de la taberna para ver que muchos guerreros disfrutan de un gran festín, algunos tratan de ligar con algunas chicas y otros; simplemente se enfocan en beber y comer.

La taberna cuenta con un poco más de cien mesas circulares para todo aventurero que quiere darse un descanso, posee sillas y algunas bancas de madera para que puedan sentarse. Al frente de la puerta principal se encuentra una gran barra de madera, usada para distribuir las bebidas y alimentos que llegan a pedir.

El dueño de la taberna se llama: Yonju, debido a su gran conocimiento con respecto a los guerreros del reino, aunque ese nombre realmente fue dado por su padre por haber perdido una apuesta en una taberna.

Yonju es un hombre un poco robusto, posee una camisa de manga larga de color blanca, un pantalón y un chaleco, ambos elaborados de cuero y unas botas color café. Tiene ojos de color azul brillantes, no posee absolutamente nada de pelo y no tiene barba.

El dueño de la taberna es apoyado siempre por sus empleados en todo momento, ya que ellos se encargan de trasladar los pedidos de los clientes hacia sus respectivas mesas mientras que él trabaja en la elaboración de los pedidos, aunque se puede ver que existen más mujeres que hombres trabajando para él.

Comenzando a llamar la atención de algunos aventureros Heriberto junto con sus amigos, mientras que avanzan hacia la gran barra de madera donde se encuentra Yonju.

—Buen día, general Heriberto —suena la voz de Yonju, añadiendo—. ¿Lo mismo de siempre?

Afirmando Heriberto en silencio mientras que los demás guerreros aventureros, siguen con su festín sin importarles su presencia.

—Excelente, allá está su mesa reservada para ustedes —informa Yonju, comenzando Heriberto junto con sus amigos a dirigirse hacia su nuevo destino.

—Se ven bastante desanimados —suena la voz de Annie, una empleada de la taberna cerca de Yonju, afirmando el dueño en ese momento.

—Así es, deja voy preparando las bebidas para ellos —dice Yonju, empezando a trabajar en sus nuevos pedidos.

Pudiéndose ver que a lo lejos, Heriberto, Emilio, Cleto y Eufemia; toman asiento para poder descansar por unos momentos.

—Bastante difícil la misión que están teniendo, ¿no creen? —suena la voz de un arquero cerca de ellos, tratando de llamar su atención.

—Shh, déjalos, ya que siempre se enfocan en estar trabajando bastante a diferencia de Manuk —suena la voz de una extraña chica cerca del arquero; dando la impresión que todos comienzan a burlarse de Heriberto y sus compañeros.

—No te preocupes Heriberto, nosotros estuvimos en ese lugar y fuimos testigos de esas extrañas criaturas que parecían dioses —suena la voz de Cleto.

—Me gustaría que todos ellos nos acompañaran para que crean —informa Heriberto, dándose cuenta que se acerca Annie para servirles sus tradicionales bebidas por medio de una bandeja de madera de forma circular.