El Origen De Dos Grandes Reinos

Capítulo 13: Enemigo Oculto

Universo: Mistral

Ubicación: Reino Albeka

Han pasado un poco más de cinco horas, Heriberto no ha podido dormir bien en su hogar debido al aviso anterior de Mauricio. Tiene el presentimiento que algo malo va a suceder y debe de estar preparado.

Recuerda el momento en que la extraña criatura quiso asesinarlos a todos ellos, pero de forma extraña se comenzó a comportar rara, quizá haya sido una intervención por parte de los dioses hacia sus vidas, pero no sabe si realmente la suerte vuelva a sonreírle.

Comenzando Heriberto a dirigirse hacia su ropero para comenzar a vestirse con sus tradicionales ropas y armadura de su escuadrón de los oscuros.

«Es bastante extraño todo esto ».

Es lo único que se le viene a la mente antes de comenzar a retirarse del hogar, sabiendo que posiblemente, Mauricio les vaya a contar un secreto que nunca es bueno saber.

Comenzando Heriberto a dirigirse hacia la tradicional taberna de Yonju, logrando darse cuenta que es el único que está despierto a esas horas del día, ya que aún no comienza a amanecer. Temiendo de que la taberna no esté abierta en esos momentos.

Avanzando por algunas calles del reino, pero se percata que hay dos jóvenes besándose apasionadamente.

Siendo esto algo bastante extraño para él, ya que la mayoría de todos están dormidos a diferencia de este par de tórtolos que desafían a sus padres.

Acercándose poco a poco Heriberto hacia ellos para tratar de darles un pequeño aviso.

—¡Oigan ustedes, par de tórtolos! —grita Heriberto llamando la atención de ambos para darse cuenta que ambos voltean hacia él completamente asustados.

—¡Pe… —suena el grito del joven protegiendo a su enamorada, ambos completamente asustados aunque Heriberto solo da un gran respiro.

—Será mejor que ustedes vuelvan a sus hogares, ya que sus padres pueden estar preocupados —informa Heriberto, dirigiendo su mirada hacia la joven que no se deja ver para añadir—. Principalmente lo digo por ti, ya que eres una señorita bastante joven.

Empezando la joven a asomar su rostro hacia él, ya que su novio la protege como si fuera un guardia.

—No tengo familia —suena la voz de la joven, añadiendo—. Ambos somos esposos.

Entendiendo rápidamente Heriberto de que se trata el asunto, pero decide enfocarse en otras cosas, ya que puede observar que la joven posee un pelo largo de color negro, no logra apreciar sus ojos, pero se percata que tiene un hermoso cuerpo a simple vista.

—Cuida a tu esposa —anuncia Heriberto, dirigiendo su mirada hacia el varón que la protege mientras que él le sonríe.

—Claro, claro —suena la voz del marido, comenzando Heriberto a dirigirse hacia su nuevo destino.

«Esos esposos están locos, ya que desafían a todas las malas personas que pueden llegar a asaltarlos e incluso; violar a la pobre chica. No sé por qué se les ocurre estar solos en plena oscuridad », piensa Heriberto logrando ver a lo lejos la tradicional taberna de Yonju.

Percatándose que Eufemia, Cleto, Emilio y Mauricio lo esperan afuera del edificio.

—Eufemia, ¡¿Qué haces aquí?! —inquiere Heriberto, siendo para él sospechoso que ella este recuperada por el golpe que anteriormente había recibido.

—Me desperté hace mucho tiempo atrás así que decidí dirigirme al hogar de Cleto para preguntarle: ¿Qué había sucedido? —informa ella, añadiendo—.Él me respondió que Mauricio quería hablar algo importante con nosotros y que la bestia fue derrotada de forma satisfactoria.

Comenzando Heriberto a negar en silencio mientras que se acerca un poco más hacia ellos.

—Era mejor que no vinieras a este lugar, ya que todavía no estás recuperada por completo —dice Heriberto seriamente.

—No te preocupes, estamos todos aquí y eso es lo más importante —suena la voz de Emilio con una sonrisa, dirigiendo su mirada hacia Mauricio.

—Síganme —anuncia Mauricio seriamente, comenzándose a dirigir hacia otro rumbo mientras que todos le acompañan.

No sabiendo Heriberto hacia donde realmente los conduce, dirige su mirada hacia sus demás compañeros y se percata que todos están un poco nerviosos, ya que tienen miedo de ser atacados por una posible traición.

—Mauricio, ¿Qué planeas decirnos? —pregunta Heriberto, queriendo saber las verdaderas razones de Mauricio, ya que se dirigen hacia la salida del reino.

—Es acerca de Manuk, pero no quiero que él nos encuentre platicando, posiblemente piense que lo estoy traicionando —responde Mauricio, añadiendo—. Quiero que nos dirijamos hacia un lugar seguro para que nadie nos vea.

Saliendo todos del reino mientras que se dirigen hacia las grandes murallas para perderse a la vista de posibles entrometidos o espías.

—Bien, hemos llegado a un lugar seguro —informa Mauricio, vigilando con su mirada hacia su alrededor; confirmando que están solos.

Heriberto y sus compañeros solamente lo observan seriamente.

—Bien, trataré de informarles cómo está la situación aunque ustedes de seguro ya saben a lo que voy —dice Mauricio.

—Dinos —suena la voz de Heriberto, afirmando Mauricio en silencio.

—Manuk está hablando muy mal de ustedes hacia todos los demás compañeros —informa Mauricio, comenzando a afirmar Heriberto en silencio mientras que sus demás compañeros solo observan el suelo tristes.

—Sí, era lo que suponíamos antes —dice Heriberto comenzando Eufemia a llorar en silencio, añadiendo—. Siempre nos hemos quedado callados ante esta situación y simplemente nos hemos estado enfocando en nuestras misiones.

—Afortunadamente, pudimos vivir la experiencia de encontrarnos con una extraña criatura que ustedes habían mencionado y eso es importante —menciona Mauricio—. Gracias a ese encuentro, su escuadrón podrá seguir activo por más tiempo.

Viendo él con una sonrisa a todos ellos, aunque la mirada de Heriberto y sus amigos es otra, ya que se muestran tristes.



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En el texto hay: romance, magia, guerra.

Editado: 14.03.2023

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