El Origen De Dos Grandes Reinos

Capítulo 18: Detalles Ocultos

Universo: Mistral

Ubicación: Santuario del Reino Albeka

Han pasado más de seis horas de que Calista le ha mostrado una parte de su gran poder a Manuk, decidiendo él comenzar a prepararse para librarse de Heriberto y sus amigos con el apoyo de Mauricio y Gregorio.

Mientras que Manuk está esperando el momento para presentarse ante los dos monarcas del reino, por otro lado en el Santuario del reino; se encuentra el monarca Lane enfrente de una gran estatua de él mismo.

La gran estatua tiene la forma de él con el conjunto de una gran armadura extraña que sobresale de los hombros, debido a que posee muchas piedras preciosas como adorno. Está de pie sosteniendo una gran espada dirigida hacia el suelo por medio de sus dos manos, dando a entender que es un gran guerrero. Su rostro ha sido construido con gran detalle por medio de los escultores y arqueólogos. Una gran obra de arte para ese monarca, ya que la estatua posee como último accesorio: su gran corona.

El monarca Lane solamente está observando seriamente la gran estatua, ya que parece que algo le inquieta. No dándose cuenta él de la presencia de su esposa, quien se acerca silenciosamente.

—Querido… —suena la voz de su esposa Elena, añadiendo—. ¿Te encuentras bien?

Parándose cerca mientras que el monarca voltea hacia ella; seriamente.

—No lo sé, realmente no sé cómo decirte, pero nuevamente tuve esa pesadilla —responde él preocupado.

—¿Aquel sueño de la chica? —inquiere Elena confusa.

Lane solamente afirma con su cabeza en silencio.

—Realmente has sido bendecido por los dioses, deberías… —dice Elena siendo interrumpida por él en ese momento.

—Ya no la veo —suena la voz de Lane, añadiendo—. El sueño ahora es más oscuro y realmente… —callándose por unos momentos mientras que observa a su esposa asustado—. Ahora observo a dos mujeres mucho más peligrosas que la anterior.

Comenzando él a llorar mientras que su esposa se acerca para abrazarlo para consolarlo.

—Realmente tienes una gran bendición por parte de los dioses, un gran guerrero digno de ser un dios, ¿la visión no te mostró algo más? —inquiere Elena.

Comenzando Lane a negar con su cabeza, entendiendo ella que algo malo se acerca contra todos ellos.

«Es algo extraño que nosotros; los más poderosos de este planeta vayamos a sufrir. ¡Nosotros somos dioses! »,medita Elena enojada, dirigiendo su vista hacia la estatua de su esposo en ese momento, ya que decide quedarse callada para que su esposo pueda desahogarse con ella.

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Ubicación: Gran Bosque

Mientras que el monarca Lane llora, debido a una visión del futuro bastante peligrosa que acaba de tener, por otro lado en el Gran bosque misterioso; se encuentran los dioses Hastur y Azathot.

Ambos están siendo acompañados por varios elfos, Orcos, Vampiros y Demonios.

—Grandes dioses del conocimiento, Hastur y Azathot —suena la voz de Rindel, un elfo que posee una armadura de color dorada, siendo esta cubierta por una gran túnica de color negra, ya que no deja mostrar más detalles de la armadura. Lográndose apreciar que él posee una espada de forma curvilínea que está apoyada en su cadera derecha por medio de un ciento especial de cuero.

—¿Qué sucede? —inquiere Hastur seriamente mientras que Rindel se arrodilla ante ellos en ese momento, al igual, se da cuenta que los demás guerreros que los acompañan están igualmente vestidos como él, ya que son cubiertos por túnicas de diferentes colores; dependiendo del reino al que representan.

Logrando ver que algunos minotauros poseen una túnica de color café oscura, algunos demonios no dejan ver su rostro, ya que están cubiertos de su rostro por medio de máscaras especiales, pero su túnica es de color negro y los orcos poseen túnicas de color verde como el bosque. Desafortunadamente para el dios, no puede ver más detalles de ellos, pero sabe que todos poseen sus armas para defenderse de extrañas criaturas que merodean por el gran bosque, debido a que deben de estar preparados ante cualquier situación.

—Los reinos estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo en todo momento, pero no logramos encontrar esa maldita piedra que ustedes buscan —responde Rindel, añadiendo—; ¿No estará en otro lugar?

Negando ambos dioses en ese momento delante de todos.

—¡Es imposible, ya que la energía maligna que se puede sentir; está en este lugar! —suena la voz de Azathot enojado.

—Este bosque no es como cualquier otro, el motivo es por esto —informa Hastur, dirigiéndose hacia un gran árbol para seguidamente invocar un hechizo de fuego para incendiarlo a la vista de todos.

Observando todos los presentes el momento en que el árbol empieza a incendiarse de poco en poco, pero de forma extraña; las llamas se extinguen mientras que el árbol se regenera a una gran velocidad.

—Es imposible —suena la voz de un minotauro.

—La bendición de Calista está presente en este lugar y ella no va a permitir que cualquiera encuentre su escondite secreto. Es por eso que los Naakros están al servicio de ella —dice Hastur enojado, añadiendo—. Solo esperemos que este sea el único problema a la que debemos de resolver para que este universo deje de ser categoría ocho (*).

—Este… —suena la voz de Rindel llamando su atención mientras que empieza a ver el suelo un poco nervioso, situación en la que Hastur y Azathot se dan cuenta.

Ambos dioses se dan cuenta que algunos guerreros elfos desvían su mirada hacia otro lado, tal parece que algo malo ha sucedido.

—¿Qué acaba de suceder? —inquiere Hastur confuso.

—Grandes dioses del conocimiento, con respecto a la situación de los problemas que están sucediendo en este planeta, hemos decidido no quedarnos con las manos cruzadas y hem… —argumenta Rindel siendo interrumpido por Azathot.



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En el texto hay: romance, magia, guerra.

Editado: 14.03.2023

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