Ubicación: Cercanías del Gran Bosque
Un pequeño ejército conformado por cincuenta mil tropas de guerreros Albekanos se dirige en camino hacia el misterioso bosque, un bosque bastante extraño, ya que alberga a diferentes tipos de criaturas. Criaturas que están dispuestas a asesinar a todo aquel que trate de destruir la base de la diosa Calista.
Mientras que todos avanzan hacia su objetivo con un poco más de precaución, Heriberto y sus amigos van entremezclados con algunos hechiceros y caballeros, debido a que tienen miedo de ser traicionados, por otro lado, Manuk simplemente avanza de forma “normal” junto con sus miembros de su escuadrón.
El líder del escuadrón de los elegidos dirige su mirada hacia Heriberto para darse cuenta que está bien protegido, debe idear un plan para tratar de traicionarlos en silencio, gira su mirada hacia sus compañeros, logrando ver que Gregorio tiene su vista hacia Eufemia, sabe que su compañero quiere enfrentarla a como dé lugar y le va a dar esa grandiosa oportunidad para que pueda disfrutar su pelea, cambia de objetivo para apreciar a Mauricio caminando y deteniéndose repetitivamente de forma extraña, pero decide no tomarlo en cuenta, aunque parece que algo extraño le está sucediendo y por ultimo; se enfoca en su amiga Celina, percatándose que ella muestra una mirada asustada.
Algo ella debió de haber observado que le causó un gran trauma, comienza a acercarse hacia ella, pero se percata que Mauricio se acerca hacia ella antes que él, por lo que decide no intervenir y seguir con su camino, ya existirá otra oportunidad para que le cuente todo lo que ha observado más detalladamente.
—¿Te encuentras bien? —inquiere Mauricio, viendo a Celina preocupado mientras que llama su atención.
—Él, ¿realmente es un habitante de nuestro reino? —inquiere Celina asustada.
Mauricio solo duda por unos momentos en silencio, decidiendo negar con su cabeza lentamente para seguir hablando:
—No te preocupes Celina, tienes a tus mejores amigos para protegerte.
Percatándose Mauricio que Celina solo dirige su mirada hacia el suelo realmente asustada, comenzando Mauricio a sospechar de esa actitud que ella está teniendo.
«¿Qué habrás observado realmente, Celina? ».
Es el pensamiento de Mauricio mientras que poco a poco se acercan hacia el Gran Bosque.
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Ubicación: Gran Bosque
Horario: 2 Horas antes del inicio de la expedición por parte del Reino Albeka.
En una noche como cualquier otra, se puede contemplar al reino Albeka de forma “normal” como es de costumbre, debido a que los centinelas hacen sus rondines como siempre por si algo extraño surge, aunque todos saben que gracias a los dioses viven de forma tranquila a diferencia de los demás reinos.
Momentos en que no deben de confiarse demasiados, ya que saben que todos los demás reinos los están observando y estudiando con la finalidad de derrotarlos en el futuro, si es que surge una guerra.
En estos momentos, Celina se encuentra caminando lentamente por las calles, debido a que está siguiendo a un sujeto que se le atravesó por el camino momentos antes: El hechicero solitario.
Decidiendo ella seguirle para averiguar su secreto, así como: ¿Dónde vive él realmente? ¿Qué hace él caminando en la noche por las calles? y todas esas cuestiones que tienen los famosos entrometidos.
Por ahora, Celina milagrosamente cuenta con todo su equipo de protección necesaria para defenderse de un posible ataque sorpresa por parte del extraño hechicero, en su cadera derecha carga el cinto donde está apoyada la funda de su espada, teniendo ella cuidado de no llamar la atención. Anteriormente ha decidido quitarse las grebas de los pies para no hacer ruido cuando camine, quedando simplemente con un calzado de piel que milagrosamente pudo ponerse antes de seguir al ser misterioso.
Mientras que Celina avanza siguiendo discretamente al hechicero, logra recordar que anteriormente, él emergió a través de un portal en medio del reino. No sabe de dónde viene, pero el simple hecho de aparecer de ese modo; la pone a pensar.
Recordando ella algunas palabras que el extraño comentó antes de seguir avanzando.
«Maldita escoria, ¿dónde se esconderá?».
Recuerda Celina no sabiendo a quien se refiere, pero ha decidido seguirle discretamente para averiguar su escondite secreto.
Han pasado varios minutos en que ambos han estado avanzando por el reino, percatándose Celina que poco a poco se acercan hacia las grandes puertas del reino, una gran desventaja para poderle seguir, pero se percata que hay algo extraño en todo esto mientras avanzan.
Comenzando ella a dirigir su vista hacia sus alrededores preocupada, ya que una incógnita comienza a generarse dentro de su mente en ese momento:
«¿¡Donde están los malditos centinelas?! ».
Percatándose que el hechicero misterioso avanza tranquilamente hacia la salida sin que nadie se interponga en su camino, nuevamente Celina dirige su mirada asombrada hacia su alrededor en busca de algún guardia, pero no encuentra a nadie de forma extraña.
«¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Será acaso una intervención divina o será una advertencia por medio de los dioses?».
Son varios de sus pensamientos mientras que vigila a lo lejos al ser misterioso, comenzando ambos a salir del reino, una desventaja bastante grande para Celina, ya que no existirá algo que pueda cubrirle.
Ambos avanzan por los sembradíos del reino, el hechicero solitario avanza tranquilamente en dirección hacia el misterioso Gran Bosque, por otro lado, Celina simplemente busca rápidamente por medio de su vista algún arbusto que pueda esconderla, comenzando ella a rezar a los dioses por que el sujeto misterioso no dirija su vista hacia su retaguardia.