Universo: Eifell
Ubicación: Desconocida.
Año: 2000 A.C.
Una batalla está a punto de comenzar entre Tsubaki contra los doce dioses más poderosos y malévolos de todos los universos. La mayoría de las miradas se enfocan principalmente en un individuo en todo el campo de batalla.
Monlix observa sorprendido al ser desconocido, sabiendo que acaba de humillar y regañar a los dioses y guerrero más importantes de todos los universos, pero no sabe lo que puede suceder a partir de ahora, ya que una cosa es enfrentarse a tres y otra a doce.
Comenzándose a formar un portal a lo lejos de ellos que llama su atención para emerger las diosas: Sayoko y Kirika. Ambas diosas muestran una expresión seria.
—¿Pero qué hacen las candidatas a ser diosas de la inmoralidad en este lugar? —inquiere Lius seriamente mientras que Maltan sonríe.
—De seguro es un trofeo por parte de Satanás; si logramos derrotarlo —suena la voz de Rudba comenzando a emocionarse, añadiendo—. Ambas serán para el vence…
Siendo interrumpido por Lisa en ese momento.
—No lo creo —dice Lisa con una actitud seria mientras que observa a Tsubaki, añadiendo—. Ya no veo que ellas poseen un vestido bastante provocativo como antes lo usaban. De seguro algo pasó y dudo que sea por parte de Satanás, además, existe el rumor de que siempre cuando un demonio trataba de acercarse hacia ellas; moría de forma extraña.
Comenzando todos a observar seriamente a su oponente mientras que Tsubaki los observa desde lejos.
Por otro lado, Sayoko y Kirika deciden cruzar sus brazos para presenciar el combate que se va a dar a conocer en ese momento.
—¿Crees que ellos podrán contra él? —inquiere Sayoko mientras que Kirika se acerca un poco más hacia ella seriamente para negar enseguida con su cabeza.
—No, pero hay algo extraño en nuestro nuevo amo —informa Kirika, llamando la atención de Sayoko mientras que voltea a verla confusa.
—¿Qué vez? —inquiere Sayoko.
—V… veo muchas sombras atrás y alrededor de él de forma extraña, tal parece que es un ser bastante maldito que no debiera de existir —responde Kirika.
Observando ambas diosas que Tsubaki muestra una actitud seria en todo momento sin moverse de su lugar, no saben cuál bando va a iniciar con el combate, pero se percatan que Tsubaki cierra sus ojos en ese momento de forma extraña.
—Ahora, empecemos —dice Tsubaki abriendo sus ojos mientras que abre y cierra su puño derecho fuertemente.
Percatándose todos que él se está preparado para el combate, obligándolos él a que también se preparen desde sus lugares de forma precavida. Todos saben que un mal movimiento puede crear una gran desventaja.
—Necesitamos trabajar en equipo en todo momento —dice en voz baja Lius llamando la atención de sus amigos, añadiendo—. Después nos ponemos de acuerdo con lo del trofeo que nos han enviado, pero…
Callándose en ese momento, ya que todos se percatan que muestra una actitud de duda mientras que Tsubaki no hace nada, ya que sonríe.
—Escuché antes que ustedes son los dioses más peligrosos y temidos de todos los universos, si todos ustedes quieren este gran poder que poseo —anuncia Tsubaki, enfocando su mirada hacia Lius en ese momento, para enseguida; comenzar a brillar su ojo derecho de color rojo fuertemente.
Desatándose en ese momento una fuerte aura maligna por medio de su cuerpo que se extiende hacia su alrededor rápidamente de forma aterradora.
Percatándose de este suceso todos los dioses, ya que sienten que la gravedad aumenta considerablemente.
Lius junto con todos los demás tratan de resistir ante el gran poder aterrador que posee el ser supremo definitivo, no saben cómo igualar el poder, pero la única alternativa que tiene el líder de los once dioses malévolos es: usar su aura malévola para contrarrestar el aterrador poder de su enemigo.
Impactando ambas auras fuertemente entre sí por unos momentos, pero de forma humillante; el aura de Tsubaki derrota al aura de Lius.
—Gravedad —informa Rudba seriamente.
—Ciertamente un demonio —dice Zazorg, descubriendo que su nuevo oponente es un ser bastante poderoso.
—Es impresionante —suena la voz de Kirika a lo lejos junta con Sayoko.
No lográndola escuchar todos los demás, ya que observan al ser supremo definitivo con preocupación.
Comenzando Lius a enfocar su mirada hacia Tsubaki, pero se percata que ambos ojos de su enemigo, ahora brillan fuertemente de color rojo mientras que el aura infernal se desprende de su cuerpo de forma aterradora.
Descubriendo que su enemigo es mucho más peligroso de lo que pensaban.
Eliminándose de forma extraña el aura de Tsubaki para volver todo a la “normalidad”, pero ahora todos los dioses tienen su mirada hacia su enemigo.
—¿Qué sucede Dioses más peligrosos de todos los universos? —inquiere Tsubaki, comenzando a desafiarlos a todos mientras que añade—. ¿Están muy asustados para moverse?
Comenzando todos a verlo seriamente.
—Es una situación bastante difícil y ellos se acaban de dar cuenta —informa Kirika, observando que los doce dioses no se mueven de sus lugares—. Saben que su nivel está muy por debajo de él.
Comenzando Sayoko a afirmar con su cabeza.
Por otro lado, Tsubaki se da cuenta que nadie se atreve a desafiarlo, ya que observa que sus enemigos no se mueven de sus lugares, sabe que debe de actuar; lo más pronto posible para demostrarles quién manda.
—Si ustedes no vienen, ¡yo iré… —anuncia Tsubaki, decidiéndose adelantar al combate por medio de un gran impulso por parte de sus pies contra sus enemigos.
Sorprendiéndose todos los dioses por su reacción mientras que Lius se da cuenta que Tsubaki se dirige contra él a gran velocidad, decidiendo el líder malévolo contrarrestar el ataque de su oponente con un fuerte puñetazo con su mano derecha mientras que Tsubaki; le responde de igual forma con otro fuerte golpe.