Capítulo 82: El Origen De La Oración Maldita, Un Grave Error Por Intervenir

Ubicación: Desconocida

Planeta: Mistral

100 años antes de los sucesos del Enigma De los Belkas

—¡Sigan atacando, háganlo por el poderosísimo Asmodeus! (*) —suena el grito de un guerrero orco mientras atacan a sus enemigos.

Lográndose apreciar que dos ejércitos se enfrentan fuertemente entre sí en un extraño bosque.

—¡Señorita Anastasia, no vamos a poder contra el enemigo en esta situación! —suena el grito de un guerrero elfo mientras que Anastasia lucha contra varios enemigos.

—¡No se rindan y sigan atacando! —ordena Anastasia, pudiéndose ver que su cuerpo está más desarrollado y ahora parece a una mujer más madura a como era antes, debido a los muchos años que han pasado en su vida.

Abriéndose el portal a lo lejos de la batalla para emerger Anderson completamente asombrado, ya que decide ocultarse para poder evaluar la situación.

«¡¿Pero qué ha sucedido con todos?! »,inquiere asombrado Anderson, logrando ver que Alters, Minotauros y Elfos; luchan fuertemente entre sí de forma descontrolada.

Decide esperar el momento para que pueda darse una idea de la situación, ya que escucha fuertes gritos de personas.

—¡Sométanse ante Asmodeus! —grita un Minotauro, asesinando con su gran hacha a varios elfos con una aterradora fuerza.

—¡No se rindan y derroten esta emboscada! —grita Anastasia, logrando identificarla Anderson a lo lejos, ya que dirige su mirada sorprendida hacia ella, pero se percata que la hechicera se ve más grande y más madura, pareciera que su agilidad de antes; ha disminuido de forma aterradora a como él la conocía.

—¡Sometan… —suena el grito del seguidor de Asmodeus siendo asesinado misteriosamente delante de todos.

Llamando este hecho la atención de todos hacia la víctima, ya que se logra escuchar el marchar de muchas tropas hacia esa dirección de forma misteriosa.

—¡En el nombre del santísimo que lo ve todo! —suena el grito de una extraña chica, emergiendo a través de la arboleda del bosque junta con miles de guerreros que cargan armaduras plateadas.

Logrando ver Anderson que la chica extraña está vestida como una sirvienta, siendo los colores de su vestimenta blanco y negro. Su cabello es azul arreglado con un par de trenzas, usa lentes, pero son de forma circular, posee un collar con un colgante en forma de cruz que adorna su cuello y sus armas son dos pequeñas hachas modificadas: ambas incluyen un pequeño cañón de Mortar.

Sorprendiéndose bastante el hechicero, ya que nunca la ha visto, pero puede sentir un aterrador poder maligno dentro de ella, aunque se percata que ese poder maligno está tratando de liberarse, ya que siente que una energía bondadosa lo impide de forma extraña.

—¡Arasius! —grita un caballero que acompañan a la extraña sacerdotisa mientras que todos sus enemigos, la observan seriamente.

—Sométanse ante el llamado divino y arrepiéntanse de sus pecados, ¡ahora! —grita la extraña sacerdotisa, comenzando Anastasia a enojarse delante de todos.

—¡Jamás, maldita traidora, no te perdonaré por este ataque que estás dando! —grita Anastasia, siendo acompañada por un fuerte grito por parte de sus aliados mientras que la extraña guerrera se prepara para el combate.

—¡Insignificante santita, llegó la hora de que no te entrometas en los asuntos de otros! —grita un arquero por parte del ejercito de Asmodeus, comenzando a atacar a varias tropas de Arasius junto con sus compañeros para que nuevamente se reanude el combate.

Siendo ahora el enfrentamiento entre tres ejércitos que luchan fuertemente entre sí.

Comenzando Anderson a ver enojado el combate, ya que observa que Anastasia tiene dificultades.

«¡No puedes intervenir en esto Anderson, ya que alterarías el tiempo! »,suena el grito de Genuine dentro de la mente del hechicero, logrando ver que Anastasia está teniendo problemas.

—Es imposible… —dice Anderson comenzándose a enojar, ya que se percata que la sacerdotisa se acerca contra Anastasia para comenzar a atacarla con una gran agilidad.

«¡No Anderson, no desobedezcas y alteres el destino de otras criaturas! »,suena la voz de Ventisca enojada.

—¡Al carajo sus malditas reglas! —grita Anderson, decidiendo intervenir en la guerra en ese momento, ya que decide gritar fuertemente mientras que asesina a muchos guerreros que se encontraban cerca de él.

Anastasia lucha fuertemente contra la extraña sacerdotisa, teniendo dificultades para defenderse, ya que hace poco tiempo había dado a luz, pero la situación de la guerra la han obligado a intervenir.

Percatándose ella que la sacerdotisa representa un gran desafío para sus vidas, trata de avanzar hacia su objetivo, pero la sacerdotisa se lo impide. Sabe que deberá de eliminar un estorbo para poder continuar, aunque de forma extraña y segundos más tarde; un grito comienza a llamar la atención de todos, debido a que logran escuchar la palabra: Alters por parte de Anderson.

—¡Alters! —grita Anderson, usando su magia para empujar fuertemente a todo aquel que se interponga en su camino, ya que no sabe si son enemigos o aliados, pero se percata que está llamando la atención de todos.

Decidiendo Anderson correr hacia la ubicación de Anastasia, pero se percata que la hechicera aprovecha esta situación para dirigir su bastón contra su enemiga desprevenida.

—¡Ahora! —grita Anastasia, disparando una pequeña bola de fuego contra la sacerdotisa.

Comenzando la sacerdotisa a dirigir su mirada hacia ella confusa para ser su ojo derecho perforado por la magia de Anastasia.

Cayendo la sacerdotisa de rodillas delante de todos mientras que grita fuertemente del dolor, aprovechando esta oportunidad Anastasia para dirigirse hacia otro lugar junta con sus tropas.

—¡Aprovechen! —ordena Anastasia, alejándose del combate mientras que sus tropas empiezan a gritar el nombre de Alters con felicidad, algunos dirigen su mirada hacia Anderson para verlo con una sonrisa en señal de agradecimiento y otros defienden su avance, ya que las tropas de Asmodeus siguen luchando fuertemente ahora contra el ejército sacerdotal.