45.2 - Paraíso al dormir

Navidad... navidad... dulce navidad...
Nanani... ninino... ni...
¡Ya está bien de esto! Tantos villancicos, tanta alegría y sobretodo frío. Esto me pone tan en punta que corto la piel a cualquiera.

Pero bueno, hoy en día ya he reencarnado en un humano. En cierta parte hecho de menos ser un pelo... O bueno... retiro lo dicho.

Oh sí... ya ha pasado un largo tiempo desde la última vez. La vida humana pasa volando, cuando menos te lo esperas ya tienes una edad y recuerdas todo lo de atrás y lo añoras. Pero debo decir que ser humano es repugnante. ¡Que soy un sucio bebé baboso y tengo siempre las manos pringosas y la caca se me escapa sin más! ¡Apesto! ¡En pelo a pesar de las torturas diarias pues al menos olía bien!
Y luego la comida... esas papillas con grumos... es otra historia a contar...
Además vivir esto otra vez... Aunque sea otra perspectiva ¡Me da escalofríos! ¡Seguro hay otros pelos sufriendo lo que yo sufrí!

Horrible naturaleza...

Pero poco a poco voy tomando el control de mi cuerpo... quizá pronto pueda contar esta vida horrible y anécdotas sin interrupciones de esta familia tan enfermiza y obsesa de la navidad.

Por ahora, que nunca tuve la oportunidad en el pasado ya que normalmente dormía. Ya pude experimentar un verdadero invierno y eso que llaman Navidad.
Es vomitivo. Tiemblo muchísimo... ¡Normal que fuera vago en pelo! Además... 
Es duro de contar pero al ser pelo y era consciente pues era todo agonía y dolor, pero cuando es invierno...
¡No hay depilaciones! ¡No hay nada! ¡Hay mucho amor! ¡Calor! ¡Cremas! ¡Ningún tinte! ¡Ningún pelo sucio!

¡Por qué tuve que estar durmiendo en mi vida de pelo! ¡Por qué! ¡Realmente era un paraíso cuando dormía y no pude disfrutar nada!


Odio mis vidas. Menos siendo pelusa. Vida corta pero agradable, dentro de un ombligo mugriento. Vivía en el ombligo de un chimpancé castaño oscuro bastante gordo, apenas el pobre podía trepar. Al ser pelusa no tuve nariz, pero era como vivir en un algodón, hasta que me sacaron y morí.
Pss... Aunque había buen rollo con otras pelusillas, son medio hipsters pero se toleran.

En fin... aunque me de asco este bebé repugnante, seré un poco más humano.