El pelo

64 - Arte del vacío

¿Tetas de hada? No tenía nada mejor que decir mi padre como primera impresión.
Sabía que tarde o temprano se quebraría todo. 
Mai está completamente estupefacta. Esto se acabó.

— Mmmm... ¿Esta es la amiga que querías traer? ¿Se encuentra bien?
— Pa... ¿A ti te parece normal lo que has hecho?
— Mmmm... Pues la verdad podría mejorar los pezones... Tienes razón Satella. Digno detalle de mi hija erótica. —Respondió orgulloso.
— P... Pa...

No puedo más, es realmente vergonzoso. Su cerebro solo está compuesto por mujeres, hombres y seres desnudos. ¡Es imposible hablar con él!
¿Dónde está mi madre cuando más la necesito?

—Ah... Tu querida y preciosa madre viene mañana. —Recordó el padre.
—¿Acaso tienes telepatía también? Perverso.
—¡Venga! ¡No seas así! Vaya carácter de tu madre has sacado... —Se defendió pero descendiendo a un hilo de voz.

Ñiiii... Esto es absurdo...

—Em... ¡Soy Mai! Amiga de Satella. —Interrumpió decidida.
—Oh, parece que puedes hablar a pesar de ver esta preciosa hada. 
—Sí... La verdad es que ya estoy acostumbrada al arte de su hija. El suyo es mucho más explícito. 
—Umm... Ya, es que Satella no le suele interesar saltar del ero al porno. Yo creo que simplemente no sabe dibujar genitales por lo frígida que es.
—¿Cómo te atreves a decir eso Pa? —Respondí enfadada.
—Ya sabes que soy transparente y te lo digo para que veas como te ven desde fuera.
—Mi forma de ser es mi forma de ser. No eres quién para cuestionar mi conocimiento simple simio.
—Agg... Aquí está de nuevo... Lo siento, pero mi hija cuando se enfada se le sube el ego y se cree una especie de ser superior. Pero se nota en su voz que lo hace apropósito para hacerme enojar. Ya madurará, Mai.
—De verdad eres un...
—¡Pues eso! Entra Mai, eres bienvenida. —Continuó mi padre interrumpiendo mis palabras.

Ay... Si es que ya no me sorprende... Era completamente obvio sus intenciones...
Al menos no ha ido para tanto.

—¡Entra aquí al salón! —Gritó mi padre.

¿Y este que quiere en el salón? Amm...

—¡Mai no entres! ¡Vamos a mi habitación ahora mismo!

Fue demasiado tarde...
Ella se quedó como si hubiese visto el fin del mundo. El fin del significado de vivir.

—Maa...

No puedo. Seguro que es lo que yo creo que es...
Veamos...
Sí, era obvio. La colección de arte erótico de mi padre distribuido por todo el salón.
Este hombre no tiene...

—¿Eres Fugus? —Preguntó Mai sorprendida
—Oh... ¡Conoces mi nombre virtual! ¿Serás una Fan? Oh... Qué casualidad... ¡Estoy tan contento! —Respondió alegremente. —¿Quién eres en la red?

De mal en peor... Encima es una fan... ¡Mai por qué nunca me has dicho eso! Aunque le parecía gustar mis ilustraciones... Meh...

—Mai. Te había bloqueado por usar mis ilustraciones como referencia a lo erótico en un Halloween.
—Ah... Eres... Mmmm...
—Ni te acuerdas de mi...
—Oh sí... Pero te hacías pasar por un chico y tus dibujos eran increíbles. Tan solo verlos te hacía sentir un gran vacío. Te sumergían en la total oscuridad de tu propio ser y te hacían ver de alguna forma aquello que buscabas.
Realmente admiraba muchos tus dibujos, pero en ese Halloween...
Quería ver si podía mezclar el vacío con el erotismo... ¡Pero vaya! Resultó ser un fracaso...
—Mmm... Gracias... Pero no fue eso. Me molestó mucho que esa combinación tuviese más mérito que lo mío. Me sentí abandonada. Pero por otro lado me costaba admitir que realmente conseguiste esa mezcla. 
—¿Lo conseguí? Vaya... Creía que te había parecido tan horrible que decidiste bloquearme. Pues lo siento mucho.
—No pasa nada... Te desbloquearé luego... 
—¿Sigues dibujando arte del vacío? —Preguntó con gran interés mi padre.
—Sí... Aunque estoy pensando en cambiar de género. Es realmente rechazado por el mundo.
—No, no hagas eso Mai. El arte erótico siempre fue mal visto, pero hoy en día lo ves en todos sitios. Sea escrito, dibujado o representado. ¡Algún día conseguirás que tu arte sea reconocido!
—Um... En verdad me hace muy feliz escuchar esas palabras... Siempre me sentía sola hasta que entré en un grupo de arte. Luego conocí a Satella y ahora a usted.
Quizá mi suerte esté cambiando.
—No, no es suerte. Olvídate de esa palabra, es una balanza. —Dije yo interrumpiendo el ambiente enternecedor.
—Aggg... ¡Venga ya! Tenías que interrumpir el climax Satella. —Molest respondió mi padre.
—No, no te preocupes. Espero que nos llevemos bien. —Dijo Mai.
—¡Obviamente! Pero nunca serás tan buena como Satella... ¿Te digo un secreto como muestra de amistad? 
—Si no quieres ir a la cárcel no lo digas, papá. —Respondí molesto.
—¿No era que te daban igual esas trivialidades o ser supremo? —Se burló de mi.
—Nos vamos.—Dije y sujeté la mano de Mai para llevarla hacia mi habitación.

Por fin... Este humano es bueno en ciertas partes, pero es demasiado intenso.
Es hora de ir a lo que íbamos...
Siento tal horrible calor en mi cara... Qué terrible vergüenza...

—Esas prisas serán que... ¿Vais experimentar posiciones eróticas entre mujeres para mejorar? ¡Increíble! —Se escuchó en el salón a voz de mi padre.

Este hombre...
Por culpa de seres como estos no me parece raro que hayan especies en el universo que quieran extinguir la humanidad...
¡Agg!


La visita fue pasando tranquilamente. Mai y yo conversamos a lo largo de la noche y le contaba experiencias con mi padre y madre. Ella comenzó a desear el conocer a mi madre, pero aún no había llegado a casa, se retrasa mucho.
Se preguntaba si sería tan divertida como mi padre. Y eso que dije que es una especie de demonio...
Al final comparamos artes y nos enseñamos algunas técnicas. Ella a último momento se atrevió enseñar su blog a mi padre...
El caos fue tremendo... Mi padre le encantó tanto que incluso dijo de plagiar...
Este hombre...
Al final él "para compensarme" me dijo de inscribirme a un concurso virtual que buscaban géneros nuevos en el arte.
Mai y yo aceptamos.



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En el texto hay: humor, drama, slice of life

Editado: 16.11.2019

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