El piar de un gorrión

Carta a Michell Jackson


 

El piar de un gorrión (libro)

 

jueves, 17 de marzo de 2016Carta a Michell Jackson: (del libro El piar de un gorrión)Carta a Michell Jackson


 

Hola, Michell Jackson:


 

       Con tu carta estoy empezando una nueva edición de cartas… Las había detenido, no había escrito más. Pero el tiempo pasa y, ahora que estoy pensando hacer la segunda edición de este libro, voy a añadir algunas cartas nuevas. Y quiero comenzar con tu carta.

         Hola… Y hola…

Con todo el respeto me dirijo a hacerte una carta. Para empezarla, ya  tengo dudas si tratarlo de usted o de tú. Creo que es mejor que guarde las distancias y lo trate de usted… Es grande el respeto y la admiración que toda su persona me inspira.

Usted es un ídolo y una representación de dos o tres generaciones. Si tenemos en cuenta lo que algunos pensadores dicen respecto a la catalogación de las generaciones, una generación dista de otra, en un período de quince años. Si es así, usted con sus cincuenta años, representaba a tres generaciones juntas. Ya solo por su edad, usted juntaba a tres generaciones. Pero, no solo por el hecho de la edad como tal, que puede y no puede decir nada, sino también por lo que su persona representaba con su género musical. Usted creó un género nuevo, el Pop.

Con su música, usted, ciertamente, revolucionó a los de su edad, principalmente; como a los que iban delante suyo, como a los que venían detrás. Usted influyó y determinó la manera de bailar. Todos buscaban imitarlo. Hasta se vestían y se hacían el corte de cabello que usted se hiciera. No podía dejarse a un lado su gritico[1] característico y su vuelta sobre usted mismo con su típico agarrón de sus partes y con su movimiento pélvico. Esos tres detalles eran su tipificación e identificación. Todos los que buscaban imitarlo tenían que incluir esos tres elementos, si no, ya no sería “Michell Jackson” el personaje interpretado.

Otros detalles lo caracterizaban a usted: el color negro de la vestimenta, los guantes blancos en sus manos, y el baile. Todos estábamos siempre fascinados por su arte. Cada vez que usted salía en la televisión en algún programa, había que hacer el esfuerzo de no perderse el espectáculo. Si. Eso era. Un espectáculo. ¡Y qué de embrujador y de magia tenía! En eso consistía su hechizo. Uno admiraba su arte y su magia…

Anoche mismo… Encendí la televisión y estaban dando un video clip con una de sus canciones. Se trataba de aquella canción que lo hizo más famoso todavía, titulada “We are the World, we are the children”. Viendo ese video fue que tomé la determinación de escribirle una carta, y con ella comenzar las nuevas cartas para la nueva edición de este mi libro titulado “El piar de un gorrión”. Es justo lo que estoy haciendo en este momento. Esa canción había sido arreglada y le habían dado un ritmo nuevo combinado con reggaeton y sonaba muy bonita. Ciertamente que en esos arreglos habían cuidado de incluir muy sabiamente la versión original, pero con los adelantos de la  tecnología, hacían pensar que usted mismo la hubiese arreglado como estaba. Era una interpretación nueva. Y como tal, tenía y tiene sus valores, sin menoscabar para nada la versión inicial, que es co-obra suya. Tal vez se trataba de un homenaje post-mortem. Y les había quedado mundial, como decimos los venezolanos.

Pero hablemos de algunas cosas que creo que son útiles, como por ejemplo, el cambio de algunos rasgos de su fisonomía, como la nariz, la boca… Usted era de raza de color. No tiene nada de malo. Pero, muchos veían que usted se sentía mal de pertenecer y tener esas características. Usted se hizo la nariz. A mi gusto, la nariz que le habían creado no le iba muy bien. Le daban un cierto aire femenino. Pero, seamos francos, con todo y todo, ese era su encanto, ya que se le notaba mucha ternura. Sin negar que se le descubría mucho sufrimiento. Algunos parodiaban sus rasgos post-quirúrgicos y, a pesar de que se rieran, hacían que uno le tomara más cariño. Ciertamente, su encanto estaba en la música y en su baile, que era lo que se valoraba en usted, independientemente de los otros detalles de su fisonomía, que eran todo su derecho, aún cuando no se compartiera con ellos. Pero, es que era su vida, y nadie tenía derecho de meterse… que viéndolo bien, no dejaban de hacerlo, para atosigar como suelen hacerlo con los personajes de la farándula… en donde ustedes pasan a ser víctimas y mártires… perdiendo toda privacidad y vida privada… Y aquí hay que reconocer que usted fue muy sufrido. Quizás era en la música donde usted lograba comunicarse y revelarse como lo hacía. Quizás sus seguidores lo comprendían y encontraban en sus creaciones artísticas, reflejada esa rebeldía y esa manera contestataria que tienen los jóvenes, y por ello, era que lo querían como lo quieren. Usted lograba con ellos un feedback, una reciprocidad, una comunicación, un diálogo. Tal vez, por eso sería que en sus últimas canciones, en los videos clips, siempre aparecía un animal como fruto de una transformación en medio de los bailes que hacías. Quizás era una metamorfosis la que estaba proponiendo y exigiendo. Si es así, entonces, es para admirarlo más y más, y quererlo todavía mucho de lo que se le quiere… ¡Y, cómo no admirar y respetar su arte, Michell…!

Si es verdad eso que acabo de decir y de descubrir, entonces, sus bailes y sus shows hay que verlos con capacidad de estudio, como se ve una obra de Miguel Ángel, o de Leonardo Da Vinci, con todo el respeto que se merece. Y no solamente eso, si no que hay descubrir en ellos todo lo que todavía no se ha descubierto. Ahora se me está despertando la curiosidad al respecto y comienzo a admirarlo más… Es usted un genio… Sin descartar la idea de la evolución implícita en sus videos shows, porque esa metamorfosis a la que invita, puede ser una transformación evolutiva, del animal al ser espiritual, y del espiritual al animal, en reversa y en avance, al mismo tiempo. Ahora me está resultando fascinante esta carta… Me está resultado un descubrimiento…. Como descubrimiento tiene que ser cada creación suya, con la que hay que siempre colocarse cada vez que se quiera ver o escuchar… Fascinante…



#7733 en Fantasía

En el texto hay: humor, epistolar, espontaneidad

Editado: 02.11.2022

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