El plan perfecto.

Capítulo Ocho

La cita.

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Jaden's Point of View:



 

Parece increíble que ya pasó un mes desde que un pervertido quiso pasarse de listo con Aurora. Agradezco a la vida que ese día había decidido salir a comer por esos lados, pero de un momento a otro me entraron unas tremendas ganas por orinar. Fue el primer lugar que vi más cerca a mi necesidad pero cuando entré y vi lo lujoso que era creí que no me dejarían pasar ya que mi vestimenta no iba de acuerdo al estándar.

Vamos, estaba haciendo mi carrera nocturna y luego me dio hambre.

Sin embargo la chica que atendía me dejó pasar con tan solo ofrecerle una sonrisa.

Fue una sorpresa encontrarme con que en una pared muy cerca de los baños estaba una chica llorando mientras un hombre la manoseaba. No sabía que era Aurora pero de todas formas iba a acercarme para detenerlo.

¿Cómo nadie pudo ver eso?

Perdí el control cuando escuché su sollozo y seguido de eso una súplica, reconocí su voz al instante y me volví loco.

En unas zancadas ya estaba detrás del hombre, y a los segundos ya lo tenía en el piso descargándome contra él.

Ese idiota estaba intentado abusar de Aurora.

Mierda, volver a recordar ese momento hace que me entren una ganas gigantes de buscarlo sólo para terminar el trabajo.

Después de tenerla en mi casa más tranquila cuando se levantó al siguiente día me pidió que no le dijera a nadie de lo sucedido. No creí que fuera la mejor decisión, pero era ella la que tenía que elegir, así que no discutí.

Estuvo una semana totalmente ida, comía poco y llegaba a la universidad con unas ojeras enormes. Su hermano casi me mata cuando creyó que el culpable de su estado era yo, le preguntaron pero ella nunca les dijo nada.

Ni siquiera Charlie lo sabe, sólo que esa chica sí logró pegarme un puñetazo en la cara al creer que había lastimado a su amiga.

Aurora le dijo que yo no le había hecho nada, por suerte eso la calmó un poco, pero no disipó sus dudas.

A la siguiente semana aún se notaba decaída pero ahora se veía de mejor color y hasta hacía bromas conmigo en los recesos. No volvimos a hablar de ese día sin importar que yo tenía unas mil preguntas de cómo terminó en ese lugar.

Los siguientes días ya se notaba mucho mejor, sonreía todo el tiempo y cualquiera diría que volvía a ser la misma Aurora de siempre.

Nuestra relación como amigos se fortalecía, la apuesta con mis amigos cada vez me importaba menos, y las ganas por tenerla cerca incrementaban.

Amara ya no nos molestaba, Zoé se limitaba a pasarnos de largo, ya todo el mundo estaba familiarizado con nosotros juntos. De hecho nos tomaban como lo que somos, amigos.

Más o menos.

No podían creer que yo, Jaden, "el más mujeriego", pudiera tener una amistad con una chica tan hermosa como Aurora y no intentar nada más allá de la amistad.

Pues así es, somos amigos. Aunque eso vaya un poco en contra de la apuesta.

Además me he dado cuenta de que Aurora es sensible a su manera.

Mi madre la adora tanto como para haberle contado que estuve en emergencias a los doce, Aurora se enterneció por la historia y me abrazó para después besar mi mejilla diciendo que ese beso iba para mi yo de doce.

Recuerdo sonreír como un idiota y luego borrar esa sonrisa de inmediato al encontrarme con la mirada emocionada de mi madre. Ella estaba viendo cosas donde no las había.

Ya pasadas unas semanas los hermanos de Aurora me toleran un poco más, pero definitivamente me gané a su padre con mis malos chistes.

Estamos bien, ahora mis amigos son los de ella y los suyos los míos —más o menos—.

Podría decir que éste ha sido el mejor mes de mi vida.

 

****

 

—No sean unas nenas —maldición, estoy sorprendido. Aurora nos está dando una paliza a todos en Call of Duty. Cuando comenzamos a jugar la idea era turnarnos con el que fuera perdiendo.

El problema es que Aurora ha ganado casi todas las partidas y por consiguiente nos ha ganado a todos, hasta a su padre.

Estamos haciendo una cadena de oración para que por fin pierda esta partida contra Dean, él de verdad se está esmerando, pero al final no sirve de nada. Aurora juega totalmente relajada mientras que Dean parece que va a sudar de los nervios y las manos le tiemblan por la adrenalina.

—¿Cómo es posible que seas tan buena para esto pero eres un asco para el fútbol? —pregunta Sean cruzado de brazos mirándola con recelo.

Aurora sonríe sin despegar los ojos de la pantalla.

—Porque esto no requiere que tenga que mover el cuerpo, únicamente tengo que mover mis dedos, y como todos saben soy muy buena con ellos.

¿Eh?

La miro con sorpresa.

Sé que no lo dijo en doble sentido, o eso quiero creer, pero diablos, admito que me prendió un poco escucharla decir eso, porque mierda, ella es verdaderamente buena con los dedos.

Con esa sola oración mis ojos se quedan clavados en los movimientos de sus dedos, son rápidos y ágiles, sabe dónde está cada botón cuando necesita uno.

—¡Aurora Smith Perkins! —la regaña su padre. Al parecer no fui el único que lo mal pensó.

Ella ríe encogiéndose de hombros.

—Papá, solo digo la verdad. Nada más míralos trabajar —levanta su consola para que todos miremos sus dedos moverse.

Bueno, debo purificarme un poco.

—Deja el doble sentido, Aura —gruñe al escuchar el sobre nombre. Me encanta que la llamen así porque me gusta verla enojada por eso.

Aunque cuando estamos solos le digo conejita, será así por ahora.

—¡Joder! ¡En tu fea cara! —James la vuelve a regañar por la primera palabra dicha, pero ella le ignora levantándose y haciendo un ridículo baile de victoria moviendo los brazos y el cuerpo en círculos.



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En el texto hay: comedia, apuesta, romance

Editado: 27.07.2021

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