Capitulo 49: Ginjo llega a la Tierra

Universo: Vía Láctea

Planeta: Tierra cuatrocientos treinta y uno punto cero. (Tierra falsa)

Lugar: San Pedro Cholula, Puebla, México 

«Muy bien, Filip. Yo y mi equipo nos encargamos de Lozkar y a la hermandad», le dice Carlos Alberto a su compañero por medio de sus pensamientos, agregando. «Tú y tus compañeros de Mistral se encargarán de Ginjo y ese nuevo enemigo».

—Me parece bien, compañero. Ojalá y logremos sobrevivir a esto —susurra Filip un tanto nervioso.

Todos los soldados están atentos y manteniendo sus posiciones, mientras que los líderes se mueven constantemente por los alrededores del cerro de Cholula y del centro de la ciudad.

Los enemigos llegan, pero no de la forma que todos esperaban; dos portales se abren en sitios opuestos y varias cuadras lejos de la gran pirámide.

Primeramente hay un caos total. Todos los soldados y golems atacan a los invasores que emergen de las grietas dimensionales, pero no les provocan ningun daño considerable.

Usando su vision divina natural, Abihu le informa a su jefe la táctica que han usado los demonios contrincantes.

—¡Se han dividido en dos grupos! ¡Ginjo está dirigiendo a tres hermanas Doppel, mientras que ese payaso está guiando a las otras tres! —exclama preocupado el tíseim.

Ellos dos y el resto del equipo se encuentran en la zona central entre ambos portales, los cuales no tardan en desaparecer.

—¡¿Y Lozkar?! ¡¿Qué pasó con ese doppelgänger?! —pregunta Carlos Alberto con nerviosismo.

—No está por ningún lado; no ha llegado —informa Édznah, calmándose rápidamente.

—¡Divídanse! ¡Busquen a sus enemigas y derrotenlas! —ordena El Gitano Blanco con severidad.

Los ayudantes obedecen y se dispersan por el campo de batalla; al mismo tiempo, pareciera que el mismo guardián sagrado prefiere huir, alejándose de ambos portales y los combates. Su verdadero plan es atraer la atención de Lozkar, alejándolo del resto de los soldados y así evitar que muchos inocentes mueran.

Espera por unos momentos después de avanzar varias cuadras, invocando nuevos golems de hielo y piedra para que ayuden a sus compañeros.

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En otro punto de la ciudad, Filip y otros de sus compañeros se enfrentan a los soldados serpientes que acompañan a los demonios principales; sumando los cientos de bupsoefs mayores que puede invocar Réum Slee.

Tal y como lo aseguró Tsubaki Chaos, las energías que envuelven las armas de los defensores son muy efectivas contra las armaduras y espadas del ejército reptiliano de Ginjo.

En medio del combate, Filip recibe un mensaje a través de un pensamiento por parte del guardián sagrado de Rómgednar.

«¡Compañero! ¡Ginjo y ese payaso desconocido se han separado! ¡Que unos cuantos de tus amigos vayan hacia el otro punto! ¡Lozkar no ha llegado, así que lo estaré esperando en otro punto de la ciudad! ¡Ayudaré con mis golems, pero si algunos necesita ayuda de urgencia solo tiene que llamarme!».

Atendiendo esa sugerencia, Filip llama a varios de sus compañeros, enviándolos hacia el segundo punto importante.

Ellos obedecen, apresurándose a enfrentarse a ese arlequín peligroso.

Asi comienza otra gran guerra épica; una más entre las tantas que han descubierto dos seres creadores supremos definitivos.