15 de febrero de 2024, hemos llegado a Morelia Michoacán, pasamos la noche en un hotel. Salí con mi traje compuesto por un saco negro y camisa blanca, lo primero que hice fue reunirme con mis compañeros para desayunar.
Posteriormente salimos sin más a tomar el transporte para ir al pueblo Azafrán, ya qué no sabíamos dónde tomarlo Jonathan tuvo que preguntar a un oficial de policía.
—Disculpe—dijo con una gran sonrisa—usted ¿sabe en dónde podemos tomar el transporte para ir a un pueblo llamado Azafrán?
—Claro— respondió el oficial extrañado por la pregunta—solo deben caminar una cuadra pasando la universidad que ven aquí.
—Gracias— le dijimos al oficial y comenzamos a caminar. Subimos al autobús y mientras íbamos rumbo a Azafrán; Bryant y Charles comenzaron a hablar.
—Azafrán—dijo Bryant con una mirada seria y fría hacia su celular—un pueblo tranquilo a las faldas del cerro El Águila, donde sus habitantes se conocen unos a otros además de que siempre se sabe que cosas suceden.
—Dirías que son bastante unidos como vecinos pero, no es del todo cierto— comentó Charles sin despegar sus ojos de la laptop azul que sujetaba sobre sus piernas.
—¿Qué es lo que quieren?— pregunté con una ligera risa sarcástica. — Pues sólo creemos que deben tener una razón para ser tan "unidos" eso es todo—. Dijo Charles mirándome fijamente poniéndome nervioso.
En ese instante Jonathan se levanta de su asiento— vamos, no se preocupen, sólo tenemos que seguir adelante, preocuparse solo nos retrasará ¿cierto Dariel?— gritó alegre mientras nos miraba. —S-Sí supongo— contestó Dariel riendo levemente.
No sé porqué pero, por alguna razón creo que Jonathan siempre nos calma cuando comenzamos a sentirnos nerviosos, no parece ser el más joven de nosotros. Es casi como si el en realidad nos estuviera cuidando similar a un hermano mayor, creo que hasta me causa un poco de gracia.
Ya en el pueblo, lo primero que hicimos fue buscar información sobre cualquier evento extraño ocurrido. Todas las personas estuvieron de acuerdo con algo; la mansión de Silva estaba prohibida para todos.
Por supuesto que también se decía que alrededor de las 21:00 horas, extrañas criaturas comenzaban a aparecer por las calles y que extraños sonidos se llegan a escuchar mientras una rara niebla cubre las calles. Pero lo que más nos llamó la atención fue que nos dijeron al llegar, que respetaramos el toque de queda.
—Todo parece indicar que el toque de queda inicia a las 20:30 horas— dijo Dariel— parece que vamos a buscar una manera de salir sin que se den cuenta—.
Miré a los demás y les sugerí que nos viéramos cerca de la capilla que estaba a la entrada del pueblo, nadie se opuso. Nos retiramos del pueblo alrededor de las 18:30 horas y nos fuimos a buscar algunas cosas para acampar, comida, bebidas etc., nos separamos para facilitarnos la búsqueda y terminar más rápido.
Después de comprar y buscar me dirigí hacia el pueblo, esperé a que todos llegarán, tardaron alrededor de media hora en llegar, llegué a desesperarme un poco de la impaciencia.Se dieron las 22:00 horas, todos estábamos listos para explorar el pueblo aunque con un poco de miedo; miedo a que alguien nos viera y nos prohibieran regresar.
Mientras caminábamos, vimos como la niebla de la que hablaban se hacía presente, pero ésta sólo rondaba por nuestros pies. Además de la niebla no vimos mucho más.
—Deberíamos separarnos y buscar— sugirió Jonathan mostrando una expresión entre seria y molesta sobre su rostro— creo que eso será más rápido que ir sin rumbo—.
Nadie aparte de mí vio el rostro de Jonathan, por lo que todos aceptaron la idea de separarse y explorar sin preguntar. Yo no, no pude decir nada.
Más tarde regresé, lo que vi fue a Jonathan con alguien que no parecía ser un hombre ordinario, pasó por mi mente que el podría ser uno de esos demonios con apariencia humana que los Cazademonios tenemos prohibido enfrentar.