Era una hermosa mañana, los sonidos que hacían los pájaros era relajante, el rosio se veía en los ventanales del castillo y el aroma a pan recién horneado se percibía en todo el castillo.
Los ojos de la princesa se abrieron con lentitud, la noche anterior la había dejado demasiado cansada y el recuerdo de lo que había pasado entre Erick y Pierre le haiba acosado su mente todo el tiempo.
-Así que ya es de dia, lo mejor es evitar a los dos, no estoy lista para esto- Kena pensó aun acostada en su cama. Una sirvienta grande de edad llego a ayudarla a vestirse, "y Karen? donde esta?" le pregunto calmada, "no puede estar aquí en este momento, la reina ha pedido que algunos de nosotros la acompañen a un lugar y Karen ha ido tambien" le respondió la sirvienta con una dulce sonrisa, la mujer debía tener como unos 65 años, con el físico de una abuela y muy amable, eso hizo que Kena se tranquilizara. "Muchas gracias, no deberia de haberse preocupado al venir aquí y ayudarme, vaya a desayunar no hay problema" le dijo pero ella siguió sonriendole y le respondió "es lo de menos, una princesa debe de verse muy bien y para eso estoy aqui, yo le ayudare en todo lo que pueda".
"Oh y su guardaespaldas Pierre está esperándola junto con el joven Erick en la parte baja de las escaleras" le dijo la sucesión sirvienta antes de irse.
-Me están esperando, acaso se habrán vuelto locos?, no no saldré de aqui, debe de escaparme de aqui sin que me vean- pensó nerviosamente mientras buscaba una forma de salirse.
Mientras tanto Pierre y Erick se veían retandose, sabían que era mala idea seguir peleándose en el castillo así que a Erick se le ocurrió una idea, "ya que tu y yo parece que tenemos el mismo objetivo creo que lo mejor seria competir limpiamente" le dijo. "De que hablas? que objetivo? yo solo estoy cumpliendo mi trabajo" le dijo Pierre, lo que le decía lo ponía nervioso, el estaba en lo correcto pero debía ser un secreto.
"Tranquilo no le diré a nadie pero tu y yo sabemos muy bien que sientes algo por ella y yo tambien así que compitamos por ella, a final de cuentas ella es la que decidira" le dijo Erick con más confianza.
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Podía huir de la misma forma que lo habia hecho antes de conocer a Pierre, pero ahora era mas riesgoso ya que el sabia muy bien la forma y siempre que lo había intentado el ya sabia y siempre la atrapaba.
Salió del cuarto sin hacer ruido, recordó que en la parte baja de las escaleras había un pequeño pasillo que llevaba a un pequeño almacén dónde ahí también había otra puerta que daba a un jardín interno, casi nadie hiba ahí ya que sus padres habían pedido que lo construyeran para su hermano y para el así que bajo muy desacio.