Capitulo XXXI "sueños dañinos y la verdad sale a la luz"

-Enmedio de arboles y un camino lleno de vegetacion a lo lejos se percibia el sonido del agua cayendo de una cascada pero tambien habia otro sonido que ella reconocia pero no sabia exactamente que era. El paisaje era tranquilo llenandola de paz pero entre mas se acercaba a esa parte preocupacion la absorvia, habia algo raro y ella podia darse cuenta. Se apresuro y cuando llego ya no estaba en ese hermoso lugar, ahora estaba en un cementerio lleno de lapidas, algunas partidas pero habia unas tres en especial que la habian impactado ya que enfrente de ella habian dos personas discutiendo, personas que ella era cercana. Pierre y otro chico discutian, al principio Kena no lo podia ver bien ya que estaba de espaldas, pero cuando volteo sus sospechas fueron confirmadas, era su hermano.

"Frank, hermano" gritaba con todas sus fuerzas Kena pero su hermano no la esuchaba, "Frank, Pierre" volvio a gritar con mas fuerza pero sin lograr su atencion. Corrio hacia ellos aunque por mas que corria no los podia alcanzar pero se detuvo y se quedo helada al ver las manos de ellos, habia sangre, sus manos estaban empapadas de sangre y al mirar hacia abajo habia cuerpos de personas, dos adultos y una niña. Luego Pierre le dio un golpe con su puño a la cara de su hermano, Frank se desbalanceo, Kena penso que se hiba a caer pero no sucedio sino que el le regreso el golpe, no solo una sino bastantes veces hasta que Pierre cayo por el dolor. 

El sufrimiento de ver a Pierre de esa forma la estaba dañando, aunque Frank fuera su hermano no tenia derecho de hacer eso, aparte ese no era el hermano aue ella conocia, este tenia una mirada fria y habia maldad en el. No soportaba no poder hacer nada asi que intento volver a correr hacia ellos cuando escucho algo que Pierre le dijo a su hermano que la dejo en shock, no podia, simplemente era imposible lo que habia escuchado.

"Tu los mataste, mataste a todos y no te lo perdonare, todos eran inocentes" 

Frank lo volvio a golpear tan fuerte que Pierre quedo inconciente, empezo a reirse con frialdad y saco su espada, "No, no lo hagas porfavor" grito con lagrimas en los ojos Kena pero antes de imaginarse todo se volvio borroso y desaparecio.-

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Kena se desperto de un brinco, asustada y con el corazon palpitando al maximo.

"Ey te encuentras bien? Estabas gritando, acaso tuviste un mal sueño?, acaso habia un chico feo?" Le pregunto Caroline riendose, Kena no le contesto, el dolor de cabeza era demasiado aparte de las nauseas que traia la hicieron volver a la realidad, la resaca le habia hecho efecto y a su amiga como si nada. "Esas son lagrimas?" le pregunto esta vez ya can seriedad, Kena se toco los ojos, era verdad traia lagrimas pero ya ella sabia a que se debian. 

"Estoy bien, solo que la resaca me afecto demasiado. Ahora que lo pienso, como acabe aqui?" Le respondio evadiendo hablar de el mal sueño, "no te acuerdas? Pierre te trajo hasta aqui, estuvo afuera de la puerta todo lo que quedaba de la noche, se preocupa mucho por ti" le respondio su amiga sentandose alado de ella, luego miro a Kena con una sonrisa y despues miro hacia la ventana con expresion de tristesa, ella trataba de evitar que Kena se diera cuenta pero era obvio. "El te quiere a ti, es muy obvio, siempre esta al pendiente de ti y aunque sea su trabajo el no lo hace solo por eso". Kena se comenzo a reir nerviosamente, "de que hablas, mas bien es a ti a quien quiere, lo ha demostrado" le respondio, Caroline se quedo callada por un momento, se levanto y se dirigio a la puerta y la hiba a cerrar detras de ella cuando le volvio a sonreir y le dijo "eso pense cuando nos besamos pero el seguia preocupado por ti no importando que" y al final cerro la puerta.

No sabia si sentia enojo, tristeza o algo de felicidad o todo a la vez pero el pensamiento de que Pierre y Caroline se habian besado le revolvia mas el estomago de lo que ya tenía, era doloroso de cierta forma. Lo que necesitaba en ese momento era espacio y tiempo para pensar, alejarse de todo lo que estaba sucediendo y de ese mal sueño que acababa de tener.