El resurgir del rey dragón

Capítulo VI: Compañeros Inesperados

Dos días han pasado, y adentrarme a un bosque tan denso no fue buena idea. Cada paso que daba habían mas árboles y mas y mas, mi visión se encontraba limitada y el anochecer se acercaba, ya casi no podía ver la densidad del bosque era increíble, no me quedaba alternativa, debía asentarme en un lugar para descansar y seguir mi camino por la mañana. Deje mis cosas en el césped, y me recosté, mirando las estrellas vi una estrella fugaz y como un joven ilusionado cerré mis ojos y pedí un deseo, que mi dulce Eamin se encuentre bien y sea feliz, me despedí de ella en mis sueños.

A la mañana siguiente, seguí con mi camino donde llegue a los bosques de Ashtorh un sitio muy deprimente y terrible, plagado de árboles muertos, terribles criaturas, y polvo. Increíble que haya algo vivo o inofensivo en estas tierras inhóspitas. Cada paso que daba me acercaba mas y mas a ciertas respuestas como que significa esa frase la cual no puedo ni se nombrar, pero lo que debía saber era donde buscar a Aznael, me senté para descansar en una roca aun lado de rio, levante mi cabeza para observar  el cielo,  un cielo totalmente consumido por una niebla negra. Me preguntaba a donde me dirigía sin ningún conocimiento, me sentía deprimido pero comencé a sentir una curiosa aroma, no sabia que era pero no olía tan mal. Recogí mis cosas y corrí en busca de la fuente de ese aroma peculiar, corrí entre rocas y musgo, entre tierra y césped hasta que mi vista pudo reconocer un bosque que era separado por un pequeño rio. Levantando mi espada para que no fuera mojada cruce ese rio hasta el otro lado, donde estaba ese bosque y proseguí en busca de la fuente hasta que entre árboles, arbustos y ramas halle una taberna, ¿Una taberna? ¿En un bosque?, no lo podía creer, pero seguí caminando hasta la puerta de esta. Cruce y note una gran cantidad de hombres embriagándose, y comiendo como cualquier taberna, por un lado sentí un gran alivio por haber encontrado personas, pero en un bosque tan inhóspito?, de pronto una voz peculiar y familiar se escucho:

-Keimiit!!!-Extraña voz.

Luego sentí un abrazo que me levanto de aquí y allá, cuando me di vuelta allí estaba:

-Grifuuu???? Eres tu???-Keimit

-Siiii viejo amigooo, como estas tanto tiempo!!-Grifu

-Hace mucho tiempo no te veo, como se encuentran todos en las minas?-Keimit

-……..No tan bien….-Grifu

-…Que sucedió?-Keimit

-Veras, cuando te marchaste las cosas empeoraron, hordas y hordas de trolls nos atacaron, por varias semanas no supimos absolutamente nada de los enanos de las minas de Suthoman, cada día grupos enormes de gigantes de la montaña y trolls nos atacaban…..Glarmin callo y fue desmembrado, muy pocos sobrevivimos y nos dispersamos-Grifu

-Lo siento, todo esto fue mi culpa…-Keimit

-No…no lo es, culparse por las cosas que nunca pasaron no es tampoco una forma de solucionar-Grifu

-Es que todo este asunto del trono, provoco que perdiera personas que no quería perder, pero aun así perdón…-Keimit

-Sabes por qué ocurrió todo esto viejo amigo?-Grifu

-No lo sé….-Keimit

-Balnor……..tiene miedo, y sabe que si reúnes todas las joyas imperiales el no podrá detenerte-Grifu

-Pero como es que sabes de las joyas?-Keimit

-Un hombre llamado Aznael, me contacto en Elfsjorg hace dos meses-Grifu

-Qué?? Aznael? Donde lo has visto?-Keimit

-No fue de vista sino que me contacto en un sueño, me dijo que venga exactamente aquí y espere tu venida y al parecer él no se ha equivocado….escúchame el dijo que vendrá y sabe que lo buscas, por eso me pidió que venga y te mantenga al tanto……-Grifu

-Mantenerme al tanto de qué?-Keimit

-Keimit….Balnor está reuniendo un ejército, quiere tomar Geopcia y Draxion, quiere forma de nuevo el imperio pero no solo eso, sino que quiere formar una legión de jinetes draxion para atacar Elfsjorg y Norgel-Grifu

-Que? No puede hacer eso!!-Keimit

-Ya empezó, con su ataque a las minas y el ataque a Guland -Grifu

-…………..Que debo hacer-Keimit

-Este sujeto Aznael quiere que lo esperemos, hasta pasar la luna llena-Grifu

-Bien de acuerdo-Keimit

-Dime algo Keimit, tienes alguna idea de quién es Aznael?-Grifu

-Se algo, pero jamás lo he visto-Keimit

-Claro, entiendo…bien entonces esperémoslo -Grifu

Cinco largos días esperamos, en esa oscura taberna, hasta que la luna llena llego…..Solo faltaba espera a que se acabe. En su fin, y esperando en una de las mesas fumando tabaco, la puerta se abre pasando hacia dentro una imagen oscura, un hombre con una túnica gris y una capa tapando su cabeza. Este hombre desconocido se quita su  capucha y deja ver su apariencia, parece un soldado de Guland, un hombre de estatura media, ojos marrones, carece de barba aunque pude notar que poseía una barbilla y pude notar que le falta un brazo.




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