Un mes después...
Me gustaría decir que teníamos ganada la guerra, pero los nobles estaban mostrando sus interés descaradamente mostrando su apoyo, en cambio nosotros estábamos hundidos en ciudadanos que nos exigían más de lo que podíamos dar, habíamos perdido gran parte del terreno marítimo, las costas estaban llenas de caballeros de Briedfield que buscaban nuestra cabeza, sentía la edad y estrés apoderarse de mí.
Estar en Lennox, como soberna temporal era algo diferente de lo que estaba acostumbrada, pues nunca había tenido tanta autonomía de un pueblo como la que estaba teniendo en este momento, era demasiada presión, pero consideraba que la estaba haciendo bien.
—Marcus, ¿Podrías darme el presupuesto del mes? — Le pregunto mientras el me lo entrega entre los papeles, mientras me pongo a revisar cada cosa, para mi sorpresa se había incrementado la economía en un 5%, pues para ayudar al incremento del comercio propuse ideas para que los mercaderos pagaran menos impuestos, a comparación de las personas que ya contaban con establecimientos a estos les ofrecíamos mejor beneficios en cuanto poder adquirir su propio lugar, el ya no estar en contacto con Riddle me había centrado en lo que quería.
Estaba tan concentrada en el trabajo, que ya no tenía tiempo para el drama.
—¿Siguen despiertos? — Me pregunta el Rey, me había dejado estar a cargo un tiempo para que agarrara experiencia y mostrar que no había odio entre nosotros —. Vanessa, deberías de dormir.
—Estoy bien, necesito hacer unas cuantas cosas más — Le digo mientras el se sienta, la paternidad no le había sentado tan bien, antes era uno de los reyes más guapos y ahora solo era la esencia de lo que era antes.
—Le están dando muchos beneficios a los trabajadores, pero a la demás población — Me dice mientras se sirve un té sin azúcar.
—Lanzare una reforma para que la educación sea gratuita — Este voltea a verme escupiendo el té.
—Vanessa, estas consienten de lo que significa eso, el 5% que has incrementado seria desperdiciado en personas que no quieren estudiar en lugar de mejorar la arquitectura o más campos de agricultura — Tenía un buen punto.
—¿De qué sirve vernos bien, si nuestro pueblo carece de deficiencias? Mucha de la población decide no estudiar por que el costo de la escuela es muy elevado, es una buena inversión, pero a largo plazo, una familia normal que llega a tener 8 hijos podría todas sus esperanzas en un solo integrante, lo que yo quiero hacer es mayores oportunidades, para tener una población enriquecida de conocimiento que pueda emplear eso en mejorar los sectores deficientes — Este se queda pensando un momento, mientras me sonríe.
—Eso me recuerda a un filósofo que decía que un pueblo que no conoce su historia está condenada a repetirla... — Conocer la historia... Ambos nos miramos fijamente.
—¿Todavía tienes las cartas de mi padre? — Este me asiente.
—Están en mi cuarto, estás pensando en publicarlo en todos los periódicos ¿verdad? — Le asiento con la cabeza mientras el da la orden para que Marcus lo busque —. Por mientras haz esa ley, y también pon que cualquier persona que resida dentro de Lennox por al menos 6 meses podrá tener ese beneficio, podríamos tener una flota de inmigrantes lo que también alzaría la economía.
Comienzo a escribir el decreto, mientras este se pone en la parte de atrás para corregirme los puntos malos, comenzaba a darme sueño, pero no podía quedarme dormida.
—Vanessa, te ordeno irte a dormir — Me dice a lo que me río.
—Usted no me puede dar órdenes, pero acepto, iré a dormirme — No era una persona que amaba, pero si una que apreciaba, fue la persona que me saco de ese lugar, y la que me dio estudios, es por eso que no lo odiaba, me despido para irme a acostar, las mucamas alistaron la bañera y con ayuda de una de ellas, corte mi cabello hasta los hombros, era bastante incomodo traerlo demasiado largo, al terminar me doy cuenta de que fue lo más corto que lo he tenido, me sentía fresca por lo que entro en las sábanas, para recostarme.
Me siento intranquila, sueño con aguas turbulentas, y pájaros que me picoteaban, habían cosas que me estaban provocando una pesadilla, escucho unas pisadas, eso ya no era mi sueño, había algo en mi habitación, meto la mano por debajo de la almohada, para sentir mi daga, pero se estaba subiendo a mi cama, quería moverme, pero no podía, estaba tan cansada que era difícil moverme, era difícil tan siquiera tratar de abrir los ojos, al abrirlos solo miro una persona con la cara tapada, poniéndome una almohada en la cara, tomo la daga, para empujarlo pero esta sale de su lugar, solo pienso en cómo debería de escaparme de aquí, me estaba quedando sin aire, pataleaba, lanzaba gemidos, pero nada podía detenerlo, nada podía frenarlo, se estaba volviendo negro, hasta que escucho como la puerta se abre con varias personas, haciendo que este se aleje de mí.
—Vanessa, ¿Estas bien? — Me pregunta Lady Jane, tomándome entre sus brazos, mientras me ayuda a controlar la respiración, estaba tan agitada, que no podía controlarme bien, sentía como el aire regresaba a mis pulmones.
—¿Está bien? — Pregunta Caleb, sin despegar su cara de la persona quien osaba matarme, al quitarle lo que la cubría, era una mujer que había sido mi mucama desde hace 2 semanas, esta no mostraba arrepentimiento, al contrario, estaba alzada.