Sí papá estoy bien. –Le confirmaba por teléfono
-Espera que tu hermano quiere hablarte. –Me indicó
-Anni. –Jeremy sonaba preocupado.
-Hola Jey. –Le sonreí.
-¿Te hizo algo? –Me pregunto con tono severo.
-No. –Contesté sin titubear.
-¿En serio? –Quiso reconfirmar.
-Todo en orden, ha sido un caballero.-Mentí acordándome de la noche juntos y me sonrojo.
-¿Puedo ir por ti? Pronto abrirán los caminos.
-Jere, no es necesario.
Guardó silencio unos segundos.
-En ese caso te esperamos de regreso, te amo.
-También te amo hermano.
La comunicación se corta y observo a Draggon recostado en el borde de un escritorio con los brazos cruzados y mirándome fijo, sé que ha escuchado toda la conversación.
-Tu hermano no confía en mí –Pronuncia un poco ofendido.
-¿Debería? –Lo encaro.
-Tal vez no. –Su mirada ahora era más penetrante.
-¿Qué? –Pregunto sin entender su repentino cambio.
-Nada.-Responde relajando su cuerpo.
Ya había tomado una ducha y Rose me prestó ropa, éramos de la misma talla.
-No me digas que nada, siempre cuando dicen “Nada” es algo. –Apunto molesta
-¿Todo tienes que discutirlo? –Se aproxima a mí y no sé por qué pero retrocedo.
-Así soy yo. –Afirmo sosteniéndole la mirada.
-Hasta cuando me hablas en ese tono, me encantas.
-Esto es extraño, todo lo que está sucediendo. –Me alejo de él. –Hace sólo un par de días te odiaba y hoy mis sentimientos son un lío.
-¿Crees que esto es fácil para mí? –Mete las manos en las bolsas de su pantalón de vestir azul. Anda un suéter celeste cerrado con zipper adelante y una camisa blanca por dentro.
-No, imagino que no, pero tu actitud conmigo ahora me confunde.
Deja salir un suspiro y su mirada se pierde un momento en el cielo raso. ¿Será que siempre lo quise? Que ese amor de niña se incrementó hacia él sin que fuera consciente de ello. ¿Sería eso posible? Y la única razón de comportarme altanera con él fuera por su cortante trato conmigo.
-Mi reino por tus pensamientos. –Sus ojos me escudriñan.
-Cuidado con lo que deseas. –Dejo ir con doble sentido.
-Señorita Collin ¿Me está amenazando?
-Jamás amenazaría al rey. –Ambos sonreímos.-Me gusta más el Draggon que eres ahora, pero me atemoriza que sea solo un espejismo y que al abrir los ojos me dé cuenta que ha sido un sueño.
-Éste siempre he sido yo, o al menos la parte que oculto a las personas, no me interesa que me amen, quería respeto y lo obtuve.
-¿Pero a qué precio? –Lo cuestiono.
-El que fuera preciso pagar, pero ya no me comportaré contigo de esa forma, te lo prometí y prefiero cortarme un brazo que volverte a dañar.
-¿Qué garantía tengo que no me mientes?
-Ninguna, tendrás que aprender a confiar en mí.
Se fue acercando, con delicadeza acarició mi cabello, me mira de forma extraña, me atrevo a decir que con amor.
-Me asustas. –Expreso bajando la mirada.
-¿Por qué? –Con el dedo índice bajo mi barbilla, sube mi rostro hasta su altura.
-Porque… -Cayo sin estar segura de continuar. –Temo que vuelvas a ser el mismo de antes.
-Oh Annia ¿Qué debo de hacer para convencerte? –Se aleja unos pasos de mí poniendo los ojos en blanco.
-No es tan sencillo, ¿Por qué no lo puedes entender?
-Perdona, tienes razón, Roma no se hizo en un día, te demostraré que puedo ser diferente. –Añade más tranquilo.
Frunzo el ceño, las cosas se estaban dando demasiado aprisa.
-Escucha Annia, me negué a aceptarlo pero, ya no me importa que lo sepas, creo que me estoy enamorando de ti.
No supe que decir, me quede congelada, como si mis pies echaran raíces.
-Dime algo, por favor. –Me pide, esperando una respuesta.
Se ve tan vulnerable, podría decirle que no siento nada por él, que es solo atracción, pero me estaría engañando, sé muy en el fondo que el sentimiento es mutuo. Mi corazón late con fuerza, no le contesté, salgo corriendo del lugar, lo sentí detrás de mí.
Editado: 07.01.2019