Jeremy escuchaba todo en silencio, tomamos asiento en el amplio sillón. Nuestros dedos entrelazados, sin soltarme en ningún momento, y oprimiendo mi mano de vez en cuando al escuchar partes que lo impactaban. Cuando papá terminó la explicación su mirada se perdía en la pared de enfrente, me llevó sorpresivamente a su pecho y me abrazó. Siempre amé a Jey como un hermano, pero el hecho de saber que realmente lo era, nos unía aún más.
-Mataré a Aldo. –Deja salir, colocándose de pie.
-Hijo, sé que es difícil lo que acabas de saber pero no actúes de manera precipitada.
-¿Qué no actúe de manera precipitada? –Espeta furioso. -Nos tuviste engañados todo este tiempo, estuve a punto de…. ¡Rayos!
Entendía a lo que se refería, el día que me propuso matrimonio para librarme de mi compromiso con Drag, ahora agradecía mi decisión, que error hubiera sido y todo por desconocer la verdad.
-Lo hice para protegerlos. –Se defiende nuestro padre.
-¿En serio? ¿Por qué callarlo? Annia y yo éramos adultos, era obvio que la visión ya no se llevaría a cabo, al menos no de esa manera, ¿Entonces padre? –Nunca había visto a Jere tan molesto.
-No estaban preparados para saberlo.
-¿De verdad? ¿Nosotros o tú? –Sus ojos oliva lo escudriñan.
-Tienes razón, era yo el que no estaba listo, pero ya todo fue revelado, por eso mi insistencia en que te casaras con Draggon hija, sé que me odiaste por permitir que él te tratase de esa forma, sin que te defendiera, y lo siento. No es que me encantara su trato contigo, era la desesperación por protegerte de lo que se avecinaba. Yo hablé con Stone, lo hice cambiar de actitud contigo, él nunca fue malo, solo ha sido víctima de las circunstancias, siempre supe que él cambiaría.
-Casi me mata. –Jeremy técnicamente gritaba. –Me mandó al calabozo por querer ayudar a mi hermana y no moviste un dedo, perdona si no le guardo tu devoción.
Papá sonríe con aflicción, sentía un poco de pena por él, comprendía sus razones, pero el fin no justifica los medios.
-Todo está dicho, al menos sobre su madre, solo me falta señalar una cosa más.
Jey y yo intercambiamos una mirada, no estaba segura de querer escucharlo.
-Ustedes como ya les dije son especiales, su sangre es pura y eso los hace más fuertes que un vampiro promedio, ¿Por qué crees que Jeremy pudo enfrentar a los vampiros que acechaban a Ruddy? ¿Cuántos mataste ese día? –Se dirigió a él.
-Cuatro. –Contestó cabizbajo.
-¿Y no lo acreditaste a nada especial? –Inquirió
-Creí que era la adrenalina del momento, no lo sé.
-Ahora que ambos son vampiros, los hace invalorables. Aldo nunca debe saber sobre Jeremy, ahora no lo puede utilizar a su favor, por lo cual, sé que procederá a eliminarlo. En cuanto a ti. –Me señaló. –Ya que terminaste convenciendo a Drag de convertirte, y que además no pudieron esperar a la noche de bodas, creo que lo más conveniente ahora es que terminen la ceremonia como es debido.
-¿A qué te refieres? –Arqueo una ceja.
-Drag y tú deben contraer nupcias y pronto, eso formara el vínculo nupcial. Ahora ustedes ya están unidos por dos factores, que son almas gemelas y el hecho que él es tu creador, pero cuando contraigan matrimonio, será tan fuerte, que…. Jamás habrá una unión más estrecha que esa.
Un escalofrío me recorrió por completo, pensé en Draggon en todo lo que tuvimos que atravesar, el destino nos jugó sucio pero se apiadó de nosotros después de todo.
-Pero no te obligaré a nada Annia, no más.
-No tienes qué, lo haré, entre más pronto mejor, hablaré con él.
Papá asiente para continuar: -Una última cosa hija. El hecho que seas descendiente de Olivia te da un privilegio que ningún otro vampiro convertido tiene.
-¿Y eso sería? –Lo miro expectante.
-Tú y Jeremy pueden procrear vida, aun siendo vampiros.
Mi hermano y yo nos miramos sorprendidos pero ninguno se atrevió a decir algo.
-Creo que son muchas cosas que asimilar por un día. –Me senté en el sillón de nuevo, y coloqué mis manos en mi cabeza.
-¿Y ahora qué? –Pregunta Jere a papá.
Editado: 07.01.2019