P.O.V MARTÍN
-Luego te terminar con todo, salí de las incubadoras y me dirigí hacia la habitación de
Antonella, llevaba paso lento, no la había visto un largo rato y necesitaba verla, me arme de valor y atravesé esa puerta colocando en mi rostro una sonrisa y borrando de mi cara toda angustia, molestia, ya estaba hecho todo listo, era hora de comenzar una nueva vida, debía empezar de cero, tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible, no quería fallar no a mi familia, no a ese bebé, las cosas nunca son fáciles y estoy consciente que tras una mentira queda dolor y sufrimiento, intentaré llevarlo todo de la mejor manera, nada saldrá mal como que me llamo Martín Adee…
Soy el hombre más rico de Estados Unidos, soy poderoso en todo lugar, tan solo necesito pestañear y mis molestias desaparecen, la vida me golpeo tan fuerte que aquel niño dulce, caritativo murió. Ese niño ingenuo desapareció aquel día…
Aquel maldito día en que Danielle Brooks rompió mi corazón.
P.O.V ANTONELLA
-Preocupada era poco comparado con lo que sentía, no había visto a mi Marido desde hace dos días y estaba desesperándome pensando que algo pasó, intentaba saber a través de los doctores pero nadie sabía nada de él, el abrir brusco de la puerta me trajo de regreso a la realidad. Martín ¿Dónde estabas? Te estaba esperando desde hace un largo rato lo miro de arriba hacia abajo y me cruzo de brazos, levanto el ceño en forma de espera por una de sus respuestas, pero por lo contrario lo que recibo es una sonrisa en forma de disculpa, ante ese acto no pude resistirme y baje la guardia enseguida, sabía que todo estaba perfecto
-De nada iba a servir decir que recién me fui, había despertado hace rato así que decidí optar por lo más sencillo para mí, mi esposa no era nada fácil de engañar sobre todo cuando ella me conocía tan bien, sin embargo llevaba preparándome para este momento y era hora de echar a rodar todo el plan y no arruinarlo, puse mi mejor cara y sonreí Hey amor ¡Despertaste! Me acerco con una sonrisa amplia y beso su mejilla cariñosamente
-Miro a Martín de forma molesta o eso intentaba demostrar, ¡Dónde rayos estabas! ¿He? ¿Sabes cuan preocupada he estado por ti?
-Bueno no te molestes conmigo amor, lo siento me tuve que ir a atender algunos asuntos pendientes, tú sabes cómo son esas cosas llevan tiempo mi reina, lo importante es que ya estoy aquí, y estaré disponible todo lo que desees
-Aja lo menciono con ironía y “Esos asuntos pendientes” ¿Te llevaron tanto tiempo? Sigo cruzada de brazos intentando no deshacerme con esa sonrisa y los mimos que lleva haciéndome
-Si amor, de verdad discúlpame pero era de suma importancia atenderlos, pero ya olvida todo eso, ya estoy aquí me siento en la cama y me acerco más a ella lentamente y susurro todito para ti, la miro tierno y la beso con toda ternura, un beso que es especial en todos los aspectos, me hace llegar al cielo sin siquiera esforzarme, la falta de aire es la responsable de que me separe de ella…
-Martín, sonrío mi voz tiembla, ese beso fue como cuando recién nos acabáramos de casar…
-¿Sí amor? Soy un hombre nuevo sonrío, este bebé es nuestra unión eterna y te prometo, te prometo que me esforzaré para que nuestra vida sea perfecta junto a él, sonrío y la miro tiernamente
-Amm bajo la vista, amor no me culpes por matar el romance pero…
Estoy preocupada, no me han dejado ver a mi hijo desde que nació, estoy preocupada realmente preocupada ¿Paso algo que yo no sé acaso? Dime mi vista se cristaliza, pero a la vez hago un puchero, uno de esos que sé que lo conmueven tanto que es capaz de tirarse de un puente si se lo pido, amo a Martín y Martín me ama tanto siempre busca hacerme sonreír de las maneras más ridículas que hay, cuando nos conocimos era una roca pero tras esa frialdad se esconde un corazón dulce y noble, con el tiempo aprendí a penetrar su coraza y ahora estamos aquí, seguimos juntos a pesar de todas las cosas…
-Levanto su vista con mi pulgar, no pasó nada malo no llores, seco sus lágrimas con mi pulgar, amor son procesos largos, pero te prometo que en unos minutos lo traerán te lo prometo, me encargue que hoy mismo veas a nuestro hijo amor, necesitaban revisarlo pero es todo un campeón como su pare sonrío, cuando lo veas te enamorarás de él tanto como yo lo hice sonrío
-¿En verdad? ¿Lo prometes? ¿Me traerán pronto a mi bebé? Dejo de lado lo siguiente que dijo por que deje de escuchar cuando menciono que mi bebé venía para acá, estaba tan ansiosa que no podía esperar más para verlo, quería cargarlo, quería sentir su pequeño cuerpecito a mi lado
-Sí amor, de hecho ahora mismo voy a buscarlo, me levanto de inmediato de la cama, sonrió, me pongo en posición de soldado y salgo marchando lentamente hasta desaparecer por la puerta. Diablos ver sonreír a Antonella era todo lo que necesitaba ver para saber que hice lo correcto
Editado: 16.06.2021