El secreto del gato

Capitulo 1: El comienzo 1/4

Alexa

―¿A dónde me llevas?― le preguntó Alexa muy emocionada a Brayden.

Brayden rio― Amor, no seas curiosa, espera y verás.

Él la guió con sumo cuidado por la arena.

Al llegar hasta donde quería, Bray la dejo allí― No te muevas, cuando te diga te sacas la venda, ¿va?.

Ella asintió emocionada y curiosa, quería ver que era lo que su novio le preparo que tan misterioso era a tal punto de vendarle los ojos a ella.

―Listo, puedes sacarte la venda― ella ya estaba dirigiendo sus manos a la venda― no, espera, yo te la sacaré.

Él se acerco a ella a pasos apresurados, para que su novia no se sacara la venda por si sola, Brayden quería que todo sea perfecto.

Ella tardó un poco en acostumbrarse a lo que veía, ya que por estar mucho tiempo con los ojos vendados ya sin la venda veía todo con manchas negras.

Cuando ya pudo recuperar la visión divisó una hermosas velada, Brayden consigo hacer la velada más linda y perfecta que una mujer romántica pudiera pedir.

―Ay amor, esto es hermoso― dijo ella muy emocionada por la sorpresa que le hizo su novio, tan emocionada que no pudo evitar soltar una que otra lágrima y abrazarlo.

Él la abrazó fuertemente, como si no hubiera un mañana.

Quien dijo que los jóvenes no conocerán el amor por simplemente ser jóvenes se equivoca, y no conoce esta pareja.

Lo de Brayden y Akexa era demasiado especial, ambos se merecían, ambos eran capaz de hacer cualquier cosa por el otro.

Lo de ellos fue amor a primera vista.

Los dos van al mismo colegio, una tarde como cualquier otra, a Brayden lo mandaron a buscar las listas a todas las aulas, y Alexa había pedido ir al baño, así que ella iba muy distraída por el pasillo ya que se sentía mal, él también iba distraído ordenando las listas por números.

Al estar los dos distraídos chocaron.

Ella por el impacto cayó al piso, y a él se le cayeron las listas.

Ella comenzó a levantarse por si sola, pero él decidió ayudarla a ella en vez de juntar las listas. De golpe ella quedo pálida y comenzó a correr hacia el baño, él se sorprendió y asustó por como quedó ella, así que olvidándose de las listas corrió tras ella, no le importo siquiera que ella haya entrado al baño de chicas, él también entro.

―¿Te sientes bien?― le preguntó él a ella.

Ella no pudo aguantarlo más y se agachó frente a un inodoro, comenzando a vomitar.

―Oye, ¿quieres que te lleve a la enfermería?― le volvió a preguntar él ahora preocupado.

Ella se levanto y comenzó a limpiarse la cara en el lavamanos― No gracias, estoy mejor.

―¿Que te sucede?¿Por qué vomitas?― le preguntó.

Ella negó― No es nada.

Él la quedo mirando buscando alguna expresión en su cara que mostrara que miente, pero ella agacho la cabeza y se fue del baño dejándolo solo.

Desde ese día él no la podía sacar de su mente, siempre estaba pensando en ella, preguntándose quien era y que era lo que le sucedía. A ella le pasaba lo mismo con él, le agrado que él se haya preocupado por ella sin siquiera conocerla.

Los dos se cruzaban en los recesos, pero ninguno de los dos juntaba la valentía suficiente para hablarse, pero él pudo vencer ese nerviosismo que sentía cada vez que la veía, que no entendía porque, era el simple hecho de verla y todo su estomago se retorcía en nervios. Cosa que nunca antes había sentido.

Ella estaba leyendo su libro en el receso sola en un banco, sintió que alguien la veía, lo que hizo que levantara un poco su vista del libro y ahí lo vio, parado a unos metros frente de ella, mirándola pero sumido en sus pensamientos, ya que no noto del todo que ella lo miraba, él se rasco la nuca nervioso, ella se rió porque se le hacía raro que alguien estuviera nervioso por hablarle a ella, nunca fue una persona muy sociable que digamos, siempre estaba sola para todos lados, es nueva en el pueblo y en el colegio, y al faltar dos meses para terminar las clases no se gasto mucho en conocer personas nuevas e hacer amigos, sabía que en cualquier momento podría mudarse nuevamente, sus padres eran muy nómadas, no podrían estar más de un año en un solo pueblo, les gusta descubrir cosas nuevas, vivir en distintas culturas, eso a ella no le desagrada, pero hay veces que se siente sola, ya que no podía tener amigos sabiendo que se podría ir en cualquier momento.

Él noto que ella lo veía y sintió aun más nervios, le hizo una sonrisa de lado como forma de saludo y ella se sonrojo dándole una sonrisa, para luego tapar nuevamente su cara con el libro, entonces él noto que no era solo cosa de él estar nervioso, ella también lo sentía. Fue ahí donde reunió más valor y comenzó a caminar hacía ella.

Se sentó a su lado.

―¿Te sientes mejor?― le preguntó él recordando lo que le paso la primera vez que se vieron.

Ella le dedico una sonrisa de lado― Claro, si, ahora estoy mucho mejor, solo fue gripe.

― La gripe te pega fuerte entonces― le dijo él y ella se rió por su expresión.



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En el texto hay: romance, muerte, sobrenarutal

Editado: 06.05.2019

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