Capítulo 2.

Después de llegar a casa, cené con Patrick a mí lado. Charlamos un rato, lo mejor de estar siempre sola es que pueda hablar con Patrick sin que nadie me mire raro o me diga loca desquiciada.
Después de una divertida tarde de charla y películas de terror (las cuales son mis favoritas) me sentí cansada así que me despedí de Patrick y me aliste para irme a dormir. Cuando estaba soñando, me dí cuenta que no fue un sueño sino un recuerdo que tengo marcado desde los 7 años

10 años atrás...
Mi padre había empeorado los últimos 6 meses gracias a que el cáncer le estaba ganando y no le daban muchas esperanzas de vida. Aquella tarde que decidí cuidar de él, los doctores habían dicho que está en sus últimos momentos de vida así que nos recomendaron que pasáramos la mayor parte del tiempo con él.

Cuando llegué a su habitación, abrí la puerta y cuando entré a la habitación ahí estaba él,sentado en la cama con oxígeno y un regulador de frecuencia cardíaca, él ya había perdido su cabello debido a los tratamientos que le habían realizado. En aquel instante en el que me acerqué a él y me dijo

- ¡Hola Princesa! ¿Cómo estas?.

- ¡PAPI!  Me alegra mucho verte - dije con emoción.

- A mi también me alegra verte princesa.

- ¿Cómo estas, papi? ¿Cuando podrás volver a casa?

- Ya verás que muy pronto estaré contigo de nuevo en casa.

Aquello ultimo que había dicho ambos sabíamos que era mentira ya que él jamas podría volver a casa y a estar conmigo nunca más.

- Princesa, dentro de muy poco voy a tener que hacer un viaje y no sé si vaya a volver.

- ¿Puedo ir contigo?

- No puedes, porque no sé si vaya a regresar.

- ¿Papi?

- Dime, princesa - cuando le dije eso sostuve su mano pero en un segundo el sostuvo la mía y la apretó un poco fuerte.

- Prométeme algo, papi.

-Lo que sea, princesa.

-Prométeme que nunca vas a soltar mi mano.

- Nunca cielo, te lo prometo.

En aquel preciso instante el medidor de frecuencia cardíaca empezó a sonar más rápido que antes y cada vez se iba acelerando más, mi padre todavía sostenía mi mano con fuerza pero cada vez esa fuerza se iba desvaneciendo y empecé a sentir como su mano se relajaba y me iba soltando mi mano poco a poco hasta que rompió su promesa y soltó mi mano. El medidor de frecuencia cardíaca estaba haciendo un sonido continuo y solo pude sentir como mi padre había abandonado este mundo rompiendo la promesa que hace unos instantes me había hecho.

Cuando desperté en la mañana, me había puesto a llorar al soñar con aquel recuerdo tan desgarrador que me había marcado de por vida, Patrick me había visto llorar y me había preguntado por qué y le dije que necesitaba un rato a solas. Cuando salí de mi habitación ya lista para irme a la escuela me encuentro a mi madre

- Buenos días Caroline.

-Hola mamá.

- ¿Tan rápido a la escuela? - antes de que pudiera decir algo mi madre alzó su mano en gesto de que no hablara- ¿Sabes que? mejor ahórrate tus tontas excusas igualmente no sé por qué te pregunté algo que ni si quiera me interesa.

- Hoy esta de mal humor ¿no?- preguntó Patrick.

- Siempre lo está.

- En eso estamos de acuerdo.

-Vamos que voy a llegar tarde por culpa tuya.

Y he aquí una de las razones por las que digo que jamas le importaré a mi madre, ella cambió desde que mi padre falleció, dejó de ser la misma madre que había sido antes de nuestra vida tuviera un giro de 360° y todo se tornara gris.

Al entrar al autobús, me senté y saqué mi libro de Orgullo y Prejuicio cuando vi que habían colocado otra nota que decía

     Una decisión tendrás que tomar y la muerte muy cerca sentirás.                                                                                                                                                                                               -E.L

Cada vez me están llegando más advertencias y no sé quien sea, pero lo que si sé es que hay algo que va a pasar y no sé que voy a hacer pero no le tengo miedo.