El talismán.

Capítulo 12.

  ─Mamá, ¿podemos entrar?─Alissa miró a la pequeña pelinegra de ojos azules que estaba tomada de su mano.

  ─Claro, Ava, ¿por qué no te adelantas?, tu padre y yo iremos enseguida.

La niña asintió y entró corriendo a la casa que, para Alissa, estaba llena de recuerdos.

  ─¿Qué sucede, Ali?─Kyle se puso a lado de ella cargando un pequeño bulto de mantas en el que se podía ver a un bebé rubio profundamente dormido─, sí no puedes hacerlo, pondríamos regresar, volver cuando estés lista.

  ─Estoy lista, es sólo que... no he estado ahí dentro desde que...

  ─Si, desde lo de los Awwim─suspiró─, vamos a estar contigo, ¿si?, y si decides que es demasiado para ti... buscaremos otra casa para mudarnos.

  ─No, realmente me gustaría que los niños crezcan aquí, aunque si crees que la mansión es una mejor opción...

  ─Delilah y Charlie necesitan su espacio, y nosotros también─comenzaron a caminar hacia la entrada─, además Connor y Leyla ya están instalados aquí, se que no podrías estar sin ellos.

Ella simplemente sonrió.

  ─Mami, Papi─Ava se paró en el marco de la puerta─, miren lo que he encontrado.

La niña sostenía un portarretratos de madera en las manos que Alissa reconoció en seguida.

Lo tomó suavemente de las manos de su hija y sonrió al ver la fotografía, en ella, Alissa, Luca y Leyla sonreían demasiado alegres, había sido tomada en la sala de los Orwell mientras jugaban un juego de mesa.

  ─¿Quién es él?─señaló a la imagen.

  ─Él era hermano de Leyla.

  ─¿La tía Leyla tiene un hermano?.

Alissa hizo una mueca mientras terminaban de entrar a la casa.

  ─Bueno, lo tuvo alguna vez, cielo.

  ─¿Y dónde está él?, ¿por qué nunca lo hemos visto?.

  ─¿Recuerdas que hablamos de aquella guerra de la que tu madre y yo fuimos parte?─, la pequeña asintió─, pues él... murió en esa guerra, Ava.

  ─Oh, vaya─miró nuevamente la fotografía─, parece que era una buena persona.

  ─Lo era─Alissa le acarició el cabello a su hija─, una muy buena persona.

  ─El hombre más valiente del que he oído─agregó Kyle sonriendo levemente.

El balbuceó del pequeño rubio los hizo prestarle atención.

  ─Mira, Ava, parece que Lucian quiere que le prestes atención─el bebé comenzó a estirar sus manos en dirección a su hermana.

Alissa hizo que la pequeña pelinegra se sentara en uno de los sillones en la sala de estar antes de dejar que cargara a Lucian, se aseguró de que Ava estuviera bien sentada antes de dejarlos solos.

  ─La recordaba más pequeña─Kyle miraba las fotografías colgadas en una de las paredes─, ¿cómo hicieron tus padres para mantener la casa en tan buen estado?.

  ─No lo sé, la verdad es que no les pregunté─miró a su alrededor─tal vez debamos pintar algunas paredes y una de las habitaciones de huéspedes puede funcionar como habitación para Lucian─sonrió─, el curso escolar va a comenzar pronto, Leyla me ha dicho que van a inscribir a Luca, quizá deberíamos inscribir a Ava para que ambos comiencen con alguien conocido.

  ─Mamá, papá, vengan rápido─Alissa y Kyle se dieron una mirada antes de regresar a la sala de estar, ninguno pudo ocultar la sorpresa ante lo que encontraron.

Lucian flotaba dentro de una burbuja mientras reía.

  ─Ava, ¿cómo lo hiciste, cielo?─Kyle se acercó a su hija.

  ─Yo no lo hice─dijo enfadada─, hizo un movimiento raro con sus manos y luego la burbuja se formó alrededor de él.

  ─¿Qué no es muy pequeño para comenzar a desarrollar sus poderes?─murmuró Alissa.

  ─Pues dicelo, mamá, parece que no lo sabe.

El pequeño movió la burbuja y, cuando estuvo cerca, se dejó caer en los brazos de Alissa riendo.

  ─No sé que ha pasado.

  ─Yo si─Ava se acercó a la entrada de la habitación─, somos Roadlight, mamá, es obvio que somos más listos que el promedio.

Y salió dejando a Alissa con una mueca en el rostro.

  ─Espero que eso se le quite cuando crezca un poco más.

  ─Yo creo que es genial que sea así.

  ─Pues claro que si, si tu eres igual─lo miró sonriendo un poco─¿quieres ir a ver la casa?─dijo hablándole a Lucian─, ven, vamos.

Subieron las escaleras con cuidado y entraron en la vieja habitación de Alissa.

  ─¿Me los puedo quedar?─preguntó su hija señalando la caja llena de juguetes, Alissa sonrió.

  ─Si, cielo, puedes quedartelos, de todos modos tus juguetes van a llegar mañana junto a las demás cosas.

  ─¿Así que si nos quedáremos?─preguntó con el ceño fruncido.

  ─Pues si, ¿no te gusta?.

  ─Pero... el tío Eilán vendrá a vernos, ¿verdad?, ¿qué hay del tío Eithan y la tía Elena?, ¿traeran a Rowan a jugar?.



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Editado: 31.03.2018

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