El templo de los caídos.

Capítulo 2.

  ─No, me niego─Alissa se cruzó de brazos.

  ─¿Podrías dejar de ser tan infantil?─Kyle se recostó─, es sólo una cama, ¿ves?.

  ─No es la cama lo que me molesta─frunció el ceño.

  ─Usualmente las chicas están encantadas de compartir la cama conmigo.

  ─No veo porqué─Alissa se sentó al lado opuesto─, prefiero dormir en el auto.

Había pasado una semana desde que Kyle se había unido al viaje y, tal como él lo había dicho, estaban ahorrándose mucho tiempo de viaje.

Normalmente reservaban tres habitaciones, una para Connor y Leyla, otra para Alissa y otra para Kyle, pero ese día, la recepcionista les había comentado que debido a la temporada habían muchas reservaciones y en ese momento sólo le quedaban dos habitaciones libres.

Connor y Leyla habían sonreído burlonamente antes de encerrarse en la primera habitación, así que Alissa, que se había quedado desconcertada parada en el pasillo, no tuvo otra opción que quedarse con Kyle en el cuarto restante.

  ─Vamos, Ali─ella sintió un escalofrío al oír a Kyle─, no seas tonta, es sólo una noche.

  ─Sigo sin entender porqué no puedo compartir la habitación con Leyla─suspiró.

  ─Bueno, ya sabes, ella y Connor son novios, pasan todo el día en un auto contigo, tienen necesidades, es decir, tienen que satisfacer su...

  ─Vale, vale, lo capto, sólo callate, ¿si?─rodó los ojos.

Alissa se preguntó mentalmente porqué tenía tan mala suerte, era como una broma de mal gusto, tener que estar tan cerca de Kyle se le hacía peor que tener que pelear con la orden.

Sus ojos se abrieron como platos cuando él se levantó y comenzó a quitarse la camisa.

  ─¿Qué... qué haces?.

  ─Prepararme para dormir.

  ─¿Es realmente necesario quitarte la camisa?.

  ─Normalemente me quitaría el pantalón también─pasó su mano por el botón de sus jeans y una sonrisa maliciosa se formó en sus labios─, pero voy a hacer una excepción ésta vez.

Ella se levantó y fue hasta el baño con su pijama en la mano, en cuanto cerró la puerta puso una mano en su pecho y se percató de que su corazón latía muy rápido.

Suspiró.

Se cambió intentando ignorar la sensación que comenzaba a crecer en su interior.

Cuando salió encontró a Kyle profundamente dormido y decidió no seguir ahogándose en un vaso de agua.

Se recostó intentando no hacer ruido ni mover mucho la cama, no sabía muy bien la razón, pero estaba nerviosa.

La respiración de Kyle hizo que se relajara un poco.

¿Por qué le costaba tanto tenerlo cerca?, ¿por qué se había encontrado admirándolo más de una vez?.

No lo sabía, pero sin duda se sentía culpable, ¿qué pensaría Luca sí estuviera ahí?.

Y de pronto se dio cuenta.

Sí estuviera aquí.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero contuvo el sollozo para no despertar a Kyle, no tenía ganas de explicar porque lloraba en plena noche aparentemente de la nada.

¿Cuánto más iba a tardar para que dejara de doler?, ¿es que acaso jamás iba a parar de sentir que su corazón se estrujaba cada que recordaba la situación?.

Dirigió una de sus manos a su cuello y haló con cuidado la cadena que ella misma se había puesto antes de dejar su casa en Sunshine Hills, cuando encontró el anillo que colgaba de la misma, cerró los ojos.

Deseo por un segundo que las cosas no hubieran terminado de esa manera.

Ojalá hubiese sido yo─pensó─, así al menos no tendría tanto dolor dentro.

Estaba siendo egoísta y lo sabía, pero le daba igual.

Poco a poco sus ojos fueron cerrándose y se quedó dormida a pesar del torbellino de pensamientos en su mente.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Alissa gritó y se sentó en la cama con la respiración agitada, su corazón latía muy rápido y había lágrimas en sus mejillas.

Miró a un lado de ella y vio a Kyle examinándola con detenimiento, como si temiera que fuera a romperse en cualquier instante.

  ─¿Estás bien?─su voz aún sonaba adormilada y de pronto se sintió culpable por haberlo despertado.

Ella asintió teniendo la sensación de que sí intentaba hablar, no encontraría su voz.

  ─¿Quieres hablar de ello?─Alissa negó─, de acuerdo─Kyle la tomó delicadamente del brazo y de un movimiento hizo que se recostara en su pecho y comenzó a acariciarle el cabello─, algún día vas a tener que hablar de ello, ¿sabes?, no he dicho nada porque no quería incomodarte y Leyla me lo advirtió desde la primera noche, pero no puedes seguir así, tus ojeras se hacen más grandes, pronto no tendrás energía para defenderte o curarte de ser necesario─suspiró─, no sé qué sucedió con la orden, pero puedo entenderte si decides contarme, estoy aquí.



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En el texto hay: brujos, angelescaidos, kayrells

Editado: 20.03.2018

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