Luego de doscientos años de paz y armonía, se ha alzado un nuevo enemigo en los espaciosos confines del universo. La Oscuridad ha vuelto, y su supuesto líder ha amenazado a la entidad más poderosa del cosmos, Draherlord, el Dios sentado en su trono, en medio de la inmensidad del espacio, rodeado de once planetas de su injustificable lealtad, que acaricia el filo de la cordura, al verse envuelto en la problemática que hacía tantos años, no llegaba a inquietarlo. Los Guardianes han prolongado la búsqueda del misterioso líder oscuro, quien se identifica así mismo como comandante de la Oscuridad y que, ahora, su paradero sigue siendo desconocido.
Semanas atrás, el incidente en su planeta natal dejó miles de vidas al acecho de una sombra lo demasiado oscura, como para ser sosegada por la nítida luz de Dios. Los Guardianes de la Inteligencia y Fuerza, Khar y Gelios, respectivamente, llegaron tarde, y nada se pudo hacer, más que salvar a los pocos sobrevivientes del pueblo diezmados por aquel comandante y su hoja rúnica, la Cuchilla Errante. Ahora, la Bestia, como bien es llamada, habíase fugado de las garras de los centinels, los soldados de la Luz, quienes buscaban meticulosamente en cada rincón del universo conocido, tratando de encontrar al traidor. Pretérito, Clous, la mano derecha de Draherlord, condujo una de las cruzadas más importantes, desvelando una magia poderosísima, capaz de destruir lo que alguna vez se creó. Hoy día, la magia es usada por los centinels, sin ser vista de mala gana, por aquellos seres de planetas circundantes, quienes aún, tachan de agresiva y vulgar, la magia peterrorativa, descubierta con apuro. De esta forma, los centinels, hicieron uso de los portales mágicos entre planetas vinculados, sin la ayuda de pergaminos de diodos como puente, entre sus auras y sus escrituras rúnicas de carácter vocal.
Luego de la decisión de Clous por mandar a Gelios hacia su prisión, en el Abismo Yun’tai, Khar y su Triángulo de Magos, buscaba desesperadamente la pieza faltante para su tablero de fichas intangibles. Esta última, sería la razón de por qué la Oscuridad, aparentemente, había regresado, cómo y por qué. Se recuerda, que hace más de doscientos años, la Luz logró asesinar al último comandante de la Oscuridad, Dagarro Mordengraine, quien, a su vez, fue el aprendiz más cercano a Castordia, el creador de la Oscuridad y la magia oscura conocida como necromancia. La Oscuridad, después de todo, era una orden que buscaba la explicación hacía Draherlord, como entidad y como Dios, pues nunca dio una respuesta real de cómo ni porqué había creado el universo, ni tampoco había dado muestra de su omnipotencia o poder. De otra forma, no se explicaban las hambrunas, las guerras, la muerte de niños y niñas sin sentido, provocadas, en su mayoría, por la falta de recursos naturales de los distintos planetas más alejados del Círculo del universo, dónde los rayos de luz del palacio de Draherlord, no parecían llegar. Nada crecía, y el agua no abundaba en lo absoluto. Los animales carecían de energía, y su carne no era comestible. Cientos de planetas abandonados y sin gente, sin seres vivos lo suficientemente capaces para sobrevivir al ambiente que los rodeaba. Entonces, apareció la Oscuridad, como una supuesta “alternativa”, a la mala vida que algunos debían tolerar, a los climas infernales, a los inviernos climáticos mundiales y a la hambruna global.
La Luz, por otra parte, buscaba la redención de los herejes unidos en una causa concreta pero mortal, de aspecto revolucionario, compartiendo una explicación vivaz sobre el porqué de las cosas. Para algunos, las explicaciones bastaban. Para otros, eran sólo conjeturas sin base científica, y seguían preguntándose lo mismo, lo que dio origen a la Separación del Círculo. La guerra contra Castordia y su posterior muerte en el palacio de Draherlord, debilitó la base argumentativa de la Oscuridad, separando nuevamente ambos lados. Pero seguía habiendo fragmentos inocuos, esparcidos por doquier, como es el caso de su último discípulo. La Segunda Guerra Universal, la cual fue puesta en marcha por Dagarro Mordengraine, sirvió para atraer nuevos sirvientes revolucionarios, que volvían a contradecir a los centinels, desafiando su control, el estatus quo de la inmensidad del espacio conocido. Pero más tarde, la Oscuridad volvió a caer ante la Luz, con millones de bajas de por medio, en su mayoría, civiles e inocentes. No obstante, y como la vez pasada, se encontraban en un territorio que bien conocían de antemano, pues la probabilidad de encontrarse con un nuevo enemigo no cesaba, y La Bestia respondía a esas dudas, suponiendo una posible Tercera Guerra Universal.
Esta es la historia de Ritz y su paso por el planeta de los humanos, Zillergard, años después de haberse fugado de su planeta natal, Kiujoh, por culpa del nuevo comandante de la Oscuridad, el asesino de sus padres, de sus vecinos, de su especie. La población de Kiujoh desapareció en el lapso de una semana, entre cadáveres y refugiados. Khar y Gelios no pudieron llegar a tiempo. Pero gracias a ellos, salvaron al protagonista de nuestra historia, quién fue adoptado por un ex soldado de Baltia, Morgan Stronghold, y ahora, usa su nombre para vivir una vida, tratando de no regresar sus recuerdos al tortuoso pasado que antaño, lo hizo atestiguar la muerte de sus padres, ante la bestia con la que siempre sueña.
Editado: 27.07.2023