Bogota, Colombia
ISABEL
"Seguro que no imaginaba algún día volverías a amarme" era una descripción bajo la última foto de aquel álbum que me había regalado anoche.
Pedro había ido a trabajar y mi querido Anto estaba durmiendo después de que yo tomara al pequeño saltamontes de Andrey, no había querido dormir en la noche manteniendolo despierto, así que después del desayuno le dije que fuera a dormir.
Recuerdo la primera vez que salimos, fue en el baile de fin de año organizado por el barrio, él lucia perfecto con su camiseta azul agua marina y un pantalón blanco, su cabello un poco largo peinado de medio lado, y un cigarrillo entre sus dedos. Había un vino tinto en la mesa y decidí tomar una copa, al mismo tiempo que él lo hizo, fue ahí cuando nuestras miradas se encontraron. Se me subieron los colores, diría yo que parecía un arco iris. Fue él quien sirvió mi copa y la chocó con la suya, ahí nos conocimos y quedamos en vernos luego de que volviera de Barranquilla.
Nos vimos unas veces más antes de darnos cuenta que eramos el dichoso "uno para el otro", fuimos novios durante 7 años Hasta que una noche de Navidad decidió proponerme matrimonio frente a toda la gente del barrio.
Un par de años más y llegó Antony a nuestras vidas, Pedro se sentía incapaz de poder protegerlo y cuidarlo como lo merecía, entonces empezó a ser un hombre introvertido, salía del cuarto a trabajar, a comer con la familia y para dirigirse al baño. Empezó a discutir por todo, y después de 8 años de matrimonio por primera vez me había abofeteado.
Sentí el miedo correr por mis venas, lo único que le dije fue que me había cansado de su inseguridad propia. Así que decidí nunca más darle motivos para golpearme.
Había escuchado de la violencia en el hogar pero nunca tuve el valor para enfrentarlo, Antony tenía 6 años y ya podría darse cuenta de lo que sucedería, así que preferi callar.
Con el tiempo Pedro fue siendo más brusco, no me golpeaba pero me insultaba y eso era peor. La primera vez que golpeó al niño fue cuando intentó defenderme y ahí me levanté y le prohibi tocar el niño.
Años después llegó un día del trabajo, Antony había estado enfermo y yo procuraba cuidarlo, entonces no lo escuché llegar. Subió al cuarto, y me sacó de allí llevándome al cuarto de huéspedes, me golpeó una y otra y otra y otra vez, perdí la cuenta de los golpes que me dio, luego me llevo donde el niño y ahí siguió golpeándome Hasta que se cansó y yo quedé ahí en la suelo. Estaba sangrando, Antony tan débil y enfermo lo único que me dijo fue que subiera a la cama y me acunó en sus brazos.
Pedro desapareció por varios días, Antony se había recuperado y yo estaba en recuperación, le dije que no me llevara al hospital así que cuidó de mi en casa.
Cuando Pedro apareció de nuevo, no le permiti entrar en la habitación, se fue a la habitación de Antony y yo me asusté, creí que lo golpearia pero la imagen que encontré rompió todo el muro que había construido.
Flashback
"Hijo perdóname, por favor" Pedro lloraba arrodillado a los pies de la cama mientras Antony estaba cruzado de brazos pegado a la cabecera de la misma "acércate hijo, por favor dame un abrazo" los ojos de mi pequeño eran un manojo de miedos
"No, no quiero acercarme...." lloraba "tengo miedo, deja que llame a mamá" Pedro alzó el rostro y también lloraba demasiado "no te me acerques por favor" es lo que suplicaba
"Mamá no quiere verme, y con justa razón, pero..." se levantó y quedó de pie en el mismo sitio "estoy arrepentido y no voy a volver a ponerles un dedo encima, lo aseguro" lo vi meter su mano al bolsillo y pensé lo peor, pero sacó una tarjeta "me encontré con un viejo amigo y al verme manchado en sangre me obligó a contarle..." suspiró profundo "me dijo que tenía que tomar terapias y me llevó donde un amigo suyo, estuve allí internado todos éstos días, y ahora debo volver" se acercó a Antony y depositó un beso en su frente "nunca más verán ese monstruo, te aseguro hijo" y salió de la habitación
Fin del Flashback
Yo me negaba a perdonarlo, pero Antony era feliz. No digo que recuperaramos todo lo que dañó, pero decidimos salir adelante. Un par de meses después, yo quedé en embarazo una vez más.
Pedro jamás volvió a insultarme o a lastimar a mi pequeño Anto, asistía con devoción a sus terapias en las tardes y trabajaba en las mañanas. Hasta el día del parto que todo se complicó
El terror de ver nuevamente a ese monstruo que había sido Pedro provocó un ataque de ansiedad durante el parto, lo cual lo complicó aún más. Intenté persuadir a Antony para que se alejara de su padre y así me iría a otra ciudad sin dejarle rastros ni huellas, pero fue imposible. Y al día de hoy mis hijos son felices y entiendo porqué cuando le pedí a Pedro que dejara las terapias, se negó.
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La historia desde el punto de vida de Isabel.
¿cuántos hemos buscado mentiras para alejar a otros de las personas que ellos aman?
A veces creemos que no hacerle frente a la situación y huir es la mejor solución, pero Isabel nos hace ver que no es así