El viaje que lo cambió todo

Capítulo 2: Primer encuentro

Después de una semana haciendo las maletas, viendo que llevar y que no, al fin estábamos en el aeropuerto.

Mientras los demás se estaban despidiendo de sus familias, al final todos y todas aceptamos excepto Bianca por lo que se sacó otro papel y salió Paige, la novia de Fede, por lo que os podeis imaginar lo contentos y pastelosos que están así que os ahorro los detalles, bueno, que me enrollo, que yo también me fui a despedir de la mía, ya que, además de mi madre, mis dos hermanas (a las cuales eran las que mas de menos iba a echar), vinieron también mis abuelas, mi tíos, mis primos y mi padre.

Como veinte abrazos más tarde y unas cuantas lágrimas me fui a donde estaban mis dos amigas con los demás y embarcamos.

Me tocaba compartir asiento con Lea y Liberty así que pensé que sería un viaje entretenido, me equivoqué rotundamente, jugamos a todo lo que se nos ocurrió: las cartas, tutifruti (donde hubo varias discusiones), el tres en raya...hasta jugamos al veo veo del aburrimientos que teníamos y después de unas cuantas horas de viaje logramos llegar a Byron Bay, una ciudad pequeña de Australia.

Todos y todas recogimos nuestras maletas y en un minibús nos dirigimos a la casa donde viviríamos estos 12 meses.

Una vez que llegamos, bajamos y nos mandaron sentar en los sofás de la sala.  Allí Juliet, la responsable de nosotros y nosotras, junto a Charlie, se dispuso a explicarnos como nos distribuiríamos.

-Bien, esto es el salón, al fondo está la cocina y en las otras dos puertas que ven a la derecha están nuestros despachos, no hace falta decir que esta prohibido entrar allí- Fede y Jake se dieron una mirada cómplice y una sonrisa pícara apareció en sus rostros, pero Juliet y Charile no parecieron darse cuenta- En el pasillo de arriba hay cuatro habitaciones, dos de ellas con baño que serán Charlie y para mí y luego otras dos: una para los chicos y otra para las chicas, en la puerta ya tienen un cartel que indica cual es la de cada uno. Al final del pasillo hay otras dos puertas que dan a dos baños, una para cada sexo; como es obvio los chicos no pueden entrar al baño de las chicas y viceversa, y a partir de las doce esta regla también es usada para los dormitorios.

>Habrá dos personas que se encargarán de la casa aunque la limpieza de vuestras habitaciones es vuestra única tarea pero habrá una revisión cada semana para que no las tengáis hechas un desastre.

>Después de dejar claras las reglas pasamos a los equipos: el equipo rojo son Fede y Paige; el equipo verde son Bella y Martín; el equipo amarillo son: Jake y Libby; el equipo azul son Lea y Eric y el equipo naranja son Jason y Atenea.

>Dicho todo esto podéis ir a vuestras habitaciones.

En ese momento nos levantamos de golpe y nos dirigimos al piso de arriba lo más pido que pudimos, cuando todas estábamos frente a la puerta que tenía un cartel colgado que decía: chicas la abrimos dejando ver la habitación más grande que vi nunca. Tenía un par de literas y una cama individual en la que había cinco colchas con cinco colores diferentes, las cuales supuse que cada una tendría la del color de su equipo, una pared entera de armario blanco y en la pared de en frente una mesa enorme con cinco sillas y un corcho gigantesco dividido en 5 partes, como todo aquí al parecer y por último en el centro de la habitación una alfombra que contenía los 5 colores.

-Bueno, habrá que sortear las camas ¿no?- dijo Lea

-Si no os importa yo prefiero dormir en una de las literas de arriba- esta vez fue Bella la que habló.

-Por mi genial, yo si no hay problema me quedo con la de abajo- mientras Libby iba diciendo esto fue a coger sus sábanas azules y puso sus cosas en la cama por lo que no dejó lugar a discusiones.

-A mí me da igual, pero siempre quise dormir en una cama individual, al tener tantos hermanos nunca tuve la oportunidad...

-Por mí no hay problema Paige, puede quedártela.

-Por mí tampoco hay problema.

-Perfecto! Muchísimas gracias- dijo con una sonrisa de oreja a oreja, sí que le hacía ilusión...

-Bien, y ¿tú y yo que hacemos? ¿Cuál quieres? -me preguntó Lea

-Yo prefiero la de abajo pero me da igual.

-No, por mí la de arriba está bien , así tengo un poco de intimidad.

-Perfecto, pues voy a hacer la cama.

Después de que todas acabáramos de hacer nuestras camas y deshacer las maletas, eran las dos de la mañana, Lea,Paige y Libby ya se habían dormido pero Bella y yo al haber dormido un poco en el avión y debido a la diferencia horaria no teníamos ningún sueño así que decidimos ir a visitar a los chicos y, a pesar de que las normas lo prohibían suponíamos que por ser el primer día no pasaría nada.

Cruzamos el pasillo y petamos en la puerta de la habitación de los chicos, segundos después nos abrió la puerta un soñoliento Jason solo vestido con unas pantalones de pijama dejando ver sus muy bien trabajados músculos, no me juzguen, no soy de esas chicas que babean delante de todo pero si hay un adonis en frente de mi pues no hace daño a nadie mirar un momento y el chico estaba para comérselo y no creo que nadie pueda decirme lo contrario.




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