Mia:
Fue imposible evitar a Sahir, estaba esperándome en la puerta de mi casa cual perrito manso, después de todo es mi mejor amigo, aunque realmente me pone muy nerviosa lo que pueda pensar respecto a mi nueva compañía.
- Hola Sahir – lo salude.
- Mia – dijo algo nervioso, me puse a observarlo un poco más y parecía que sus cachetes se sonrojaban poco a poco, como si quisiera evitarlo.
- Trae flores – dijo Liam, como acusándolo.
- ¿Quiénes son ellos? – pregunto Sahir, pensé en todo el camino de vuelta a casa que le iba a decir pero no sabía cómo mentir, así que le respondí lo primero que paso por mi mente.
- Son unos primos lejanos – dije y sin querer emití una pequeña risa nerviosa. Y como ya lo esperaba Liam y Adriano me miraban como si fueran mi conciencia.
- Ya veo – sonrió tipo aliviado.
- ¿y esas flores?- pregunte.
- Son para que te recuperes – respondió inmediatamente casi pisando mis palabras, al mismo tiempo que extendió sus manos y me boto las flores. Realmente Sahir esta extraño.
- ¿quieres pasar?, prepararemos una cena – lo invite.
- Claro – dijo él.
Entramos a casa y prendimos las luces realmente me gustaba mucho como se veía todo desde que ellos llegaron a mi vida, ese olor a las flores que trajeron estaba en toda la casa, pero más que eso ese aroma a hogar me tenía fascinada.
Quise ayudar en la cocina, pero Adriano solo acepto la ayuda de Liam y Sahir dijo que no debíamos llenar la cocina, así que decidí aprovechar ese pequeño tiempo para mí. Subí al segundo piso ya que era el baño que más me gustaba, prepare la tina, corrí a mi dormitorio a tirar toda la ropa de mi cuerpo sobre la cama y ponerme una bata, guarde cuidadosamente el collar de Liam y el anillo de Adriano al entrar al baño me detuve en el espejo y observe mi rostro con más detalle, me alegre de tener cejas en el rostro así cuando entre a la tina no se borrarían ni se chorrearían, lance pequeñas carcajadas y me tape la boca, me quite la bata, camine hacia la tina, abrí la cortina y por fin me metí, sentí la más exquisita sensación que existe en el mundo, esa agua calientita tenía el poder de relajarme y renovarme por completa, lamente no haber puesto algo de música ya que un baño con agua caliente y buena música son una excelente combinación, de pronto se abrió la puerta de manera delicada y entro un chico, que sin la menor vergüenza se acercaba a mí, me miraba seriamente sin parpadear y tranquilamente me hizo la señal de que me quede callada llevando su dedo en medio de la boca, entonces grite, lo hice como loca, tenía la piel de gallina, y al ver su expresión enojada me dio más miedo, quise seguir gritando pero, el miedo me quito la voz, además estaba completamente desnuda, no podía dejar de mirarlo, el rápidamente me tomo en sus brazos, corrió hacia el pasillo subió a la terraza, mientras yo pataleaba y le daba puñetes para que me suelte, pero todo parecía en vano ya que él ni siquiera se daba cuenta de que lo estaba golpeando, creí que todo estaba perdido, pues era evidente el aura maligna de esta persona, de alguna manera sabía que él no tenía planes buenos para mí, más bien todo lo contrario.
- Tienes un segundo para Soltarla – Dijo Adriano en voz alta y muy seria – Lo siento, termino tu tiempo – miro a Liam y ambos asintieron con la cabeza, parecía que podían hablar entre ellos. Corrieron ambos hacia mí, pero el hombre que me tenía en sus brazos salto al precipicio, lance un grito desesperado, creí que moriría.
- ¡Cállate! – me grito el, al mismo tiempo que extendió unas alas oscuras inmensas, y comenzó a volar, me frote los ojos pero la imagen no cambiaba, ¿Quién era el?, ¿un hombre pájaro? sin perder el tiempo, Liam y Adriano le siguieron el paso, saltaron del edificio y también tenían alas, seguro me pusieron alguna droga en la pizza, no podía creer lo que estaba viendo.
- No te preocupes Mia –dijo Liam con una sonrisa, pero no abrió los labios en ningún momento, no entendía lo que estaba pasando, pero confiaba en él.
De pronto Liam empezó a tomar más velocidad y se acercó al pájaro negro que me tenía atrapada, le toco su cabeza con la palma de su mano, y surgió una luz blanca, quede libre y a la deriva, pero en cuestión de segundos Adriano me tenía en sus brazos, el sujeto malo cayó al suelo, pero parecía que antes de la caída ya se encontraba muerto.
Bajamos al lugar donde se encontraba el cuerpo, Adriano me dejo en el suelo y se acercó a él, sobre puso sus manos encima del e hizo que desaparezcan sus alas.
- ¡lo mataron! – chille, horrorizada.
- Él quería lastimarte Mia, y nosotros jamás lo vamos a permitir – dijo Liam, me alzo del piso ya que no me había movido porque estaba en shock, me dio un abrazo fuerte – tranquila.
- ¿qué hiciste?, tu mano… ¿cómo?... – no podía dejar de preguntar.
- Es uno de los dones que me toco, transporte su alma a otro mundo – dijo Liam.
- ¿Entonces no está muerto? – pregunte.
- No aun no, a menos que la caída lo haya matado. No obstante ese es su destino, ya que un cuerpo sin su alma no puede seguir viviendo, así que en cuestión de minutos morirá.
- ¿y por qué le quitaron las alas? – inquirí.
- Lo hice porque en este mundo no conocen el alcance de la magia y mucho menos sobre ángeles- dijo Adriano.
- ¿Ángeles?, ¿el hombre pájaro era un Ángel?
- ¿hombre pájaro?- jajajaja jaja jaja ja… ambos dijeron al mismo tiempo.
- No se burlen de mí.
- Bien Mía, es hora de volver- Liam abrió sus brazos para cargarme en ellos, efectivamente era algo que me ponía nerviosa, mire mis manos que empezaron a transpirar, y me di cuenta de que no traía ropa, me voltee rápidamente.