Ellie

Capítulo 15.

Bajo por las escaleras apunto de irme cuando noto que mamá ya ni me pregunta a donde voy, solo está sentada en la sala con una copa de vino mirando lo que creo que es un álbum fotográfico sobre nosotras. La miro por un segundo y ajusto mi mochila para luego salir.

 

En esto se ha convertido todo. Saco la cajetilla de mi chaqueta y enciendo un cigarro llevándolo a mis labios. Inhalo el tabaco, lo retengo por unos segundos y luego lo suelto. Salgo del suburbio y algo que últimamente me ha mantenido serena, es caminar. Camino desde mi suburbio, hasta la ciudad. Me tomo mi tiempo, no tengo apuros.

 

Voy por el cuarto cigarrillo y por la mitad de la canción cuando un auto aparca detrás de mí. No le doy importancia y sigo caminando a lado de la carretera.

 

Las pisadas detrás de mí me hacen alarmar y… ruedo los ojos cuando noto que se trataba de nada más ni menos que de Oliver.

 

— Largo. — Es lo único que digo colocando mi auricular de nuevo en mi oído.

 

Sigo con lo mío esperando a que se desespere y se vaya pero el resultado me sale mal, aun sigue caminando a lado mio.

 

— ¿Que no tienes algo que hacer? 

 

No responde, solo mete las manos dentro de su jersey gris.

 

— ¿Qué? ¿te comió la lengua el ratón? — vuelvo a preguntar parando y guardando los casquillos dentro de mi chaqueta.

 

Sigue sin responder y da unos cuantos pasos más antes de parar quedándose mirando al frente.

 

— Haces falta en los pasillos… — le logro escuchar.

 

<<Lo dudo mucho.>>

 

— Da gracias a la directora.

 

— ¿por qué? — pregunta acercándose de nuevo a mi.

 

— Porque ella prefirió darme “días de reposo” en mi casa para no crear “disturbios”  — río sin gracia y hago gestos con mis manos mientras que arrastro las botas por el suelo lodoso.

 

— ¿Que tengo que hacer para que me dejes en paz? — suspiro finalmente alzando la mirada cansada hacia él.

 

— Déjame llevarte a la ciudad y te dejaré en paz. — hace un gesto de promesa.

 

Me le quedo mirando y finalmente acepto. Lo ignoro dando la vuelta y caminando hacia su auto.

 

Me acomodo en el asiento de copiloto y noto como he manchado su auto gracias al fango de mis botas. Volteo a verlo a ver si se dio cuenta y al parecer no lo ha hecho. Cierra mi puerta y rodeó el auto para subirse.

 

— ¿Qué?

 

¿qué? vuelvo a la tierra queriendo que me trague cuando noto como se ha dado cuenta que me he quedado mirándole como una retrasada.

 

— ¿Qué pasa? — suelta una risilla arrancando el motor.

 

Oh, no. ¡Dios, lo sabe!

 

Rápido me volteo sintiendo algo caliente en mi rostro, bajo la ventanilla dejando que el aire fresco me controle. Por más que intento no darle importancia siento cada vez más su mirada intensa en mi y no es hasta que suelta otra risilla tonta cuando a mi tambien se me escapa una.

 

— ¿Se siente intimidada por mi señorita, Wilde? — pregunta con un tono fingido como si de la realeza se tratase.

 

Una leve sonrisa se dibuja en mis labios y la dejó de lado cuando le contesto aun sin mirarlo y solo viendo a la vegetación exterior.

 

— Eso es un dato erróneo señor Green — . También finjo mi voz.

 

— Su rostro muestra lo contrario, Ellison Wilde.

 

— Está mal Oliver, solo disfruto del aire fresco.

 

— Entonces puede mirarme sin ninguna preocupación, ¿no lo cree?

 

Pasan unos segundos y contengo la respiración cerrando los ojos y girando en mi asiento para tener una mejor vista de él. Poco a poco abro los ojos, él gira su cabeza hacia mi y luego su mirada pasa de la carretera húmeda a mi.

 

Me concentro en el avellana de sus ojos que brillan aún más por los últimos rayos dorados del sol, son segundos que sentí como horas. Vuelve su vista a la carretera y yo la mía a la profundidad del bosque de mi lado. Apoyo mi brazo sobre el marco de la ventana y logro sacar un poco mi cabeza recostandome sobre mi brazo.

 

Still loving you… — murmura y no lo logro escuchar del todo bien.

 

— ¿Qué? — cuestiono sin dejar mi posición.

 

— Tengo que decirte que tienes un gran gusto musical Ellie

 

— ¿De qué hablas?

 

Apenas me giro y ya lo encuentro fisgoneando mi teléfono <<lo debió tomar de mi chaqueta en cuanto me voltee>>. Hago un rápido movimiento para lograr quitárselo pero fallo cuando lo saca de la ventanilla.

 

— ¡¿Oliver qué te pasa?! devuelvemelo. — Hago otro intento pero es inutil.

 

— ¡Auto! — grita poniéndome los pelos de punta.

 

Una fuerte sacudida me devuelve a mi lugar. Mi corazon late rapido por la adrenalina y saco grandes bocanadas de aire tratando de procesar lo que paso, en cuanto al idiota de Oliver solo se carcajea. 

 

— ¡Oh, dios! deberías haber visto tu rostro! — sigue riendo cuando le golpeo en el hombro mirando atrás confirmando que no había ningún auto!

 

— ¡Eres un idiota Oliver! — le reclamo conteniendo una carcajada.

 

— ¿Recuerdas lo de hacer tonterías por verte reir? Bueno esta es una de ellas.

 

— Casi me hago en los pantalones. — suelto el aire recargandome en mi asiento mientras Oliver conecta mi teléfono a un cable, de pronto en el auto inunda la canción que estaba escuchando antes de que Oliver se atravesara.





 




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