Reyna era la descripción de una diosa griega. Todos los chicos parecían babear cuando pasaba frente a ellos. Ella, pues, ella quería estar como chicle junto a Azafeth. Obviamente eso le molestaba y la mandaba, no muy gentilmente, a donde no pudiera molestarlo. Por supuesto, antes de eso, ella me miraba feo y se iba.
—¿Acaso acaba de mirarte mal? Amiga, ella debe estar loca si quiere meterse contigo.
Lola parecía querer explotar, no era de insultar o juzgar a alguien antes de conocerlo. Por como Cam la había descrito, Reyna era la reencarnación de la belleza, odio y lujuria y por todo ello, Lola la odiaba. Yo no me quedaba atrás, no me gustaba como estaba pegada a Azafeth todo el tiempo.
Está bien, no debería ponerme celosa, Azafeth y yo no éramos nada, pero de verdad no me gustaban las miradas que le lanzaba Reyna.
—Cálmate, no querrás causar una guerra en pleno campus, ¿o si? —Ya le estaba dando ideas, pero ella no respondió solo sonrió.
Era como si supiera sus secretos horribles y lo quisiera solo para ella sola.
—Shawn dice que deberían dejar de hablar tanto de ella, porque Shawn piensa que ella en el fondo sabe que es una... —Shawn nunca podía tomar nada en serio.
Estábamos en el jardín que daba al edificio cuatro, había pasado casi un mes desde que Reyna apareció, Azafeth hizo el dibujo al que nombró "Pentagon" y los ensayos de la obra extraña.
Cam parecía contento con todo, hasta que mencionaban a Reyna. Todo el mundo parecía odiarla, claro, excepto sus compinches.
—Se supone que ella es nueva, pero al parecer Azafeth y Cam la conocen. Ella los conoce, esto no me da buena espina. —Lola tenía buen un punto y la apoyaba.
Hace poco casi le saca un ojo a Stacy porque llevaba la misma blusa que ella.
Yo creía que era algo exagerado. Había visto cientos de personas usar los mismos jeans que yo y no me molestaba en lo absoluto. A mí, sinceramente, me daba igual.
—Ella necesita arreglar sus prioridades, pero, aunque Azafeth la mande a volar, sigue ahí como perrita faldera. —Cam, por ser el mejor amigo de Azafeth, obviamente le molestaba tener que soportar a la chica, pero Azafeth parecía querer darle un puñetazo cada vez que se acercaba y ella se molestaba porque sus encantos no funcionaban con él, pero con los demás sí.
—Ella es una molestia, simplemente no la soporto —murmuró este molesto cuando pregunté por qué tanto alboroto—. Ella cree que puede tener a todos en la palma de su mano, por desgracia para ella yo soy difícil de manipular.
Eso último lo dijo mirándome y me pregunté si había sido una indirecta, porque Lola pareció notarlo y sonrió con picardía.
—Me parece perfecto, sabes, no darle el gusto de que te viole. —Cam rio a Lola, quien se encogió de hombros.
Hoy era sábado y no porque fuera fin de semana estábamos libre siempre. Yo aún debía ir a mi clase de Teología que, oh que sorpresa, daba con Azafeth, Lola, Shawn y Cam. Apenas eran las diez de la mañana y la clase comenzaba a las doce y treinta del mediodía. Teníamos mucho tiempo.
En esa hora, todos hablaban, mientras que yo solamente escuchaba.
Azafeth parecía no querer participar tampoco de la plática, así solo se limitaba a mirarme.
Cuando decidimos irnos, para llegar antes y tomar los mejores asientos, vimos a Reyna en el pasillo del edificio B del campus. Estaba rodeada de chicos quienes la tocaban y susurraban cosas, ella solo sonreía. Shawn al mirarla puso cara de asco y susurró ramera.
Lola asintió de acuerdo con el rubio.
Por como hablaban, parecían estar en un trance. Pegados a ella, suplicándole cosas y queriendo algo de ella.
Pasamos junto al grupo de chicos con las hormonas alborotadas y avanzamos al salón.
Al entrar sentí una energía fuerte. No era mala, pero la sensación hacía que me pusiera algo tensa. En cambio, Cam y Azafeth querían, al parecer, vomitar y salir huyendo. Lola se sentó a mi izquierda y Azafeth a mi derecha, Cam y Shawn se sentaron juntos. Ellos ya no se sentían tan incómodos al estar juntos, después de varios meses conviviendo.
Al tocar la campana, entraron unos cinco chicos más seguidos de la profesora Marta. Llevaba una biblia en la mano y una cruz colgaba de su cuello.
En un momento Cam se tensó, Shawn puso su mano en el hombro del rubio y este se tranquilizó un poco. Azafeth tenía los puños apretados, lo miré y él me sonrió. Negó con la cabeza diciendo "No es nada".
—Buenas tardes, jóvenes. Hoy veremos el inicio de todo. Cuando Dios creó los cielos y la tierra. Todo era perfecto, creo al hombre y la mujer, pero antes de todo eso, Dios había desterrado de los cielos a su mejor discípulo que había sido cegado por la codicia y el poder, Lucifer.
Murmullos se escucharon en el salón.
La profesora continuó.
—Lo desterró hacia el infierno con sus ángeles, así volviéndose ángeles caídos o demonios. Lucifer decidió jugársela a Dios, poco después de que creara todo. Antes de Eva, había estado Lilith, según algunos escritos fue la primera esposa de Adán, así que Lucifer decidió hacerla su esposa. Tentó a Adán y Eva, haciendo que comieran la fruta que Dios les tenía prohibida, así haciendo que el mundo se llenará de maldad y pecado.
Cam apretó los puños y miró el suelo mientras maldecía en muchos idiomas que no conocía.
» Antes de que llegara Eva, como dije anteriormente, Lilith era la esposa de Adán. Ella había escapado del Edén por su cuenta, así entrando al mar Rojo en donde se encontró con Satanás o Lucifer como quieran llamarlo. Lilith se convirtió en algo parecido a su cónyuge, así creando a los lilim.
Todos murmuraron un "guau" al unísono y la profesora asintió.
—Los lilim son hijos de Lilith, que en este caso serían vampiros o demonios femeninos. También se les llama súcubos, que se trata de un demonio que toma una forma femenina y seduce a los hombres.
Lola me dio un codazo riendo. —Como Reyna.
Editado: 22.11.2021