En el Foso

CAPITULO 28. Hilo rojo del Destino

Jasmine Fiore

Bueno, primero estaba el tema de sentirme adolorida y después el ser vigilada pero podía soportarlo.

Por otro lado lo había admitido, había narrado toda la historia, todos aquellos acontecimientos que apresaban mi corazón frente a mi mejor amiga quien había hecho lo mejor posible tratando de cerrar las heridas que aunque parecían cicatrices, aún permanecían junto a las de mi hermano levemente sangrando, cosa que él también sabia.

Sam lloro cuando me conto que se culpaba por todo lo que había sucedido, él lloro tanto que perdí una fracción de mi corazón ese día y entonces lo perdone y él me perdono a mí, y dijo que yo era una magnifica hermana y que no tenía la culpa por las estupideces que había hecho él.

Había regresado a mi antigua amistad con Angus e inclusive, él me había invitado a ver sus sesiones de fotos cuando regresáramos pero debía de admitir otra cosa también, algo de lo que no quería hablar pero me había obligado a hacerlo con Isabel porque le había prometido ya no ocultarle nada y es que me sentía ida, muy a menudo me perdía en pensamientos que cuando me centraba en ellos no tenían rumbo ni lógica, de hecho no los reconocía y después, más de una vez me encontré tratando de decir el nombre de Landon, un nombre que venía muy a menudo a mi boca, mas no salía de ella.

– Jasmine, tus cosas ya fueron enviadas a mi avión privado.

– Como te encanta jactarte de que tienes un avión privado Isy – ironice y ella rio.

– De todas maneras, es momento de irnos, y ya sabes, tenemos que seguir poniéndonos al día. De hecho, es como si hubiésemos pasado distanciadas más de un año.

– Jasmine – ingreso Sam a mi habitación en el hospital y cargo mis maletas sonriendo, con el color de vuelta a su cara y sus pómulos menos marcados – Angus ya se fue, dijo que tenía una cita pendiente contigo cuando llegases pero que tenía que encargarse de unas cosas primero.

– ¿Qué cosas? – pregunte curiosa y Sam se retorció las manos nervioso ¿Sam?

– ¿Bueno, recuerdas que estuviste fuera mucho tiempo?

– Obviamente.

– ¿Y que cuando prendiste la tele y abriste tu ventana habían un montón de reporteros afuera y mucha polémica sobre ti?

– ¿A qué quieres llegar? – pregunte de vuelta. Es decir, sabía que muchos de los reporteros buscaban entrevistas conmigo para narrarles que había sucedido y como había huido con el chico desconocido, además de querer saber el rostro y nombre del chico que tanto se habían encargado de ocultar. Todo ello les parecía misterioso pero a mí no, ni tampoco a mis amigos y hermano después de contarles quien era Landon Green, aunque ellos ya lo sabían.

– Hubo un incidente a parte en…

– Apareció una tal Dayana que dijo que había sido tu “mejor amiga” cuando te secuestraron, y a causa de las fotos publicadas en las que estas con Angus tomando un helado, ella dijo que tú estabas enamorada de él hace tiempo y que Angus te había rechazado.

– Perdona Isy, pero, ¿qué fotos? – pregunte perdida y Sam busco en su teléfono un momento antes de pasármelo.

– Yo salgo borroso pero tú y Angus no – y cuando observe la foto me quede de piedra.

– Bien, entonces todos piensan que…

– Angus no dio declaraciones y ha querido denunciar a Dayana por difamación más de una vez, por eso quizá él…

– ¿Piensan que estoy saliendo con Angus? – pregunte sorprendida sin tragarme yo misma mis palabras.

– Si, y lo confirmaron cuando vieron a Angus unas cuantas veces en la estación de policía, alguien también dijo que él preguntaba mucho sobre los avances que había respecto a tu rescate y…

– Dayana – murmure molesta ¿Qué busca con esto?

– Llamar la atención – Isabel meció la cabeza molesta – ¿quieres que haga algo al respecto?

– No, ya aclararemos esto, Angus y yo – y observe mi mano aun vendada, cosa que antes pensaba que era un yeso.

– Bien, es el primer chismorreo que hay sobre ti Jasmine, de hecho, es interesante saber cómo terminara – rio Isabel.

– Como sea.

Otra cosa de la que me había abstenido de comentar era el ramo de flores que me había enviado Manson y aún permanecían conmigo, porque pensar en aquel chico y no poder evitar pensar en Landon que no había hecho ningún intento de comunicarse conmigo, me había destrozado.

Bueno, en teoría lo sabía.

Yo sabía que después de lo que habíamos pasado no había nada más, pero me encontré deseando saber mucho. ¿Cómo estaba ahora? ¿Había vuelto a ver a su mejor amiga? ¿Él le había comprado aquel polo de Argentina para ella? ¿Volvaria a sus estudios? ¿Podría encontrarlo si yo iba al foso?

Quería tanto verlo.

Pero estaba siendo egoísta.

Landon tenía una vida así como yo, sabíamos que seguiríamos caminos separados, o eso fue lo que se entendía, pero de todas maneras aun esperaba que mi teléfono sonara con un número desconocido. Aun deseaba no cortar nuestra historia para ponerle un fin, y aunque eso era egoísta, cosa que me repetía a menudo, también sabía que si él no se había contactado conmigo, era porque sabía que yo era una asesina y quería pasar página.



#12849 en Thriller
#45715 en Novela romántica

En el texto hay: muertes, secuestro, amor y aceptacion

Editado: 28.01.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.