Al despertar me encontraba muy tranquilo a pesar de todo lo vivido en las últimas horas. Al sentarme en la cama me percaté dos cosas, primero que nada, tenía un ardor en la espalda, cuando me ví en el espejo del baño, tenía marcado rasguño que cubría todo, recordando el sueño cuando me había tomado aquella criatura.
En segundo, es que no encontraba por ningún lugar a Tito y a Sr Oso, con quienes me había dormido abrazado, busqué por toda la cama, arriba, por las sabanas, abajo y no aparecían así estuve todo el día, sin tenerlos conmigo.
De ese día tengo poco que decir, pues fue simplemente otro más sin importancia, bueno contando que Verónica tuvo una fuerte resaca todo el día, vomitó y gritando todo el día que ella no se merecía eso, pues no hizo nada malo, además de eso, me reclamó por haber sido descortés con ella anoche, que por culpa mía, Joaquín la había golpeado y le había hecho cosas indebidas.
Así comenzó otra pataleta más gritando a viva voz todo lo que pasara por su mente y se le antojaba decir, pues como no estaba Joaquín, no había nadie para frenar.
«Espera, eso significa que deseo que él esté aquí?», pensé para mí mismo, «Esto sí que es jodido», remate mentalmente.
Para mi desgracia o fortuna, no sabría explicarlo, él llegó antes de tiempo, pues este día tuve que ir a la capital, para que me compraran la nueva ropa que debía usar en el colegio, siendo una tarde completamente aburrida, pues debíamos caminar de un lado a otro para realizar las compras.
Estuve principalmente pensando en mis peluches, los cuales no estuvieron al final en ningún lado, solo me quedaba un solo lugar para buscarlos, pero tendría que esperar en la noche para averiguarlo.
Quizás fue un día aburrido, donde hacía un calor que hasta Satán necesitaría un vaso de jugo tropical, pero puedo extraer un suceso muy curioso que me marcó, el primero es que cuando íbamos en la calle. vimos a un conjunto músical, donde pude ver y oír por primera vez en directo instrumentos musicales, los cuales me encantaron totalmente, la Guitarra, el Teclado y un Violín, escuchar las melodías que producían,fue una maravillosa sensación, en particular en Violín, cuyos sonidos me hacían divagar en mi mente, a un mundo distinto al cual estaba en ese momento, siendo un éxtasis al cual entraba, donde podía ver un “Algo” cuando me centraba era blanco, que se sentía suave y esponjoso, actualmente ya puedo decir que cancion tocaban, el himno de la alegría, y a pesar de tener una guitarra electrica, les dió un toque de metal sinfónico, en pocas palabras, un encanto, un encanto que deseé poder realizar en algún momento a futuro.
Todo este tiempo no hablé nada, más allá de decir que la ropa me quedaba bien o que los zapatos eran a mi medida, luego ellos conversaban para sí mismo y cada cierto tiempo, por lo general había silencio, lo cual era mi mejor momento de tranquilidad.
Para cuando ya habíamos tomado el microbús para volvera la casa ya siendo de noche casi, me hablaron totalmente.
Pasado una hora llegamos a la casa, luego de de cenar, fui a dormir.
Deseaba con todo mi ser que mis cálculos fueran los correctos, estoy tan feliz que haya sido así, nada más al dormir, pude llegar de inmediato al jardín, donde fuí recibido por un fuerte abrazo de Leriel.
En eso llegaron mis otros dos amigos, Sr Oso y Tito.
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Editado: 12.11.2024