Luego de salir de aquel recuerdo di un grito de terror, que me llegó a despertar a mí mismo, me senté de golpe, todo estaba oscuro, en una silenciosa penumbra, el corazón me latía con fuerza, sentía que me golpeaba el pecho con un martillo, la cabeza me explotaba, un crujido muy fuerte sentía, si llegué a gritar, no me percaté.
Esperé durante un tiempo en aquel silencio para esperar alguna señal de que me hubieran escuchado, pero no ocurrió.
Respiraba muy agitado, jadeaba carrasposa mente, transpiraba a mares, me temblaba todo el cuerpo y me dolía todo, mi pierna izquierda en particular, tal cual me ocurrió en ese lugar.
Se que decir, pero no puedo hacerlo, traté de levantarme, pero mi cuerpo no respondía como debía, saqué los pies de la cama con una gran dificultad, me levanté, solo para caer sobre mi propio peso, me encuentro en el congelado suelo de madera, temblando como una hipotermia, pero sin sufrir de aquello. Traté de levantarme, pero mis fuerzas me abandonaron, mi cuerpo era muy pesado para levantarlo. «Si fuera más delgado, siento que podría hacerlo», pensé con rabia e impotencia, luego de ver aquel sueño, recuerdo o historia que no puedo creer aun, me siento miserable, si alguna vez fui eso, un gran guerrero en la antigüedad, ahora soy un gordo que no puede levantar su cuerpo por el peso.
Respiré profundo y me levanté para ir al baño, todo el camino de ida y vuelta, me vine sujetando de las paredes, prendí todas las luces en el trayecto.
Al volver a la cama ya me sentía mejor, estaba más tranquilo, pero me sentía distinto, como si fuera alguien más, otra persona, el Anthony que se acostó hace varias horas, no es el mismo que acaba de hacerlo, en mi mente daba vueltas las experiencias de aquel mundo, dejando de lado ese lugar lleno de monstruos, pensé en la vida que acababa de ver, que hace unos minutos estaba yo mismo sintiendo, sus pensamientos, conocimientos y experiencia, él fue una gran persona, quiero conocerlo más, pero tengo miedo a lo que podría aprender o donde llegaría estar.
Al final cerré los ojos y volví a aquel jardín, donde estuve conversando con Gabriel, me explicó que, en teoría, debería asimilarlo en el plano físico, siendo capaz de imitar varias acciones que realiza.
A mi mente llegó una pregunta, ¿seré capaz de ser como Kenshin? o es posible serlo realmente?
Antes de despertar, salí una vez más fuera del jardín, el mundo que se me presentaba era más nítido, aquella niebla era menos densa, mi campo de visión era muy amplio, pero no dejaba de estar solo, aunque pude ver a las personas como salían de sus casa temprano para ir a trabajar, algunos madrugadores se encontraban barriendo y limpiando la calle, aun sin que salga el sol, avancé rápido, llegando al lugar que vine la vez anterior, aquella lejana noche, donde fui transportado a mi mundo de origen, ocurriendo hace una semana, para mí a sido demasiado tiempo, años de recuerdos.
Luego me di cuenta, era la misma casa donde el maldito perro me había mordido el día anterior, noté que habían puntas en la parte inferior de la reja, justo debajo de donde el perro saca la cabeza. No le presté más importancia que merecía, por lo cual continué mi caminar, no sin antes subir y pisotear el techo con fuerza, provocando un sonoro ruido.
Esa voz me paralizó por completo, parecía muy lejana, no veía de donde era, sentía que debía ir, pero no sé dónde. Me puse a correr por todos lados, sin rumbo alguno, era tan rápido en este mundo que los vehículos eran sobrepasados con facilidad, por un momento me pareció ver otras personas, con las cuales crucé miradas y estas me seguían con la vista, no paré hasta que el sonido fue ahogado, pero en adición a eso, escuché algo más, un llanto, como si una persona estuviera sufriendo.
Miré a mi alrededor sin saber dónde estaba.
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Editado: 12.11.2024