-¡Mamá!¿Has visto mi celular?-le grito desde mi nueva habitación mientras acomodo la sabana sobre el colchón.Tenia toda la mañana sin saber de ese bendito aparato.
-¡Creo que lo vi en el sofá!-me contesta desde la cocina,supongo.Le encanto tanto la cocina que fue el primer lugar de la casa que decidió acomodar.
Una vez que dejo mi cama lista,suspiro y me hago un moño en mi cabello.Me veo en el espejo y observo que mi cabello pelirrojo esta desordenado aun con el moño,sonrió y salgo de mi habitación.Bajo las escaleras y me dirijo a la sala de estar,mi celular se encuentra justo donde dijo mi madre.Me siento en el sofá y clavo mi mirada en el televisor que se encuentra apagado.
Apenas teníamos un día en nuestra nueva casa en Washington y todo me gusta.
Trato de sobrellevar esta situación,mis padres están tristes y yo lo estoy porque ellos lo están.Todo empeoro de la noche a la mañana y de verdad que es horrible.
Cuando tenia 13 años me habían diagnosticado migraña por los constantes dolores de cabeza,esa migraña resulto ser un tumor no muy grande pero ahí estaba,era un Adenoma hipofisario que resulta ser benigno,sin embargo se debía reducir la inflamación del tumor por lo que estuve medicada unos meses.Todo salio bien,mi salud mejoro,pero hace apenas dos meses,después de 4 años, volvieron los síntomas y el tumor resulto ser maligno,durante todos esos años el tumor se dio la libertad de convertirse en uno avanzado,los doctores me dieron máximo un año y medio de vida. Vaya noticia.
Desbloqueo la pantalla de mi celular y veo un mensaje de Aria.Es como la hermana que nunca tuve,no diré que es mi mejor amiga porque no considero a nadie como mejor persona que otra.Abro en mensaje.
Aria.
Espero que hayan llegado bien,aun sigo molesta porque preferiste irte pero te entiendo,quieres empezar de nuevo y con tan poco tiempo de sobra.Te quiero y de verdad espero que encuentres lo que buscas.
Una lagrima resbala por mi mejilla,la limpio con la palma de mi mano y suelto un suspiro.
Aria es una chica increíble,la conocí cuando teníamos 9 años y nos volvimos inseparables al pasar los años.Siempre estuvo para mi cuando mas la necesitaba.
Decido contestarle: Hemos llegado bien,lo lamento tanto no quería dejarte pero es algo que tenia que hacer,estoy muriendo y no quería estar en un lugar que me trajo tantas desgracias,ademas ahora estoy viviendo donde siempre quise .No se que es lo que tanto me llama la atención de este lugar pero cuando lo sepa te lo diré.Te quiero y hasta pronto.
Era cierto,no se que me llama tanto de Washington. Pero aquí estoy y planeo averiguarlo.Mis padres me contaron que cuando tenia apenas 7 años,habíamos estado aquí de vacaciones con una tía,me dijeron que quede encantada y que no quería marcharme,llore en el avión de regreso diciéndoles que tenia que quedarme aquí.
Quise mudarme aquí para saber el porque tenia que haberme quedado.
-¿Estas bien,Amanda?-la voz de mi padre me sorprende,toma asiento a mi lado y pasa su brazo por mis hombros haciendo que recargue mi cabeza en su hombro.
-¿Papa? Te pediré un favor.-me separo de el y veo que luce confundido por mi seriedad pero asiente.-Cuando llegue el momento de marcharme de esta vida...-el empieza a negar con la cabeza,sonrió y le tomo las manos.-Quiero que me prometas que no estarán tristes cuando yo me vaya,quiero que cuando se despidan de mi no recuerden los malos momentos,recuerden a la chica alegre que era antes de esto,¿si?.
-Hija no digas eso...-comienza a decir pero lo interrumpo.
-¿Lo prometes?
El me mira un momento con una sonrisa triste pero al final suspira y asiente.-Te lo prometo princesa.
Deposita un beso en mi frente,nos ponemos de pie y suelto mi cabello,paso los dedos por el para acomodarlo y suelto un suspiro.
-Iré a dar una vuelta por los alrededores,si me necesitan llámenme.-le sonrió mientras me pongo mi chaqueta de cuero negra,tomo mi cámara y la cuelgo en mi cuello.
-No demores mucho,cuidado.-ríe porque sabe que es obvio que me demorare mucho si me llevo mi cámara.
Divago unas cuantas calles,el vecindario es hermoso para ser de clase media.Llego a un parque,el verde le sienta hermoso,es un bello paisaje de esos que tanto me gustan capturar.Sostengo mi cámara mientras busco algo que me llame la atención para fotografiarlo.Mis pasos me llevan por un camino adornado por rosas rojas.
Alzo mi cámara a la altura de mi cara y ubico bien al angulo para una imagen perfecta.Siento como soy empujada a un lado levemente haciendo que presione el botón por accidente.
Dejo caer la cámara en mi pecho y alzo la vista para encontrarme con la persona causante de todo,al hacerlo ubico a cuatro chicos sacados de un revista de modelos.
-Lo siento mucho,no te vi por estar distraído.¿Estas bien?-dice uno de ellos con cara de culpa,al parecer el fue quien choco conmigo.Asiento mientras veo la foto,salio un poco borrosa pero en definitiva es perfecta,pareciera como si me hubiera tomado el tiempo de editarla.
No había visto al chico que se disculpo por estar viendo la foto.Dirijo mi vista hacia el,era alto,pero no demasiado.Era la altura perfecta,lo suficientemente cerca del cielo.Tiene unos ojos preciosos,son un gris como la luna,con un universo dentro de ellos,y lo mas hermoso del momento era que me miraba atentamente.Y esa sonrisa,simplemente digna de presenciar.