III

-¿Qué te parece?- mi madre me muestra el uniforme del nuevo colegio.

-Bien- igual lo que diga n cambiara nada.

-La próxima semana empiezas tus clases, mañana tenemos que ir por tu horario y llevar los papeles que piden – el estar en Seúl es algo extraño, a pesar de que Busan sea turística no le quita lo tranquila, pero Seúl es diferente, se mueve en todo momento, he salido con mi madre, he salido sola, y he conocido el exterior de mi colegio, así que ya sé cómo ubicarme, o eso creo.

-¿A qué hora tengo que estar lista?- mi madre odia que me demore cuando vamos a salir, así que si dice a una hora, a esa hora tengo que estar parada en la puerta ya calzada esperándola para salir.

-A las 9:00 am te quiero en la puerta- guarda el uniforme en el closet y me ve seria – Tienes que ir presentable, así que nada de  Jeans, ni Short, usa un vestido, algunos de los que te hemos comprado.

-Si mamá- ella sonríe satisfecha.

-Mañana aprovecharemos de ir al salón de belleza para que arreglen el cabello, también iremos a comprar un bolso nuevo y cosas para las clases-

-Mamá ¿para que un bolso nuevo? El que tengo es de este año y no es necesario comprar otro, creo…- la miro y aprieto los labios.

-No vas a empezar en un colegio nuevo con un bolso ya usado, ¿Qué van a decir todos? – Su cara es de horror – Se comprara uno nuevo y no hay discusión- Agacho la cabeza.

-Si señora-

- Muy bien, ahora colócate  a buscar la ropa de mañana-

Estamos en pleno verano, así que tengo que buscar algo que sea fresco pero bonito, que no sea ni muy corto ni muy largo.

-Voy a morir- mi madre me ha comprado tantos vestidos que ya todos me parecen iguales de feos e incomodos.

Saco todos del closet y los coloco sobre la cama, veo vestido por vestido y el que no me gusta lo vuelvo  a guardar.

Cuando por fin me he decidido por uno guardo el resto de la ropa y coloco el vestido en el perchero que está al lado de la puerta del baño, miro que todo mi cuarto esté en orden y cuando termino voy directo a la biblioteca que tengo a la pared del fondo y saco un libro que compre ayer, Terapia del autor alemán Sebastian Fitzek, me tiro en mi cama y empiezo a leer, cuando voy a mitad del segundo capítulo mi celular me notifica la llegada de un mensaje.

-¿Cuándo regresas a Busan?-

-No lo sé, seguro el fin de semana- sé que el interés de Soo Min es por otra cosa y no porque realmente le interese mi llegada.

-¿No puede ser antes? Quiero mostrarte toda la ropa que compre, también traje carteras y muchos zapatos, y un maquillaje increíble- y eso es lo que quiere, quiere presumirme en lo que gasto su dinero.

-Cuando este de regreso te escribo- y se quedara esperando el mensaje.

-Está bien-  dejo mi celular de lado y me vuelvo  concentrar en mi lectura, estoy tan sumergida en ella que no me doy cuenta en que momento mi madre me ha empezado a llamar, veo la hora y son las 8 de la noche, seguro me está llamando para comer.

-Park Ha-Yun, baja en este mismo instante- mierda.

Salgo corriendo de mi cuarto y bajo las escaleras.

-¿Por qué tardaste tanto? – ya está la mesa lista y los dos están sentados.

-Perdón, estaba leyendo-

-¿Qué cosa? Espero que nada con tonterías-

-Un libro de doctores, con misterio y suspenso- en teoría es eso, no le diré que clase de doctor.

-Muy bien- mi padre odia los libros con romance, fantasía, ciencia ficción o comedia, los libros que lea tienen que ser con contenido estrictamente serios  o si no para el no serían libros, claro, eso no quiere decir que no tenga libros con esas temáticas y más cuando genera tantas emociones.

Empiezo a comer mientras pienso en que podría ser lo que está pasando con la trama del libro y tengo una teoría, que la niña no está desaparecida y el hombre sufre de esquizofrenia, y eso daré por seguro mis ganas de estudiar psicología.

-¿Ya conseguiste el vestido?- mi madre me pasa de mis pensamientos.

-Si mamá- bajo la mirada y sigo comiendo.

-Mañana cuando tengan el horario por favor llévala a comprar un bolso nuevo y todo lo necesite para empezar  clases – quiero pelear y decir que no necesito ningún bolso nuevo, solo los cuadernos.

-Si cariño, ya le dije que necesitaba uno – no, no necesito ninguno – También la llevare a el salón de belleza, quiero que le arreglen el cabello antes de empezar clases-