El tiempo es para muchos un terrible enemigo pero para otros es el complemento para sanar las heridas y mejorar la vida misma.
— Jade es tarde - grito Lorena mi tía.
La vida de esa bebé en 17 años fue normal. Lorena se encargó de formarla y de cuidarla. La vida fue tranquila con ellas, el escondite funcionó pero aun así hay cosas que ni la misma oscuridad puede esconder. Y eso Jade lo viviria en primera fila.
— Tía ya había pedido el día libre, así que no importa si hoy no voy - dije bajando las escaleras. Me daba risa la actitud de ella.
— Ya lo sé. Enserio lamento que mi trabajo cambiaran los planes - dijo ella. Teníamos planeado viajar ha un bosque con un grupo de campistas pero el jefe de Tía Lorena programó mal una serie de reuniones, en los cuales era necesaria su presencia.
— Está bien, no hay problema. Además es solo un día de diferencia, mañana nos vamos, tendremos una semana - dije, no podía culparla, ella ha hecho mucho por mi - Tía te quiero, no te preocupes.
— Mi Ángel, tu siempre comprensiva - me dijo y en sus ojos vi tristeza.
— Tía - dije no quería que algo le afectara, aunque siempre he querido saber a qué se debe su tristeza.
— Bien mi niña debes irte, llegaras tarde - dijo recuperando su postura.
— Esta bien, te veo más tarde - dije y salí de la casa. Sentía mucho entusiasmo en ir a clases, no vería a nadie de mis amigos en posiblemente un mes. Estaba feliz por el viaje pero he sentido como nervios, siento que pasara algo, espero que no sea tan grave.
— ¿Jade? - me dijo Lily, era mi mejor amiga - ¿no se suponía que saldrías de viaje hoy?
— Hola Lily - dije mientras la saludaba - lo que paso fue que la oficina llamó a mi tía para una serie de reuniones hoy y ella tendra que ir, así que saldremos hasta mañana.
— Bueno, William estará feliz de verte hoy, él estaba triste de no verte en mucho tiempo, le agradara tenerte un día más - dijo ella. William era mi novio desde hace casi un año, además él era parte del grupo "popular" pero yo no, así que cuando empezamos a salir fue una novedad para todos.
Caminamos juntas a la escuela, íbamos hablando de lo que haríamos en este mes de descanso y la verdad yo quería que mi descanso girara entorno a lo que me gustaba, en mis amigos, mi tía y mis actividades.
Al llegar dejamos las cosas en nuestra taquilla, nos preparamos para ir a clases y cuando íbamos por el pasillo vi lo más horrible que me pudiera pasar en ese instante.
Era William que estaba besando a Antonella, una de sus amigas. Alrededor de ellos estaba su grupo de amigos, que no se extrañaban de eso, hasta parecía que era lo más normal del mundo. Me sentí mal y Lily solo me jalo. No lloré, no podía.
— Jade lo lamento, él es un idiota, no creí que... - dijo pero yo ya no escuchaba, ante mis ojos aparecieron escenas de las veces que ellos se veían y como fui engañada por casi todo el tiempo que estuve con él. Presencie en ese instante todo lo que pasó entre ellos y no sabía cómo pero lo sabía y veía esos recuerdos, era la primera vez que pasaba - ¿Jade? ¿Qué pasa? - me preguntó. Yo solamente camine rápido y me metí en mi salón. Ellos no me vieron.
Las clases pasaron con normalidad pero me sentía mal, no podía creer del todo como fui engañada de esa forma tan cruel.
El profesor explicaba el ensayo que debíamos presentar al regreso a clases y en ese instante tocaron la puerta, a lo que el profesor invito a pasar a quien lo hizo y entro en ella mi muy idiota ex novio.
— Señor Stanfor ¿a qué debemos su visita? - dijo el profesor.
— Me mandaron a dejarle esto - dijo, él llevaba unos archivos, fue cuando me vio en la clase, se sorprendió y me hizo un gesto de saludo pero al ver que no lo salude y vio mi cara neutra volteo a ver a Lily y al ver la mirada matadora de ella cayo en la cuenta de que yo ya sabía la situación. Su engaño. Su cara se tornó pálida.
— Señor Stanfor ya puede retirarse - dijo el profesor al ver que él no se movía - ¿se encuentra bien? - William solo movió la cabeza en señal de "si" pero no se movió más, sabía que sus pensamientos eran un lío. Al fin después de más preguntas del profesor se retiró no sin antes verme de nuevo.
Lily lo estaba matando con la mirada desde que entró y sinceramente yo no sabía qué hacer. Me sentía muy mal, más de uno en clase me miraba como sabiendo lo que estaba pasando y eso me molestaba e incomodaba, otros tenían curiosidad por mi actitud y la de mi amiga.
Las clases pasaron hasta que llegó la hora del almuerzo. No tenía ánimos de comer y la verdad quería irme a casa pero no les daría el gusto a los demás de verme mal.
Al llegar a la cafetería con Lily vimos como William caminaba rápido hacia nosotras.
— Jade tenemos que hablar y no acepto un no por respuesta - dijo viéndome, claro, mientras todos en la cafetería nos veían fijamente, era claro que éramos el centro de atención en ese instante y eso aumento mi enojo.
— Bien pero no lo haremos aquí, no quiero armar un drama innecesario - dije. Le dejé a Lily mi almuerzo y salimos al patio para poder hablar.
William empezó.
— Sé que estas enojada y lo entiendo muy bien pero quiero que sepas que... - me molesto que quisiera usar conmigo esas excusas baratas, por lo tanto lo interrumpí.
— Déjalo ya, si vas a eso de "no lo quise hacer o solo paso" ahórratelo. Sabes, siempre pensé que tú y Antonella hacían una linda pareja y no me equivoque - afirme, tenía que tener calma, si la perdía sería peor, tenía un dolor y calor fuerte, creo que el enojarme no es lo mío.
— No es eso, lo que pasó es que pensé que serías una buena opción para probar mi amor por ella - dijo rápido pero entendible.
— ¿Qué cosa? - dije sin poder creer lo que escuche.
—Ya no hace falta que te siga mintiendo. Veras, yo ya salía con Antonella mucho antes pero ella creía que no la quería lo suficiente. Así que me canse de ver como ella dudaba todo el tiempo de mí. Fue cuando nos juntaron para ese proyecto de física. Te conocí y no te miento, me gustaste mucho pero no era como a ella. Me di cuenta que necesitaba a alguien más y bueno fuiste mi opción - lo último lo dijo con una sonrisa burlona - cuando Antonella se dio cuenta que ya tenía una nueva novia se volvió a interesar en mí, al principio me negué pero luego me convenció con buenos momentos juntos - por la cara que tenía entendí a que se refería con esos momentos.