Al abrir mis ojos lo primero que miro es a Michael dormido en el sofá de la habitación, muevo un poco mi mano y sigue doliendo. Realmente fue un golpe duro, tomo el botón que sirve para llamar a alguna enfermera y enseguida llega una
– ¿Se le ofrece algo señorita? – Comienza a checarme y con mi mano no lastimada la toco del brazo – ¿Tienen agua? – Ella asiente y se retira, dentro de poco vuelve con una jarra de agua y un vaso
– ¿Cuánto tiempo llevo aquí? – Ella toma la carpeta y la examina – Para está hora será un día y medio
– Vaya, le toman importancia a algo pequeño – Digo y la enfermera niega – Tu mano esta delicada, ¿Haz visto que no puedes moverla casi? – Asiento – Pues resulta que el dolor se debe a que tus venas y todo lo que tienes están dañados, si el doctor te deja ir hoy te tendrán que poner una férula cosa que será muy molesto así como con cualquier golpecito que tengas te dolerá muchísimo
– ¿Cómo puedo evitarlo? – Ella me sonríe y niega – No podrás bonita, eso es lo que pasara pero el proceso se adelantará si hoy te vas – Asiento lentamente y él doctor llega
– ¿Cómo estás Isabell? – Toma la carpeta y hace el chequeo en mi mano – Vendrán por ti y te pondrán una férula de yeso, tendrás que cuidarte mucho porque puede ser lo peor de tu vida estos días
– Dudo que así sea – Digo apenas audible y él doctor niega – Este muchacho se la ha pasado dormido
– ¿Cómo? ¿No se ha ido? – Los dos niegan – Él chico no de ha retirado desde que ingresaste – Cierro mis ojos y recargo la cabeza hacia atrás
– Escuchame bien Isabell, Siempre, oyeme, siempre estaré contigo, no importa si estamos peleados, si no nos hablamos, si yo llego a enterarme que estas mal o algo malo te pasa, me tendrás a tú lado – Michael me abraza y me da un cálido y dulce beso en la boca
– ¿Entonces ya me dará de alta? – Me dirijo al doctor y este asiente – Entonces estoy lista – Él mira a la enfermera y esta sale para después venir con una silla de ruedas, me ayudan y salimos de mi habitación, comienzan hacer si trabajo y en media hora estoy devuelta en mi habitación asignada, veo que todavía Michael esta dormido así que cuando ya estoy lista para irme me atrevo a un beso en la frente asiendo que esté se despierte
– Oh Bell, no puedes estar ¿Te pusieron yeso? – Sonrió y el se levanta – Que bueno que estas mejor – Me abraza con cuidado de no lastimarme – Señorita Müller necesitamos que alguien mayor de edad firme su salida
Mi gran amigo y exnovio le pide los documentos y los firman, él doctor entrecierra sus ojos y Michael saca su identificación dejando así un poco más tranquilo a él doctor y dejándome salir
– Michael tengo que pagar la cuenta – Él niega y entrelaza nuestras manos – La cuenta ya esta pagada – Salimos del hospital y lo primero que miro es a mi mamá con Franco
– ¿Me podrías llevar a la casa de mi papá? – Michael asiente y caminamos hacía un lado donde están los estacionamientos, mi mamá por su parte viene detrás de nosotros y antes de poder abrir por completo la puerta está la cierra
– Señora, con todo el respeto que se merece le pido que no lo vuelva hacer, la ultima vez que se hizo eso trajo consecuencias, si no cree pregúntele a su pareja – Mi Madre voltea a ver a Franco y este no dice nada
– ¿A donde vas Isabell? – Mi expresión se torna pensativa y sin mas contesto – Con mi papá – Me subo al auto y cuando Michael se sube maneja en dirección a la casa donde antes vivía
La tarde la pase en casa de mi papá, después de que me regaño por no avisarle preparo comida para Michael y para mi, toda la tarde fue tan maravillosa, casi como en los viejos tiempos, llegó la hora de despedirme y regresar con mi mamá, Michael como siempre se ofreció en llevarme a casa y ahora estoy frente a la puerta
– Puedes dormir en mi casa si quieres – Niego y abro la puerta, me despido de mi amigo y entro, la casa estaba en silencio, todo apagado así que subí a la habitación y al abrir la puerta me encontré con Franco dentro de ella
– Creí que no vendrías – Se levanta de la cama y se pone frente a mi – Yo realmente lo siento, no quería lastimarte, me siento muy culpable – Trata de agarrarme la mano pero la aparto
– Tu mamá no esta, después de que te fuiste le conté todo, se enojó y se fue con tu abuela - Abro la boca sorprendida y paso por un lado de él – Se fue sin importar si yo volvía
– No Isabell, eso no – Volteo a verlo con lágrimas en los ojos – Se fue dejándome sola con un hombre – Una lágrima cae y fue lo que me destrozó
Vuelvo a ir a la entrada de la casa y al estar pisando la calle no se realmente a donde ir, ya moleste mucho a Michael, doy media vuelta y de un momento a otro estoy incanda llorando frente al pequeño lago
– Isabell tu mamá no sabía que ibas a volver, ella cuando llego aquí dijo que te querías con tu padre y se fue – se acerca a mi y pasa su brazo por mi espalda poniendo su mano en mi brazo y me acerca a él
– Tu mamá te adora, es solo que no sabe que hacer
– Me ha abandonado por segunda vez – Digo dejándome llevar por el abrazo y llorando – No bonita, ella realmente no sabe que estas aquí, no te ha abandonado y no lo hará
– ¿Cómo sabes eso? Si ya lo hizo una vez ¿No es más seguro que lo vuelva hacer? – Lo miro y el me sonríe – No es así – Pone su mano en mi cuello y con su pulgar limpia mis lágrimas
– Todo estará bien, ya veras, quiero llevarme bien contigo, perdona si separe a tu familia, perdona por lo de tu mano, perdóname por todo en verdad – Miro hacía el lago y recuerdo lo que mi padre me dijo hace unas horas
– Sabes no podemos vivir todo el tiempo con rencor, tenemos que saber perdonar, tenemos que saber el porque de las cosa, no es bueno vivir con rencor, no es bueno menospreciar a alguien que probablemente no tiene la culpa, por eso piénsalo y perdona a todas esas personas que tu creas conveniente