Capitulo 11

Narra Génesis:

Maratón 1/2

Mi celular empieza a sonar despertándome de mí sueño; abró mis ojos luego veo la hora en mí celular son la 1:30 pm. Es normal qué yo despierté a está hora un sábado en ocasiones me levantó a las cuatro de la tardé.

Tomó mi celular y veo qué me está entrando una llamada de Kiara, no dudó ni un segundo en contestar; me llevó él celular a la oreja y habló.

Llamada con Kiara:

— ¿Diga?. — habló con la voz adormecida 
— Neni, ¿Te acabás de levantar? —
— Ehhh... si ¿ A qué se de debe tú llamada. 
— Se debe a qué tengo media hora de estar esperándote para maquillarte y peinarte para tú cita con Jocsan —
— Si es cierto lo había olvidado, ya voy saliendo — digo
— Ya mí chófer te espera; vente ahora — me ordena. 
— ok —

Fin de la llamada

Me levantó corriendo de la cama, agarró mi móvil y salgo de la habitación qué me dio mí abuela corro escaleras abajo hasta llegar a la parte de abajo, Dios te misericordia de mí para que Kiara no me maté; camino rápido a la puerta tomó el pomó de la puerta pero antes de girarlo una voz me detiene.

— ¡Génesis! ¿Pará dónde vas así vestida? — preguntá mí abuela

— Pará la casa de mí abuelo — digo obvia

— No, no vas a ir así vestida — ordena autoritaria

— Si voy, tengo un compromiso ¡adiós! — abró la puerta y salgo corriendo.

En definitiva ya está el chófer de Kiara esperándome, subo al interior del auto. El auto se pone en marcha a casa de Kiara.

[...] 
 

Llegó a la mansión Arguedas antes de bajar doy las gracias al chófer por traerme. Luego subo los escalones de cemento hasta llegar a la puerta después tocó el timbre. Unos segundos más tarde se abre la puerta, Aarón me deja entrar. 
 

— ¡Bienvenida Srta. Génesis!, la Srta Kiara la espera en la recámara — informa respetuosamente Aarón. 
 

— Gracias Aarón — corro hasta las escaleras en forma de caracol con las barandas de vidrio.
 

Llegó a la habitación en el segundo piso, abró la puerta encontrando a una Kiara con cara de pocos amigos.

— Vete a dar un baño, tú ropa está en la cama, cuando estés lista te vienes para mí habitación; por último ya mande a preparar algo para qué comas apúrate te queda hora y media ya son las dos — que ordena

Le obedezco sin decir nada, camino en dirección al baño. Luego de entrar quitó mí ropa y entró en la ducha. Pasan veinte minutos salgo del baño con ropa interior puesta cubierta por una bata. Observo el conjunto que dejó Kiara en la cama está compuesto por un vestido blanco con rayas negras, una chaqueta de cuero qué no se de dónde salió por último unas tenis Nike blancas con negro.


 


 

Ya vestida enrolló mi cabello en un paño para que se seque un poco. Salgó de la habitación y me voy para la de Kiara.


 


 

—Me encanto, te lo agradezco Kiara— le digo

— Con gusto Neni, ahora si estás lista — me dice orgullosa de su trabajo

— Rubia falsa ¿Viste a Akila? — dice Isaac entrando sin preguntar o tocar, Akila es una bebé canina muy peluda y tierna.

Mi abuelo cría cachorros chow chow a mi me regalo una que se llamaba Osa pero se murió por una picada de serpiente. Después nos regaló a otra qué ya tiene dos años.

— Primero no soy rubia falsa y segundo mande a Akila a la estética porqué se escapó y volvió sucia además de pega-pega en el pelo — explica

— Perfecto pero lo pagas tú — dice Isaac

—No, está vez te toca a tí, yo siempre soy la responsable de Akila y es tuya no mía — se defiende Kiara

— Cómo quieras, ya me voy — dice fastidiado 

— Ay no Isaac si cae mal —  comentó

— Si — dice rodando los ojos — Bueno vamos a dejarte a dónde es tú cita, no podré irte a recoger lo hará tú tío Emanuel ya sabes qué voy para la pelea de Ashley — avisa

— Bueno vamos — agarró mi bolso y celular

— Tomá para qué pagues lo qué compres — dice Kiara dándome dinero

— Ok, gracias —

Ambas salimos de la habitación en dirección a la cochera para sacar uno de los autos que tiene Kiara, no es por presumir pero la familia Arguedas siempre han estado podridos en dinero, mi Abuelo es empresario, negociante y comerciante es una máquina para los números.

Llegamos a la cochera y Kiara agarró las llaves de un auto un celeste muy pálido la verdad no se que color es, soy sincera yo no se de marcas de carros.


 

— Súbete — hago lo qué me dice y me subo al auto.

Mi celular vibra indicando qué me llegó un mensaje, lo desbloqueo y me meto en la aplicación de whatsapp preciono el mensaje abriendo la conversación.

Chat con Jocsan:

Jocsan: Te veo en el centro comercial ✔️✔️
 

Yo: Esta bien espérame en la entrada✔️✔️
 

Jocsan: Ahí te espero 🥰 ✔️✔️
 

Lo dejó en visto, bloqueó el celular nuevamente. Alzó la mirada y veo qué estámos en la carretera principal abró mi boca para hablar.

— Kiara, necesito qué me dejes en la entrada del centro comercial ahí me espera Jocsan — le informo. 
 

— Te dejó ahí entonces — dice ella concentrada en el camino. 
 

Diez minutos después Kiara me deja en la entrada del centro comercial le agradezco y ella me desea suerte.