Muchas veces nos preguntamos lo bueno y lo malo en nuestra vida y a veces la respuesta no es la que esperamos recibir, si dos personas que parecen de mundos diferentes inician una aventura juntos siempre queremos ver sus defectos, señalar lo mal que se ven juntos e influenciar en las desiciones que toman en sus vidas, son tan pocas aquellas personas que no te juzgarán ni pensarán en ti como un objeto de burla sino como un ser vivo que merece ser feliz.
Los protagonistas de una historia deben ser capaces de aceptar que su vida no será sencilla, llorarán y sufrirán cuando menos se lo esperen, pero ¿En qué momento de nuestra vida no hemos tenido la necesidad de hacerlo?, Luke y Grant adolescentes con miles de problemas, prejuicios, ansiedades y confusiones en sus mentes, no eran la excepción especialmente cuando esos pensamientos en sus cabezas de que alguien sabe de su relación los atormentan.
Caminan tratando de ocultar algo que tarde o temprano se sabrá, porque nada se puede ocultar para siempre por más que lo queramos. Los sorprendió el día un maestro de física al anunciar que tendrían excursión la próxima semana, la mayoría de los estudiantes tenían sonrisas en sus caras, era como unos tres días de descanso algo lejos de los exámenes y pruebas en el colegio.
Días atras Grant tuvo una charla con su hermana sobre todo lo que había pasado con Luke, quizás por eso de repente sintió que nada malo ocurruría porque alguien lo apoyaba, pero a veces se sentía observado y cada vez que hablaba con Luke tenía la sensación de que lo vigilaban. Observó al maestro entregar un permiso el cual sería firmado por los padres de cada estudiante , recibió el suyo y lo leyó, no tenía nada extraño asi que solamente lo metió entre sus libros.
En esos días todos estaban muy ocupados con las practicas extraescolares, Grant se quedaba una hora y a veces dos después de clases para resolver muchos ejercicios de matemática y algunos de física, sus amigos no eran la excepción, pero este día terminaron más temprano por lo que decidieron asistir a las prácticas de basquet, Drew y Luke eran realmente geniales en ello. Se sentaron en las gradas más cercanas y observaron a mas diez adolescentes correr sin parar detrás de un balón pero lejos de notarse cansados parecían más bien felices.
- Realmente mi cuñado es genial- Darcy solamente susurró a Grant, al instante él se sonrojó, su hermana solo sonreía.
-No lo digas tan alto, alguien podría oirte...además no somos novios - Pero como le gustaría serlo, habían estado saliendo por casi una semana y cada día le gustaba más y más.
Esa sensación de querer estar cerca de ese alguien y tener miedo de hacerlo solo causaría males a su naciente relación, porque nada es fácil aunque lo parezca pero está en nosotros luchar por aquello que en realidad queremos. Darcy notaba que su hermano aún tenía esos miedos de años atrás, esos días en los que se borraron sus sonrisas para que solo hubiesen llantos, pero algo le decía que esta vez no sería igual.
Esa lucha por sacarlo de su caparazón, el miedo y la angustia al imaginar que jamás sería el mismo, deseaba se quedara enterrada en un lugar donde nunca volviera a salir. Su pequeña sonrisa que aunque trataba de ocultar, realmente no podía le daba la certeza de que Luke era el indicado para su hermano, y esperaba no estar equivocada.
- Drew y Luke son muy buenos talvez tengamos oportunidad este año -Lenny los sacó de su ensimismamiento con una brillante sonrisa de esas que son muy características en él.
-Si, son muy buenos - esa pequeña respuesta dada por Grant tenía un gran significado, no era del tipo de persona fanática de los deportes como ese pero admitía que viendo al chico que le robaba suspiros practicándolo, hasta lo más raro sería magnífico a sus ojos.
Luke se tomó un momento de descanso al igual que otros de sus compañeros para tomar un poco de agua, estaba cansado y necesiraba con urgencia recuperar energías, pero sus ojos se iluminaran al observar en las graderías a sus amigos, bueno en realidad solo a una persona en particular que desde que besó se metía más y más en su mente, si otros se enteraran es probable que juzguen su actuar pero en ese instante nada de eso le importaba solo quería vivir ese sentimiento que por primera vez lo hacía sonreir, desbloqueó su teléfono y escribió un pequeño mensaje, el que fue leído rapidamente.
"Bebé con solo mirarte mi cansancio desaparece"
¿Desde cuándo se había convertido en un chico cursi? No lo sabía pero se sentía tan genial el serlo con Grant.
La sonrisa se hizo evidente en Grant cuando leyó ese mensaje, que tonto que era Luke lo hacía ponerse nervioso sin necesidad de estar frente a él, no vió la necesidad de responder pero si pudo ver claramente como reía al mismo tiempo que él, esas dudas con esa sonrisa se desvanecían, deseaba capturarla como una foto en su cerebro y guardarla para siempre en un espacio de donde nunca desapareciera.
-Pareces tan feliz ¿Qué pasó?- y que podría decir, solo estaba feliz, tan feliz que deseaba ir a sacar a ese chico del campo y golpearlo por convertirlo en un tomate andante.
-Oigan yo también quiero saber, por qué no me dicen nada - Lenny se sentía excluido todo en su pandilla parecían secretos y más secretos y su curiosidad era infinita debía saberlo también.
-No es nada, lo van a saber cuando llegue el momento - y las quejas no se hicieron esperar, pero eso solamente hizo sonreir mas a Grant.
***
Veinte minutos después cada uno de los basquetbolistas salían cansados pero riendo de cualquier cosa que se les ocurriera, saludando a los chicos (especialmente a Darcy la única chica del grupo) tomaron sus cosas y se despidieron uno a uno, los últimos fueron Drew y Luke que conversaban de no se que técnicas a utilizar en sus primeros juegos. Parecían entusiasmados hasta que notaron a sus amigos esperando su llegada, Grant y Luke se observaron por un instante aún no estaban preparados para que sus amigos se enteraran.