Capítulo 6

El fin de semana había llegado, Raven y yo habíamos ido por mis libros, los cuales me hicieron dar un brinco, porque sinceramente estaban enormes y además pesaban demasiado, también habíamos ido al supermercado, para poder comprar cosas que nos faltarían, queríamos prepararles una cena especial, y como era de esperarse arreglamos el departamento, porque sinceramente queríamos ahorrarnos malas miradas.

Mis papas habían venido una que otra vez y era para checar que todo estuviera en orden y que de verdad estuviéramos cuidando del departamento. No nos molestaba, de hecho nos gustaba que vinieran, solamente que a Raven cada día se le hacía más difícil fingir que era mi novia, si, aun lo hacíamos, jamás supe como poder confesárselo a mi papá, por suerte no se había enterado de nada.

Cuando llegamos al aeropuerto Raven se veía más nerviosa de lo normal, se veía algo intranquila.

— ¿Qué pasa cariño? –pregunte.

— Nada, solo que tengo miedo –dijo y le mire extrañado.

— ¿Miedo?, ¿por qué? –no evite sacar una risa y ella me miro enojada.

— Es que esta vez será verdad... todo será verdad –era cierto hoy dejaríamos de fingir.

— ¿Eso es bueno? –pregunte y ella asintió.

— Claro que es bueno... pero ahora los nervios me carcomen.

— Raven, por el amor de dios, ya fingiste tres años, ahora que seas tú normal, creo que es más fácil ¿no?, además tu puedes todo –le mire a los ojos.

— Gracias –tome su mano y la apreté.

— De nada.

Logramos ver a mis padres desde las escaleras eléctricas, ambos nos acercamos y saludamos, Julianne se veía mucho mayor desde la última vez que la había visto... esperen... ¿eso es maquillaje?

— ¿Te maquillaste? –le pregunté y ella negó con la cabeza.

— No, no lo hice.

— Claro que sí, eso es máscara de pestañas –en eso sentí un jalón por parte de Raven y le mire enojado.

— Julianne te ves súper bonita, ¿Cómo has estado? –la abrazo.

— Muy bien Raven, ¿y ustedes? –nos guiñó un ojo y no evitamos sonreír.

— Muy bien también –respondió Raven mirándome.

— ¿Cómo estás Raven? –dijo mi padre acercándose a ella.

— Muy bien señor, todo bajo control –respondió y mi papá solo sonrió.

— Eso me agrada.

— Mamá –dije y la abrace.

— ¿Qué tal querido? – pregunto, y nos fuimos separando.

— Muy bien mamá, todo bien –en eso me guiño el ojo.

— Que bien, Raven ven aquí hija, ¡que hermosa estas! –dijo mi madre, quien no tardo nada en capturar a Raven entre sus brazos.

— Gracias señora –dijo y sonrió.

Primero fuimos al hotel, dejamos las maletas y después nos fuimos directos al departamento.

Raven y yo ya habíamos preparado la comida y la mesa, para que cuando llegaran todo estuviera listo, Raven había preparado unas papas al honor, que sinceramente le quedan exquisitas, para ser sinceros toda la comida de Raven me encantaba, había cosas que hasta eran mejores que las de mi mamá, pero no le digan nada.

Cuando todos se encontraban en el comedor, Raven y yo fuimos calentando la comida, ella estaba un poco nerviosa, es que tenía miedo de poder arruinar todo, aunque mi familia no era de ese tipo, Raven se sentía incómoda.

Mi familia es de alta sociedad y si vivimos en Phoenix en una casa tranquila y normal, fue porque a mi padre no le gusta vivir con lujos, porque según él, nosotros nos hubiéramos hecho flojos, tampoco nos daba todo el dinero, y eso estaba bien, por he aprendido que es mejor que tú te compres las cosas con tu propio dinero.

— Tranquila, todo estará bien –susurre.