Final

ATENCIÓN FINAL DE CUENTO.

Cuando la proyección acabo William y todos los presentes estaban aplaudiendo, empecé a sentir los nervios me invadían, mire a mi mamá y esta sonrió como esperando que hiciera algo.

Mire a William que tenía su copa en mano, sabía que iba a decir algo, algo como un discurso, así que rápidamente le di un tirón en su traje y él me miró de inmediato se veía preocupado y a la vez feliz.

— ¿Podemos hablar? –pregunte y él asintió. El hizo una señal a la organizadora y música de fondo se empezó a escuchar.

El tomo mi mano con delicadeza y nos fuimos muy directos del lugar a una habitación que estaba ahí, abrí la puerta y el prendió la luz. Mire alrededor y resultaba ser el armario en donde guardaban los abrigos de los invitados.

Ahí estaba él junto a mí y mi corazón queriendo salir de su lugar. Sus ojos azules buscaban los míos en busca de respuesta, de los nervios sentía mi cuerpo moverse.

— ¿Qué pasa Raven? –pregunto y me sonrió. Una lagrima rodo por mi mejilla y William frunció el ceño.

— Yo... yo... no puedo con esto, no puedo mentirte –deje salir como si fuera aire, baje la mirada y cerré los ojos.

— ¿Qué no puedes? ¿Mentirme? –tu tono era preocupado, abrí lentamente los ojos y lo mire.

— William te amo... pero...

— ¿Lo amas? –interrumpió.

Lo mire con los ojos muy abiertos, lo estaba lastimando, Raven ¿Por qué no pudiste decirle que no antes? Busco mis ojos, el merecía saber la verdad.

— Si, si lo amo –baje la mirada.

— Si lo amas... ¿Qué haces aquí? –pregunto y le mire –Tienes que ir por el Raven –tomo mis manos y empecé a llorar.

— William, ¿Qué pasara? ¿Qué dirán? –pregunte y el negó con la cabeza.

— Raven –me tomo por los hombros, lo mire a los ojos y esta vez su mirada era muy diferente –No lo pierdas, no después de tanto tiempo, te amo Raven y estoy seguro que no dejare de hacerlo, pero si no vas a hacer feliz conmigo... no puedo retenerte más. Que no te importe lo que diga la gente, porque vale más tu felicidad –soltó mis hombros lentamente y fui perdiendo su calor.

— Te amo William, con todo mi corazón –lo abrace y el respondió el abrazo, como siempre me dio un beso en la frente, pero esta vez sentía que no quería dejar de hacerlo.

— Solo quiero pedirte algo... -me aleje de él, mire mi anillo y me lo empecé a quitar, pero en eso tomo mi mano. –No eso, no –le mire confundida.

— Lo que tú quieras William –él sonrió y rió.

— Sé que dirás que estoy loco, pero... me podrías dar un último beso –en eso mis ojos empezaron a humedecerse demasiado, las lágrimas eran tan calientes que dolía que salieran.

— Si.

Sin más sus manos rodearon mi cintura, yo abracé su cuello y nuestros labios chocaron. Todos los recuerdos que tenía con William iban pasando por mi mente, cada beso, cada caricia, cada lágrima que el limpio.

William se había ganado una gran parte de mi corazón, el me hacía sentir completa, pero... mi corazón le pertenecía a Nicholas y a nadie más.

— William –le llamé y él me miróatento. –Tengo que dártelo –me quite el anillo y se lo puse en su mano.

— No Raven –tomó mi mano y lo volvió a poner ahí. –Es tuyo. Cuídalo, es un recuerdo mío.

— Te extrañare –lo volví a abrazar y este respondió mi abrazo.

— Yo igual Raven, siempre estarás en mi corazón –lentamente me aleje de él y le di un beso en la mejilla. –Tienes que irte, Raven. ¡Corre!, ve por él.

— Te amare por siempre William –en eso abrí la puerta y él sonrió.

— Te amo Raven –en eso corrí como loca hacia el elevador.

Todos los invitados me miraban sorprendidos, pero eso ya no importaba en absoluto, una vez que las puertas se abrieron, entre a paso veloz. Empecé apretar como loca los botones y espere a que este bajara. Me quité los tacones y cuando las puertas se abrieron salí corriendo al estacionamiento.