Parque.
Pov. Eden.
El estar en una nueva ciudad es interesante y a su vez, raro. No conoces donde quedan los lugares pero gracias al celular puedes ver donde quedan y así no te pierdes. Es una nueva experiencia que se puede disfrutar mucho.
Todo esto del cambio de horario se me hace pesado, con el tiempo me iré acostumbrando pero por el momento solo quiero dormir o descansar un rato. Al llegar a casa solo veo a mi padre tomando alcohol.
—Hola—saludo aunque probablemente no haya escuchado.
Voy hacia mi habitación para poder acostarme pero al pasar por la habitación de mi hermano no lo veo, su puerta está abierta y sus cosas están pero él no. Dejo todas mis cosas en mi habitación y me acuesto un rato en la cama, pasa tiempo y sigo sin escuchar ruido.
Voy al baño, toco la puerta y no me responden, así que decido abrir la puerta y está solo. Chris no está en la casa pero es raro, ya que él debe de llegar primero que yo de la escuela. El único que debe saber es mi padre.
—¿Y Chris?—pregunto poniéndome enfrente de él.
—¿Qué?—
—¿Dónde está Chris?—
—Llegue a la casa y dijo que tenía que ir a comprar algo pero estaba cansado, así que fue él.
—¡¿Qué?! ¿Cómo puedes dejar salir a tu propio hijo en una ciudad que ni siquiera conocemos? ¿Qué al caso no te importa lo que le pueda pasar?—me estaba haciendo enojar, dejar salir a alguien pequeño en una parte que no conoce, es peligroso.
—Ya te dije que estaba cansado, así que por favor vete que quiero estar solo—dijo agarrando otra botella de cerveza
—No, no me iré y ya deja de tomar—le quite la botella que tenía en la mano—¿No te das cuenta que todo esto nos está separando y destruyendo? Antes no éramos así.
—¿Antes? Antes era feliz con la persona que más amaba en todo este mundo y dime ¿Dónde está? ¿Quieres que siga feliz por todo lo que he pasado?—exclamo enojado. Este tema no es muy agradable para los dos.
—¿Tú crees que a mí no me duele? Claro que me duele pero no por eso me voy a meter en un vicio para desahogar el dolor y destruir a mi única familia—
—Entonces has una máquina del tiempo, vuelve al pasado y has que ella este con nosotros ¿Puedes hacerlo? Claro que no así que déjame solo—
—Hazlo por el—
—Créeme que cuando él se entere de la verdad no te va a perdonar por un tiempo—
—Y tú créeme que no seré el único al que odie—agarro mis llaves para ir a buscar Chris.
Al abrir la puerta veo a mi hermano afuera de ella, un sentimiento de alivio recorre todo mi cuerpo al verlo que está a salvo.
—Hola—dice saludándome
—¿No te paso nada?—
—No, no me pasó nada ya que me se cuidar solo—
Su comentario me da risa, algunas veces suele ser inocente pero otras veces es todo lo contrario. Al entrar a casa veo que ya no está nuestro padre, de perdida tiene la decencia de que Chris no lo vea tomando.
—¿Y papá?—
—Está en su habitación, descansando. ¿Qué quieres comer?
—Mmm, ¿Pizza?
—Está bien, voy a ver dónde venden para pedir unas, ¿De acuerdo?—
Asiente y se va a su habitación. Me siento en el sillón y me quedo pensando en todo lo que está pasando, esto se está arruinando poco a poco y tengo miedo de que no podamos a ser los mismos de antes.
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Después de haber hecho nuestros deberes de la escuela y casa, decidimos ir a dar un paseo por las calles de Sydney y conocer un poco más este lugar. Nos encontramos con un parque y decidimos quedarnos para disfrutar el atardecer acostados en un césped.
—¿Cómo te fue en la escuela?— intento hacer una conversación
—Bien, conseguí a un amigo—
—¿Y qué te parece el lugar en el que nos vinimos a vivir?
—Es bonito, no conozco nada como en casa pero este lugar es bonito—
—¿Te gusta este parque?—
—Sí, tiene juegos y está cerca de casa—dice emocionado por el nuevo parque—Es más, cuando llegue mamá de su viaje podemos venir todos en familia, estar juntos y jugar—
—Sí, sería buena idea—intento controlar mi voz
—¿Sabes? La extraño mucho—dice abrazándome
Sus palabras me duelen y las palabras de mi padre llegan a mi mente. Solo espero que cuando se entere de la verdad no se enoje con nosotros pero es inútil, sé que se va a sentir mal.
—Yo también—susurro y sin permiso lagrimas empiezan a salir
—¿Por qué lloras?—
—Porque cada vez que miro al cielo me acuerdo de un ángel que siempre voy a amar con todo mi corazón—
—¿Y por qué cuando miras al cielo?—
—Porque así lo decidió la vida—me limpio la cara para intentar dejar de llorar—Vamos a casa antes que se nos haga muy noche—me levanto del césped para ponernos en marcha