Enamorándome del dolor.

Capítulo 7.

Picnic.

—Cora, te están buscando en la entrada

—¿A mí?—dejo de acomodar los libros para irme a la entrada y saber quién me busca. Al llegar me encuentro a Sarah y Andrew, con unas canastas—¿Qué hacen aquí?

—Vinimos por ti, ¿Te falta mucho para salir? Acuérdate que íbamos a salir y nos vamos a ir de picnic—comenta una Sarah emocionada, como si fuera su primera vez de picnic

—De acuerdo, solo déjenme ir por mis cosas y ya nos vamos—me dirijo a la caja para poder agarrar mi mochila. Al llegar veo a Daniel hablando por teléfono y se le ve un poco molesto, al ver cuando cuelga decido hablarle—¿Todo bien?

—No, no estoy bien, es mi madre y mi hermana—se ve que está enojado ya que su voz es diferente.

—¿Quieres contarme que pasa o simplemente lo dejo pasar?

—Por el momento no quiero hablar de eso. Cora, sé que no hablamos fuera del trabajo y puede que esto sea raro pero ¿Puedo quedarme en tu casa dos o tres días?

Esto es algo raro, digo, Daniel y yo nos hablamos y nos tenemos confianza pero saliendo del trabajo ya no nos hablamos. Yo no sé nada de su vida y el menos de la mía, pero puede que esta ocasión sea una buena oportunidad para hacernos amigos o para ver si solamente es amistad de trabajo. Me quedo un rato pensando en que decir, hasta que oigo su voz.

—Sé que lo que dije te haya tomado por sorpresa, así que mejor olvídalo—agarra su suéter y empieza a caminar—Espera—lo tomo del brazo haciendolo detener—La verdad es que si me impresiono lo que me dijiste, pero si no tienes en donde quedarte puedes estar en mi casa, la situación es que voy a salir con amigos y tendrías que ir conmigo—

—De acuerdo—

Dejo que Daniel cierre la librería y me encamino con Sarah y Andrew que están hablando, así que decido ir con ellos.

—Chicos, mi compañero de trabajo va a venir con nosotros—sus cara de confusión era la respuesta que venía venir

—¿Por qué?—pregunta Andrew

—Ha tenido problemas con su familia y me ha pedido un favor, así que se viene con nosotros—veo que Daniel se está acercando y cuando llega decido presentarlo—Daniel él es Andrew y ella es Sarah, Sarah y Andrew él es Daniel—

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—Llegamos—comenta Andrew

—Acomodemos todo para empezar a comer

Empezamos a poner una manta para poder sentarnos, después de acomodar todo nos sentamos para poder platicar un rato

—¿Qué hicieron para comer? Porque en verdad tengo hambre—empiezo a ver qué es lo que está adentro de la canasta

—Daniel, espero que te guste comer sin pena y que no seas alérgico a algo de aquí y respondiendo a tu pregunta Cora trajimos algunos sándwiches, agua, soda y uvas, así que a comer

—Y cuéntanos Daniel, ¿Cuántos años tienes? ¿A qué te dedicas o que haces?—le dice Sarah

—Tengo 22 años y estudiando para especializarme en psiquiatría, ¿Y ustedes?

—Los tres estamos estudiando en sistemas computacionales

—No es por molestar pero ¿Por qué viniste con nosotros?

—Le pedí de favor a Cora que si me podía quedar en su casa por días

—Espero que no hagan cosas malas—Andrew me sonríe por el comentario

—Oh vamos, cállate—le aviento una servilleta para que no diga cosas

—No si ella no quiere—todos se ríen por el comentario

—Daniel, no le sigas a su conversación—iba a seguir hablando hasta que una pelota llego a nosotros

—Perdón si le pego a alguien, mi hermano la pateo y creo que bastante fuerte

Al voltearme veo a un niño agarrando el balón. Ese niño se me hace conocido pero no recuerdo donde lo he visto, cuando se voltea para irse se me queda viendo y eso se vuelve un poco raro.

—Hola, ¿Te acuerdas de mí?

—Lo siento pero la verdad no—digo frunciendo el ceño

—Es el niño al que ayudaste en la librería—comenta Daniel

—Es verdad, es que no lo reconocí. Hola

—¿Chris, porque tardas tanto?

Esa voz, es como dura pero a la vez calmante. Volteo para ver de quien es esa voz y veo que la voz proviene de Eden, nunca lo había escuchado hablar en la escuela.

—Es que me quede hablando con mi amiga—dice acercándose a Eden

—Despídete de ellos porque nos tenemos que ir—

Eden se nos queda viendo, no sé si con amabilidad o con otro sentimiento pero su mirada es muy dura.

—Adiós

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Después de estar comiendo, platicando y jugando un rato en el parque, se nos hizo de noche y decidimos irnos. Al parecer Daniel y los chicos se llevaron bien, y eso es bastante bien.

—Bienvenido a mi departamento—digo abriendo la puerta

—En verdad muchas gracias, Cora

Al entrar y dejar todo en la mesa me encuentro con una nota, al parecer Nathe se va a quedar a dormir con mamá



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En el texto hay: adolescentes, amor, suspenso

Editado: 16.11.2019

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