Encantada por el Diablo|| Diario de una Suicida Precuela

Capítulo 4 || Avance

Capítulo 4

La vida te pone los obstáculos suficientes para aprender, crecer y ser feliz.

Tenía 16 años cuando por primera vez mire el peligro que mis ilusiones corrían, antes nada de esto preocupaba mi mente, un villano apareció en mi cuento perfecto y el final no era claro. Mis sueños eran sagrados y siempre los mantuve intactos alejados de los demonios de mi pasado que eran una carga difícil de llevar, pero ahora ese mismo villano aparecía con una forma mucho más amable intentando arrebatármelos, ¿podría escapar a salvo?

-Lis ¿te sientes bien? – tenia de frente a Neitan que me observaba claramente preocupado- estas pálida

- Sinceramente… estoy- observe sus ojos- asustada- sabía que podría terminar llorando- pero no quiero agobiarte con mis tonterías- tomo mi mano ese gesto me sorprendió

-No nos conocemos lo suficiente- mi mano la apretó con fuerza- pero cuando necesites desahogarte aquí estoy- tenia tristeza en sus ojos

-Gracias- no dije más y ambos nos observamos por segundos antes de que Zoe interrumpiera

-Mira que monos- sus labios estaba hinchados y su ropa muy fuera de sitio- quítate Neitan estorbas- me sonrió grandemente, mientras empujaba a Neitan

-Hablamos después- se salió del asiento algo molesto divertido, yo solo le di una media sonrisa

-Tú y Neitan son…- la corte agitando mis manos antes de que dijera algo que me sonrojara

-No, somos amigos nada mas- me miro picara

-Nunca digas que de ese arroz no has de comer querida- ladee con la cabeza negando sus palabras

-Deberías arreglar un poco tu ropa- señale mientras sacaba mis cuadernos para la próxima clase

-Es que Lauden es un salvaje, pero que bien que besa y ...

-Te aseguro que no quiero detalles- la interrumpí por mi salud mental

- ¿No te gusta? - parecía interesada en mi respuesta

-Lo prefiero lejos de mi existencia- y si lo prefería muy lejos, lo que más se podía- las cosas que dicen de él y las cosas que tiene su familia son demasiado- seguro vio mi cara de horror ya que muy tranquila menciono

-Mientras me lo pueda besar y hasta… bueno tu sabes, que se jodan los rumores- mire la cara de la moneda que no tenía clara, esa que me intrigaba, esa que demostraba el egoísmo en su expresión máxima, la falta de amor propio

-Prefiero evitar el tema de Lauden- saque un cuaderno de mi mochila, la conversación no siguió, pero la mañana sí.

Tenía la hoja llena de garabatos y mi mente distraída de todo, cuando alguien roso levemente mi hombro.

-Contesta- Zoe me hizo muecas y yo no entendía nada hasta que el profesor repitió con tono molesto.

-No está interesada ¿cierto? – sostenía el libro en una mano mientras que en el otro un apuntado

  • Lo siento- baje la cabeza apenada
  • Sal de mi clase- levanto un poco más la voz
  • ¿Qué? – Mire sorprendida a mi alrededor y todos tenían expresiones serias
  • ¿Necesita ayuda acaso? – su tono era de sarcasmo puro- salga- hizo un gesto con su cabeza señalando la puerta

Evitándome una peor pena, metí mis útiles en la mochila y salí algo deprisa bajo la mirada de todos, la puerta se cerró detrás de mí y el frio recorrió mi pequeño cuerpo

  • ¿Y ahora qué? – no había nadie y era mi última hora de clase, las opciones eran pocas - ¿por qué me saco? – sonaba como una loca hablando sola

Al final decidí visitar alguna cafetería, no conocía muy bien el lugar, pero estaría bien para mi caminar un poco y no tener que ir a mi casa vacía. El invierno era evidente y abrumador los árboles que antes estaban llenos de flores de cerezo rosadas y hermosos ahora estaban desnudos y daban una sensación tan desoladora, las personas paseaban con sus mascotas usando ropa bastante abrigada y grande, admitía que este lugar era bello, si no fuera por la firma que la familia Prins le ha dado sería el lugar perfecto.

Varios minutos después encontré una cafetería bastante agradable visualmente, tenía ese estilo ochentero que a inicios del 2000 se estaba olvidando, la nueva moda estaba llenando las decoraciones

  • ¿La carta? – una chica de más o menos 25 años atendía la caja
  • Hola linda- sonrió- la marea te trajo hasta aquí- me miro de pies a cabeza- si eres una niña rica- puso sus codos en la barra- soy molesta ya se- me guiño un ojo- ten preciosa- extendió la carta- siéntate e irán por tu orden
  • Gracias- agarré la carta y me senté junto a la ventana mirando de frente a la puerta de salida, no parecía un lugar no elegante, era bastante elegante de hecho
  • ¿En qué puedo ayudarte? - me gire despacio encontrándome con un chico que de inmediato se robó mi atención estaba parado frente a mí, llevaba puesto una camisa negra junto a un pantalón del mismo color cubierto con el delantal gris, su cabello era lacio y corto peinado con dedicación, tenía los labios rosados y bien humectados, sus ojos eran cafés oscuros me atrevería decir que eran negros, pero eraria por completo, su nariz iba demasiado bien con su rostro, un rostro delgado ni muy redondo ni muy alargado, perfecto, su piel era blanca y físicamente estaba bien dotado acompañado de una buena estatura

Su apariencia capto de inmediato mi gusto, eran de los chicos que solo encontrabas en libros fantasiosos de romances clichés.

  • ¿Pasa algo? – sus ojos me miraban curiosos y simplemente me sonroje, baje la cabeza disimulando mirar la carta mis mejillas ardían demasiado
  • Un ca…café- tartamudee
  • ¿Estás bien? – acerco su mano a mi cara generando que mi rostro completo se enrojeciera
  • Yo…yo- moví mi cabeza hábilmente evitando su mano- no hagas- intenté calmarme- eso por favor
  • ¿Eh? – retiro su mano de inmediato – me he pasado- esbozo una sonrisa, simplemente encantadora- estoy acostumbrado a ser muy impertinente- se rasco la cabeza- traeré tu café- bajo mi mirada cubierta por mi bufanda se fue hasta desaparecer por una puerta negra



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En el texto hay: trianglo amoroso, primer amor, ceo posesivo

Editado: 11.01.2024

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