Capítulo 10: Príncipe oscuro
Gerald
¿Quién será ella?
Se desvaneció en fuego. Una habilidad rarísima en las
hadas. Hace mucho tiempo que un hada de fuego no se
pasea por esta corte. De hecho, no recuerdo cuando fue la
última vez que se vio un hada de la corte de verano en
Encantus. Y esa joven, tiene los rasgos físicos: el cabello
rojizo y esos brillantes ojos dorados.
Es muy extraño todo lo que ha ocurrido en los últimos
días. La desaparición de Darah tiene a mi madre de un
humor detestable, por alguna razón que desconozco ella
esta consternada por los numerosos niños que han cruzado
hacia Encantus en muy poco tiempo pero no hace nada más
que dar órdenes. Para mi es normal, los duendes oscuros
siempre han raptado niños humanos paras sus diversiones,
y luego esos niños retornan a sus hogares con una
experiencia inexplicable.
Lo que si me tiene intrigado es Darah y su hija, la última
vez que visitaron al reino la puerta que custodiamos hacía
el mundo humano se encontraba regulada para el paso.
Pero de unos pocos días para acá, la entrada y salida de
duendes oscuros es alarmante. Desconozco las estadísticas
de la desaparición de los niños pero estoy seguro de que han
traído demasiados.
De momento debo ir al campamento de los duendes, he
estado yendo allí desde hace algún tiempo en busca de
información. No he encontrado mucho, lo mismo de siempre: la distracción que dan niños metidos en una jaula
mientras, dos de ellos luchan por ser el vencedor. Lo que no
he logrado descubrir es que ocurre con esos niños después,
el perdedor siempre desaparece de las diversiones de los
duendes. Mi madre cree que los regresan a su mundo, pero
yo, tengo mis dudas.
—¡Gerald! ¿Aún no te has ido? —la voz de mi madre es
un susurro en el viento. Tan suave que es difícil creer que
hace unos minutos me grito por no haber traído a los
duendes que ahora están en la corte de otoño.
—Ya voy de salida —respondo mientras observo el vacío.
Un castillo de rocas sobre los cimientos de un mortal
acantilado. Desde aquí se puede ver el espacio de tierra que
delimita nuestra corte con la de invierno, la frontera está
atrapada entre la nieve y arboles cadavéricos.
Hubo un tiempo en que las filosas rocas estuvieron
cubiertas por una gruesa capa de musgo, y con flores por
todas partes. Ahora no hay nada verde en la corte oscura,
la tierra no es capaz de producir vida. Solo está cubierta
por árboles secos que se han mantenido como fieles
soldados sobre sus raíces.
—¿Crees que Darah este muerta? —pregunta.
—Es lo que me han dicho. También he escuchado que
Rocío estuvo involucrada, pero no tengo certeza de nada. Y
a Yira nadie la ha visto. ¿No me dirás porque estas tan
preocupada?
—Solo encárgate de saber que hacen los duendes con los
niños humanos, y si saben algo de Darah y su hija —evade
el tema.
Desde que el paso de niños a Encantus se ha vuelto más
concurrente, ella ha redoblado la guardia en la corte, y ha
infiltrado hadas en el campamento de los duendes.
Los duendes oscuros son responsabilidad de la corte,
pero desde hace ya muchísimo tiempo se han mantenido
distantes hasta que comenzaron a secuestrar niños.
—Como ordenes, madre —hago una reverencia.
Camino hacia el precipicio y mis alas emergen una vez
que salto. La gravedad me reclama pero mis alas me
impulsan hacia el negruzco cielo. La luna, una delgada
sonrisa sobre el firmamento.
El campamento de los duendes se encuentra en los
linderos de la frontera. El batir de mis alas me impulsa
contra la corriente de viento helado proveniente de la corte
vecina. La corte oscura por encontrarse en medio de las
otras cuatro cortes, tenía la maravilla de presenciar las
cuatro estaciones pero eso fue hace mucho, ahora solo
podemos observar de lejos como la magia de la naturaleza
brilla sin nosotros.
Me mantengo en el aire por encima de los elfos oscuros
que se dirigen hacia mí misma dirección. Mi madre los ha
enviado a acompañarme. El príncipe de la corte oscura no
va a entrar al campamento de los duendes sin la seguridad
de sus guardias. Mis manos nunca han empuñado ningún
tipo de arma. Las hadas oscuras creamos magia roja, una
combinación de habilidades múltiples de las demás cortes.
Nuestro principal objetivo es mantener el equilibrio entre
las cuatro estaciones en Encantus y que de esta manera
repercuta en el mundo, pero desde hace muchos años ese
equilibrio se rompió. Y, por más que lo hemos intentado no
logramos recuperarnos.
Desciendo hasta quedar frente de los elfos.
***
El campamento de los duendes es una caverna
subterránea debajo de lo que alguna vez fue un frondoso
sauce. El grosor del tronco requiere de unos diez brazos
para rodearlo. Una joven de cabello trenzado sobre el
hombro, piel verdosa y vestida con uno pantalones que abrazan sus curvas como un guante y un chaleco de pieles,
nos impide el paso.
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Editado: 19.05.2022