ISABEL
Pasado...
Después de que escuchara el estúpido testamento - ¡Y si estúpido testamento! - lo único bueno que hizo mi bisabuelo fue dejar que la herencia no se perdiera, sino que pasará a mano de futuras generaciones, mientras el Señor Odell leía cada parte estipulada solo podía preguntarme - ¡¿Cuánto años tenía el bisabuelo cuando decidió escribir esto?! - todo lo que él quería era ¡Que su dinero creciera! - sin importar la felicidad de su heredero; Pero la vida no era un libro lleno de cuantos, es un libro lleno de sacrificios.
Sus términos me sonaron un poco anticuados e infantiles - y lo decía una adolescente de catorce años a decir verdad - eran algo así como; Se casaran con alguien finolis - Estudiaran en los mejores colegios con las mejores notas, los Williams demuestran siempre lo mejor - porque siendo mejor es donde hay poder. Sin más el viejo abogado me saca de mi dimensión paralela - mi cabeza - aclarando que ha terminado de leer, pero aun estoy boquiabierta con todo esto, a esta familia solo le importa el dinero.
- Señorita Ponce - llama mi atención - si usted firma en este momento mañana mismo podrá tener acceso a las cuantas bancarias de la empresa.
Mi mente da vuelta entre aceptar o no, pienso en mis pros y en su contra y en todo lo que conlleva poseer la fortuna Williams pero nada me importa, solo mi madre ella daria todo por mi sin pensarlo, darle más vueltas al asunto asiento sin mirar atrás, sin mirar los errores que me costará esto.
-Acepto – Dije sin miedo, alce la mirada para encontrarme aquellos ojos de color oscuro como la noche mirarme fijamente, su mirada se sentía de una forma tan penetrante y fría que daba miedo, pero poco a poco se fue suavizando para regalarme una sonrisa a boca cerrada.
El abogado me tiende un bolígrafo el cual tomo en mi mano - firme por aquí – me señala donde tengo que firmar con el dedo, respiro hondo para después dejar salir todo el aire de mis pulmones y fimo.
-Bienvenida pequeña - me dice el tío Lucas mientras vuelve a sonreír pero esta vez de manera diferente. No se en que me he metido después de firmar, pero lo que si se es que ya no hay vuelta atrás.
***
Llego a casa en el auto de la empresa - el cual tengo uso desde ahora - le indico al chofer que me deje una calle antes aun no quiero decirle nada a mi familia - por ahora - se que no tengo mucho tiempo para decir la verdad - tomando en cuenta que el dinero para mamá ya fue depositado desde la cuenta de la empresa - lo he hablado antes de venir con el tío Lucas sobre todo esto y ha respetado mi decisión. Al llegar a la puerta puedo ver el alboroto que está formado en la sala.
- ¡ISABEL! - grita mi padre al ver que he llagado, puedo sentir como mi cuerpo tiembla al verlo tan enfadado.
- ¿Isabel qué hiciste? - me dice la abuela llorando, miro a mi alrededor y todos están llora, mis padres, mis abuelos, mis tíos y siento que soy el centro de su sufrimiento.
- Que... - mis palabras son interrumpidas por una fuerte cachetada que me da mi papá, me toco la mejilla, mientras siento cómo mis lágrimas amenazan con salir.
- ¡¿Como mierda se te ocurre hacer lo que hiciste sin nuestro consentimiento?! - me dice furioso - me tienes decepcionado - vuelve a decir.
- Lo hice sin querer, yo... - las lágrimas llenan mis ojos y bajan por mis mejillas - yo solo quise ayudar - le dije antes de caer sobre mis rodillas con el rostros lleno de lágrimas, siento como una mano me toma por el brazo y me levanta.
- ¡¿COMO RAYOS TE ATREVES A DECIR ESO ISABEL?! - me grita en la cara - ¡AQUÍ NADIE! Escúchame bien ¡NADIE TE PIDIÓ AYUDA! - me dijo antes de volver a soltarme haciendo que caiga nuevamente en la misma posición.
- ¡LO HICE POR MAMÁ! -le grité también.
- Calmense todos - dijo la abuela - ella no lo hizo con intención Adrien, lo hizo por su madre tampoco sabía a lo que se enfrentaba - le reprocho ella.
- Está bien - dijo él - pero para mi dejaste de ser mi hija desde el minuto en el que firmaste Isabel - dijo papá antes de marcharse de la casa, volví a llorar tendida en el frío piso.
- Isabel - me llamó la abuela - Lucas llamo tienes que irte a vivir a la mansión Williams - me hace saber y es donde todo encaja en mi mente, él fue el que le contó todo a mi familia cuando habíamos quedado que me daría tiempo.
Me levanto bajo la atenta mirada de todos - lo siento - les digo antes de tomar mi bolso y salir corriendo de la casa de mis abuelos.
***
Ha pasado una semana desde que salí de la casa de mis abuelos para irme a vivir a la mansión Williams, después de ese dia no supe nada de ellos, el episodio que viví con papa se repite cada noche como una pesadilla, ellos tampoco me buscaron para saber de mí - dolía ver como no les importe en lo más mínimo - sé que lo que hice no estuvo bien porque desobedecí y actúe a escondidas de ellos.
Me levanto de la enorme cama llena de almohadones para caminar hasta el baño y lavarme, al salir noto como mi cama ya está hecha - beneficios de tener servicio - voy directo al vestidor para cambiarme y sin importarme mucho mi apariencia decido ponerme una polera y un pantalón de mezclilla. Salgo de mi habitación pero me consigo con el enorme pasillo lleno de puertas cerradas - a pesar de tener una semana aqui aun no me acostumbraba a lo grande que era la casa y me perdía si daba un paso en dirección contraria - recordando el camino ando para encontrarme con la enorme escalera de color blanco para bajar hasta el comedor.
- Isabel - me llama el tío Lucas - ven vamos a desayunar - me dice el, lo sigo hasta la sala donde se encontraba en comedor, la mesa era de unos doce puestos - algo grande para él solo - el tomo asiento en la cabecera y yo a su lado izquierdo mientra esperamos que sirvieran el desayuno.