Capítulo uno
“Seremos un tú y yo”
Hace una semana atrás…
Hay un millón de palabras para decir “te amo” y en diferentes idiomas, pero yo puedo asegurar que un gesto ya define mi forma de querer… y es nada más que bailar con la mirada a la persona que me interesa.
He pasado mi vida persiguiendo al amor que la mayoría conoce sin llegar a quererme, como cuando en primaria me gustaba uno y termino estando con mi amiga (mencionar que también yo le interesaba), para pasar con otro que pase cuatro años seguidos detrás de uno que se fijó en la amiga que consideraba mi hermana… y para el colmo es que ella no le interesaba. En fin, luego a un amorío a distancia con un francés que lo único que pedía era ayuda con el corazón. Y mejor no menciono los otros dos nerds que tuve que aceptar por mi familia… mi vida es un completo lío pero supe mantenerme en pie y seguí corriendo hacia mi estabilidad emocional.
Varios años después, soy una persona nueva y me luzco saliendo a fiestas, visitando a mis amigas para hacer pijamadas o ir con un chico para un lío de una noche. En las revistas de moda sobresale mi nombre, dando una buena imagen.
“La chica que revoluciona las redes”
“Kitty, su seudónimo que resalta en las redes”
“La niña linda salida de padres reconocidos”
“Siempre brilla, denle una corona a la reina”
Mi nombre real es Sophie Bennett y vivo en Londres, mis padres son dos modelos que en una sección hicieron click, tengo veintiuno años y me encuentro en mi último año de universidad. Mis mejores amigas son Almendra y Hanna, que tiene su novio (Nick) y también es mi amigo.
Estoy en un taxi en ida a la discoteca, llamo a Hanna pero no responde. Pasan unos minutos más cuando salgo del auto, con un vestido verde y el cabello largo me recibe el seguridad.
El olor de los tragos, el baile de las personas y el sonido de la música me recibe. Busco a mis amigos, pero ninguna señal. Me quedo en el bar cuando sale un mensaje.
A: ¡Mierda!
H: ¿Qué pasa? Voy llegando a la antro con Nick
A: ¡Mierda! Le dije y no contesta
H: ??
A: Estoy embarazada
S: QUEEEE
H: No puede ser
A: Lo siento, no podré ir. Adiós.
—¿Gusta una bebida? —dice un chico, no le veo el rostro por mirar el celular
—Un vino tinto, por favor
—Que lo disfrute…
Agarro el trago y voy hacia la pista de baile, mientras bebo un poco comienzo a fijarme en un chico que conversa en una mesa con un par de chicos. Un rostro nada común de Reino Unido.
Ese chico tiene algo que me llama mucho, tal vez su sonrisa torcida o sus ojos coquetos de color verde con toques rojizos, quizas el cabello ondulado o su forma de vestir con la postura de seguro de lo que hace en su vida. En la actualidad a nadie le interesa como es, o cómo se comporta… o al menos para mí es eso, sólo deseo un lío. Divertir y pasar la página como en un libro, cuando la protagonista llora pero recoge sus pedazos con sangre y sigue caminando.
Me termino deteniendo cuando un brazo atrapa mi cintura y lo atrae hacia él, me volteo para observar al culpable, pero mala idea, ahora tengo su lengua recorriendo mi boca de sabor vino. Lo empujo pero no sirve de nada, ¿dónde está el público cuando sucede esto?, mi única opción es tirar el vaso en la cabeza pero soy detenida, una mano agarra mi hombro y lo empuja hacia él.
Soy un objeto o qué?
—¿No te enseñaron que no tienes que tocar a una mujer?
—No te metas imbécil, es mi chica —dice el descarado que no lo veo por culpa de la espalda del otro, —Estoy seguro que ni tendrás oportunidad con ella
Al escuchar lo que dijo, le tiró el vaso, pero fallo y me corto una vena. Mierda, miro mi mano y tengo sangre mientras que la gente me observa como una loca.
—¿Estás bien? —pregunta el chico. Oh oh, es él. El chico.
—Ajá, no es nada….
—Mentirosa, te sangra la mano —dice, corre hacia sus amigos que estaban en una esquina viéndonos. Les conversa algo y viene a mí a toda prisa, —Te llevaré al hospital
—No es necesari…
—Vas a morir, ¿lo sabías? Aquí, morirás
—¿Qué?
—En quince minutos, tu vida ya no estará en vida
¿Acaso me llamó la atención un loco? ¡Pero es muy guapo!
♀️♂️♀️♂️♀️♂️
Abro los ojos y me encuentro con el mismo chico de la discoteca. El chico de los ojos verdes con toques de rojo, el loco que dijo que iría a morir… espera, ¿dónde estoy?.
—Por fin, te salvé de tu muerte —dice levantándose de la silla de mi costado
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Editado: 25.03.2023